Dos victorias consecutivas en liga no parecían razón suficiente para dar posibilidades de salir vivo al Newcastle United de su partido de octavos de final de Copa frente al vigente campeón, el Manchester City. Tampoco era convincente la idea del resurgimiento de los magpies tras un inicio de temporada nefasto al poner delante el poderío de los celestes. Pero nada de eso importó cuando la batalla pasó a desarrollarse sobre el verde. Efectividad, táctica, entrega, corazón y fe se burlaron de los establecido, y llevaron a la victoria a un Newcastle que oficialmente está de vuelta. La urraca ha resurgido de sus cenizas.

Una inexpugnable fortaleza desde Tyneside

Manuel Pellegrini y Alan Pardew propusieron onces titulares distintos. El técnico chileno del Manchester City, desde la posición de quien tiene la presión de defender el título, incluyó en sus líneas a la mayoría de sus titulares, aunque dio entrada a hombres como Jovetic o Caballero. Para Pardew, sin embargo, era el momento de sus jugadores secundarios, acostumbrados a comenzar desde el banquillo. Hombres como Aarons, Elliot, Abeid o Armstrong serían los encargados de defender el escudo del Newcastle.

Aarons volvió a aparecer en Copa para ser el matador del NewcastleLas celebraciones no se hicieron esperar. los seis minutos de juego, el mayor talento de Tyneside enmudeció al Etihad Stadium. Una gran presión de Taylor a la salida de balón del City dejó a Aarons en un mano a mano con Caballero, y el delantero inglés definió como hacen esos que tienen alma de killer. Los magpies le habían echado de menos, y había vuelto a aparecer en su competición preferida. Aarons hacía despegar a los urracas una vez más.

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En el octavo minuto, las cosas siguieron torciéndose para los citizens. El alma del equipo, David Silva, se vio obligado a retirarse lesionado tras una entrada de Taylor minutos atrás que le estaba lastrando hasta impedirle jugar. Pellegrini tuvo en Nasri a la solución del contratiempo.

El transcurso de los primeros compases y la ventaja en el marcador favoreció a los visitantes, que consiguieron posicionarse sobre el campo con serenidad y control. Los urracas no renunciaban a la posesión y conseguían impedir que el City crease juego, mostrándose seguros sobre el verde del Etihad Stadium.

Después del primer cuarto de hora, comenzó el asedio de los 'citizens'Tras el primer cuarto de hora, la presión del Newcastle se rebajó y los locales comenzaron a acosar la portería defendida por Elliot. Un depredador como Jovetic esperaba paciente su ocasión entre la defensa de los magpies, pero la falta de creatividad del Manchester City y el ímpetu defensivo del Newcastle mantenían el marco visitante a cero. Los palos de Elliot parecían en ocasiones protegidos no sólo por el guardameta, sino por una fuerza especial, pues por momentos los citizens acariciaron un gol que inexplicablemente no llegaba. En el minuto 19, Jovetic disparó a bocajarro en el área pequeña tras un centro desde la derecha, pero Elliot detuvo el cuero en la línea de gol. Nueve minutos más tarde, Coloccini despejó mal el esférico y este se estrelló contra el palo izquierdo. Los balones rebotaban en el muro de Tyneside.

Sin embargo, no todo era dominio local. El Newcastle sabía que su papel consistía en protegerse y esperar su oportunidad. Las grietas del City aparecerían, sólo debían ser pacientes. Y así, en el minuto 32 los magpies tuvieron en las botas de Dummett una clarísima ocasión para empatar. Tras un saque de esquina y un accidentado intento por llegar al balón, el defensa de los blanquinegros se encontró solo y rematando a placer, pero Caballero estuvo en el lugar y momento adecuado para salvar a los celestes. Los urracas advertían de su potencial.

Los ataques del City se chocaron una y otra vez con el muro visitanteLos últimos diez minutos de la primera parte fueron un 'quiero y no puedo' continuo para el Manchester City. Los jugadores de Alan Pardew apretaron los puños y se dispusieron a dejarse la piel por el trabajo sucio. Ocasiones puntuales como un potente disparo lejano de Yaya Touré en el minuto 41 pusieron a prueba a Elliot, pero el guardameta irlandés respondió con nota a todos los tests.

La primera mitad fue una perfecta obra con introducción, nudo y desenlace. Y por tanto, tenía que seguir el esquema establecido. Así, tras minutos de asedio citizen, no faltó la correspondiente ocasión manifiesta de gol para el Newcastle. En el descuento, un centro raso desde la banda derecha de Janmaat alcanzó a Armstrong, y este, lanzándose al verde, sólo consiguió que el esférico rozase el palo.

El sonido agudo del silbato del árbitro indicó el final de la primera parte, y la sorpresa en el Etihad Stadium se mantenía. El vigente campeón de la Capital One Cup, el Manchester City, perdía en casa frente al Newcastle United.

La rebelión blanquinegra derroca al campeón

En el inicio de la segunda parte, Alan Pardew sacó músculo al campo. Renunció a su arma más peligrosa, Aarons, para dar entrada a Ameobi, que tuvo un muy buen rendimiento en la pasada jornada de liga frente al Tottenham Hotspur. El jugador nativo de Newcastle aportaría más físico en la presión sin renunciar al aspecto ofensivo.

Nada cambió en el partido. Pellegrini y Pardew pensaron que sus planteamientos de la primera mitad acabarían llevándoles a la victoria. El primero optó por la posesión y la búsqueda de espacios en estático, mientras que el segundo quiso echar el cerrojo y buscar los contraataques.

Dos líneas de presión de cuatro jugadores cada una se interponían entre Elliot y los jugadores del Manchester City. El partido se jugaba en el campo del Newcastle, pero a los magpies poco les importaba. Entrega en defensa y confianza en la suerte que a veces concede el fútbol mantenían firmes a los de blanco y negro. Esa actitud aumentaba por minutos el nerviosismo de los citizens, que no conseguían encontrar soluciones mientras el reloj les sonreía burlón. Pellegrini comenzó a quemar sus naves: en el minuto 59, sacó del campo a Yaya Touré y en su lugar entró el eléctrico Jesús Navas.

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Pellegrini y Pardew movieron fichas en forma de sustituciones desde el banquilloDe cara a la última media hora, Pardew movió las piezas del tablero de forma valiente. Sissoko, uno de sus jugadores clave, entró por Janmaat, y se encargaría de pugnar por el control de la mitad de la cancha. Rivière, por su parte, sustituyó a Armstrong, y sería el delantero que, luchando contra la soledad en un planteamiento defensivo, tratara de materializar cualquier ocasión que se le presentase. El Newcastle se encomendaba así a su guardia francesa.

El partido pasó por unos minutos de descontrol. Los visitantes desafiaron sin reparos a los campeones y tuvieron dos claras ocasiones seguidas de Obertan y Rivière. La primera fue muy protestada por los magpies, pues Kolarov pudo haber hecho penalti, evitando que el jugador del Newcastle se plantara solo ante Caballero.

En medio de la batalla, Pellegrini respondió al órdago de su rival en los banquillos poniendo sobre el tapete a su as en la manga. El Kun Agüero, el gran goleador del equipo, saltó al césped para ser el ejecutor del correoso e inexpugnable Newcastle.

Sissoko fue la chispa adecuada para que el fuego en Tyneside volviera a prenderPero tanto a Pellegrini como a todo el Manchester City se les olvidaba que el rival que tenían delante no era un equipo al uso. Era una escuadra herida en su orgullo tras un inicio de temporada nefasto. Los que habían entrado en el Etihad Stadium no eran urracas, eran aves fénix resucitadas de sus cenizas. Sissoko fue la llama, la chispa adecuada para que el fuego en Tyneside volviera a prender. En el minuto 75, el portento francés volvió a mostrar, una vez más, esa simbiosis entre potencia y clase que le caracteriza. Arrancó desde la izquierda imparable, tiró abajo la puerta de entrada del área citizen y, contrastando con el poderío exhibido, batió a Caballero con una sutil vaselina. La afición del Newcastle fue un estruendo colectivo en un estadio lleno de aficionados del Manchester City que veían cómo la cuesta empezaba a ser demasiado empinada para el campeón. El blanco y el negro habían desteñido el azul celeste.

A pesar del durísimo golpe encajado, los citizens quisieron levantarse con orgullo de la lona, y volvieron a la carga para asediar a los magpies. Sin embargo, la defensa de la portería del Newcastle comenzó a tener tintes milagrosos. En el 84, Dzeko recibió un pase de la muerte y, solo ante la portería con Elliot vencido, remató, pero se topó con el cuerpo de Taylor. El centrocampista de los urracas fue más que nunca el ladrillo más grande del muro. Un minuto después, Jesús Navas enviaba un potente disparo raso a línea de fondo tras pasar muy cerca del poste.

El fútbol había decidido hace tiempo su ganador del partido, y los minutos finales mostraron a dos equipos agotados por distintas razones. El City, emocionalmente devastado por haberse enfrentado a una fortaleza inexpugnable con artilleros que supieron hacerles daño irreparable. El Newcastle, físicamente exhausto tras haber eliminado de la competición al vigente campeón en una exhibición de esfuerzo, garra y fe.

Los cuartos de final esperan ahora a los magpies, que consiguen así su tercera victoria consecutiva entre liga y copa. El blanco y el negro de Tyneside ha vuelto para quedarse. El campeón de Inglaterra puede dar buena fe de ello.

Puntuaciones VAVEL

Manchester City (0) Newcastle United (2)
Caballero 7 Elliot 8
Sagna 6 Janmaat 64' 6
Demichelis 6 Coloccini 7
Mangala 6 Dummett 7
Kolarov 6 Haidara 6
Milner 6 Obertan 7
Fernandinho 5 Colback 6
Yaya Touré 59' 6 Taylor 7
Silva 9' 5 Armstrong 64' 6
Jovetic 6 Abeid 7
Dzeko 3 Aarons 45' 6
Suplentes
Nasri 9' 6 Ameobi 45' 6
Navas 59' 5 Sissoko 64' 8
- - Rivière 64' 6