El líder intratable del campeonato inglés vuelve a escena. Los londinenses solo se han dejado cuatro puntos en once jornadas de liga, siendo claros favorito a heredar el trono del Manchester City viendo los baches que están teniendo los otros candidatos. Todo victorias salvo dos empates a los que le faltaron minutos para ser victorias, tanto en el Etihad Stadium como en Old Trafford. Ya no cabe la posibilidad de no ver al Chelsea, con ocho puntos de ventaja sobre los cityzens y doce sobre el Arsenal, como campeón de invierno en pleno noviembre.

Primer tramo idílico

La igualdad de este tramo inicial entre equipos grandes y la clase media no ha sido impedimento para que los de Jose Mourinho sacaran tajada de su poderío absoluto en las dos áreas para imponerse hasta en nueve ocasiones, de forma más o menos holgada pero siempre con sobriedad. La misma sobriedad con la que Diego Costa ha caído de pie en las islas para haber anotado diez goles en nueve partidos estando entre algodones. O el regreso ansiado de Cesc Fabregas sumando asistencias a ritmo de goles (9). La vida pinta de color de rosa a orillas del Támesis, pero ya se ha reivindicado en varias ocasiones que no vale confiarse ante una situación tan privilegiada.

Basta con recordar la pasada temporada a estas alturas, cuando el Chelsea apuntaba alto en las primeras jornadas, dejándose puntos fuera de casa pero nunca como locales. Hasta que llegó el West Brom una tarde de noviembre. El equipo entonces dirigido por Steve Clarke estuvo a punto de ser el primer equipo que vencía en Stamford Bridge en liga en la "era Mourinho". No lo logró finalmente por un riguroso penalti sobre Ramires con el que finalmente se firmaron las tablas, pero el daño ya estaba hecho.

Volver a ser matagigantes

Aquel West Brom ya se estaba ganando un calificativo de "matagigantes", puesto que en un periodo de apenas un mes, fue capaz de ganarle al Manchester United a domicilio e igualar ante el Arsenal. Es entonces un equipo al que se le atragantan los rivales de su entidad, pero que es capaz de rendir al máximo nivel. Esta temporada consiguió su primera victoria en White Hart Line ante el Tottenham y empató ante el United un partido en el que se adelantó dos veces en el marcador.

Pese a todo, hay una nube de incertidumbre en torno al cuadro de Alan Irvine. La falta de regularidad y las dudas están patentes desde que empezó el campeonato, y es un equipo que aún persiste en la indefinición entre lo que es y lo que podría ser, principalmente en The Hawthorns, donde está dejando peores números que como visitante. Hasta ahora ocupa un lugar relativamente cómodo en la clasificación, con cuatro puntos por encima del descenso en la 13º posición, pero se echa en falta un paso adelante para asomar la cabeza por la primera mitad de la tabla, algo posible viendo el nivel de Saido Berahino, uno de los máximos artilleros del campeonato con siete tantos, y que está a las puertas de la selección absoluta inglesa.

Está siendo el conjunto de las West Midlands un hueso para los londinenses en los últimos compromisos que han disputado. Y eso que los blues sumaron doce victorias consecutivas en el cara a cara entre 1993 y 2011, pero desde entonces dos derrotas en The Hawthorns que provocaron la destitución de Roberto di Matteo y André Villas-Boas, además de ser de los únicos rivales a los que no fue capaz de ganar Mourinho el pasado año en ninguno de los dos partidos de liga.

Las consecuencias del parón internacional

En este parón en la competición doméstica de las últimas dos semanas con motivo de los encuentros de selecciones, Jose Mourinho ha conseguido que Diego Costa y Cesc Fábregas descansaran y no marcharan con la selección española para evitar la fatiga, con lo que los dos podrían estar a punto para este tramo de liga que se alargará hasta el comienzo de 2015 sin apenas pausa.

Para este encuentro no hay grandes ausencias por lesiones ni sanciones, pero sí que podría ser la oportunidad para que ambos técnicos introduzcan algunas variaciones en sus onces para asear el equipo y en busca de una posible mejora. Hay que recordar que la última derrota del Chelsea en liga fue la que le costó el récord de imbatibilidad a Jose Mourinho como local en abril contra el Sunderland.

Posibles alineaciones