Acabado el parón de selecciones, volvía la competición doméstica y el Britannia Stadium se preparaba para recibir a un Burnley que venía de cosechar su primera victoria de la temporada ante el Hull City.
El Stoke City, por su parte, llegaba a esta duodécima jornada después de haber conseguido una victoria de prestigio ni más ni menos que en White Hart Lane frente al Tottenham de Pochettino. Ambos bloques buscaban continuar con su buena racha.
Un inicio fulgurante
Los pupilos de Sean Dyche salieron en tromba. Espoleados por la inercia que les otorgó la primera victoria del curso y sin la presión de ser el único equipo que no había inaugurado su casillero de triunfos, los clarets pisaron el césped con la intención de sorprender a su rival.
Y vaya si lo hicieron. Por partida doble y apenas con un minuto de separación.
En el minuto 12, el Burnley se aprovechó de un fallo de Muniesa en la salida de balón, el cuero le llegó a Barnes en la banda izquierda y su centro, tras ser rechazado por Begović, lo empujó con facilidad Ings a las redes.
En el 13, los visitantes pillaron descolocado al Stoke, Kightly desbordó por la banda izquierda y puso un balón medido para que Danny Ings, de nuevo, sólo tuviera que poner el pie para impulsar el esférico al fondo de la meta del cancerbero bosnio.
Sin tiempo para reponerse del primer golpe, los chicos de Mark Hughes habían encajado un segundo y el partido se les ponía muy cuesta arriba.
Poco a poco lo empezaba a intentar el Stoke City. Su primera aproximación con cierto peligro salió de las botas de Bojan Krkić: un centro del ilerdense que Diouf no consigió rematar porque Shackell, muy contundente, llegó antes desbaratando la oportunidad del senegalés.
Parecía despertar el cuadro de Stoke-on-Trent, que empezaba cada vez más a rondar el área visitante. Les había costado desperezarse tras el doble mazazo tempranero pero, en este punto, estaban apretando y presionando a su rival.
Tanto lo estaba buscando el Stoke, tanto insistían los locales que, tras un rechace en un córner, llegó el gol. Bojan, con un genial centro medido, dibujó una parábola perfecta y encontró a Jonathan Walters que, con cabezazo contundente y en plancha, batió a un Heaton que no pudo hacer absolutamente nada pese a su esfuerzo. Corría el minuto 32, por lo que los Potters disponían de más de una hora de juego para nivelar la contienda.
Resistencia numantina de los de Dyche
Con tan sólo un gol de desventaja en el electrónico, el encuentro se transformó en un asedio local constante. Tanto en los 15 minutos que quedaban de la primera mitad (en los que Moses reclamó un penalti, inexistente, y a punto estuvo de igualar el choque hasta en dos ocasiones), como en todo el segundo tiempo.
En esas llegó el descanso, con una posesión favorable al Stoke City de 68% - 32%, con un marcador favorable al Burnley de 1-2.
Tras el asueto en los vestuarios, salió con ganas el cuadro local. Bojan ganó protagonismo entre líneas y comenzó a filtrar pases a las espaldas de los defensas. En uno de ellos, el ilerdense encontró a Mame Diouf en carrera, el senegalés falló en el primer control pero aún así fue capaz de reponerse y poner un centro que sólo la atenta reacción de la zaga local impidió que el cuero le llegase a un Walters que sólo hubiera tenido que empujarlo a las redes.
En pleno cerco local, llegaron malas noticias para Hughes. Su jugador estrella, Victor Moses, se había vuelto a lesionar y el preparador galés tuvo que sustituirlo por Marko Arnautović.
A pesar de este serio contratiempo el acoso potter no cesaba, casi siempre guiado por el faro de Bojan. El problema estaba siendo la falta de clarividencia en el último pase y la escasez de puntería cuando este llegaba. Así se demostró en el minuto 58 de encuentro. Tras una buena acción de Krkić, el balón llegó a la banda de Walters que, tras levantar la cabeza, cedió atrás para la llegada en segunda línea de Steven N’Zonzi. Por desgracia para las gradas del Britannia Stadium, el disparo del centrocampista francés se marchó desviado, muy desviado.
Hughes no lo veía claro y recurrió a un viejo conocido, Peter Crouch, en sustitución de Mame Biram Diouf. Era el minuto 60 y, poco más de 10 después, a punto estuvo de llenarse de razón el ex técnico del Manchester City cuando Crouch peinó un balón en el área que se fue rozando el poste izquierdo de la portería guarecida por Heaton. Sidwell no llegó por centímetros, el empate, tampoco.
Estadísticas engañosas
Restaban 12 minutos más el añadido y el míster local volvió a tirar de uno de los clásicos. En esta ocasión, el elegido fue Charlie Adam, especialista a balón parado, que entró sustituyendo a un laborioso Sidwell. A estas alturas de partido, la estadística referente a los córners mostraba un abrumador 12-0 favorable a los rojiblancos que, sin embargo, no estaban aprovechando como deberían. Quizá necesitaban un mejor lanzador, y ahí entraba el escocés. La posesión se repartía 70% - 30%.
La gran parte de las estadísticas favorecían al Stoke pero, al final, en el fútbol la única que cuenta es la de los goles a favor y en contra y, ahí, la efectividad claret estaba marcando la diferencia.
El reloj apuraba sus últimas vueltas, Charlie Adam lo intentaba con sendos disparos desde fuera del área. El primero, centrado, lo atrapó Heaton sin mayores dificultades en el 85. El segundo, en el 89, puso a prueba los reflejos del cancerbero del Burnley tras rebotar en Walters y estar a punto de besar las mallas visitantes. El ex guardameta del Bristol, muy atento, reaccionó a tiempo y desbarató el peligro una vez más.
Martin Atkinson decretó cinco minutos de descuento. Cinco minutos que sólo sirvieron a los locales para engordar sus estadísticas y para ver a Asmir Begović en su faceta más ofensiva subiendo a rematar dos córners. Uno de ellos lo remató, pero su cabezazo se marchó muy alto.
No había tiempo para más y el colegiado señaló el final en un encuentro que acabó 14-0 en córners y 72% - 28% en posesión favorables al Stoke City, pero 1-2 favorable al Burnley en goles que, al fin y al cabo, es lo que cuenta en esto del fútbol.
Puntuaciones VAVEL
Stoke City (1) | Burnley (2) | ||
Begovic | 5 | Heaton | 6 |
Bardsley | 6 | Trippier | 5 |
Shawcross | 5 | Duff (76') | 5 |
Cameron | 5 | Shackell | 6 |
Muniesa | 5 | Ward | 6 |
N'Zonzi | 5 | Jones | 5 |
Sidwell (78') | 6 | Boyd | 5 |
Walters | 7 | Marney | 6 |
Bojan | 7 | Kightly (60') | 6 |
Moses (55') | 6 | Barnes | 5 |
Diouf (60') | 5 | Ings (85') | 8 |
Substitutes | |||
Arnautovic (55') | 5 | Jutkiewicz (60') | 5 |
Crouch (60') | 5 | Keane (76') | 5 |
Adam (78') | 5 | Reid (85') | - |