Lo impensable se hizo realidad en el Etihad Stadium. Manchester acogió un duelo de altura entre un equipo que se jugaba la vida, el Manchester City, y otro que ya estaba clasificado, el Bayern de Múnich. Los 90 minutos sobre el verde se desarrollaron bajo un dominio total de la escuadra alemana, que dio una clase de valentía con un hombre menos y rozó la victoria, hasta que en el último suspiro apareció Agüero para aprovechar el azar de unos errores garrafales del Bayern para remontar un partido perdido y revivir a los citizens.

El fútbol premia al coraje alemán ante la adversidad

El arranque del partido fue una declaración de intenciones por parte del Manchester City. Con pocos segundos de juego y tras un despiste defensivo que solventaron bien, los citizens montaron un fugaz contraataque con una carrera de Navas, pero cuando el balón alcanzó el área en posesión de Nasri la defensa rechazó el remate del francés. Los celestes tenían prisas por su situación en la clasificación y actuaron en consecuencia.

El City apostó por el contraataque y el Bayern por la posesiónTras los primeros cinco minutos de partido, ambos estilos ya habían mostrado sus cartas. El City evidenció que su juego se basaría en los contraataques eléctricos y la presión defensiva, mientras que el Bayern optó por la posesión del esférico, la calma y la elaboración más lenta de la jugada desde el control. El planteamiento era arriesgado para los locales, y no tardaron los alemanes en avisar. En el octavo minuto, un pase en profundidad picado de Robben atravesó a toda la pasiva defensa citizen, dejando solo ante Hart a Rode. El portero inglés salió providencial a los pies del rival y evitó el primer gol del partido.

Tras esta ocasión, la balanza cayó del lado del equipo de Múnich. A los 11 minutos, la posesión era de 71 % a favor del Bayern, que tenía el control total del choque frente a un City que sólo sabía replegarse y rechazar las acometidas bávaras. El toque entre los jugadores rojiazules mantenía una tensión constante en el Etihad Stadium, que veía con desconfianza el dominio visitante. Sin embargo, los de Manchester veían la luz cuando conseguían salir de su campo con el cuero, siendo especialmente peligroso Navas en sus duelos con Bernat por la banda derecha del ataque inglés.

Sin esperarlo, el City se encontró ganando 1-0 y con un jugador másEn el minuto 19, el choque dio un giro de 180 grados. Primero fue un potente disparo de Robben que rechazó Clichy salvando a su equipo el que quitó la respiración del Etihad Stadium. Pero al contraataque, un pase en profundidad dejó solo a Agüero a la carrera frente a Neuer. Benatia, en un intento desesperado por detener al ariete argentino, se lanzó al piso, pero su poca precisión en la entrada y la inteligencia de Agüero para buscar el contacto provocó penalti a favor de los locales. Los problemas para el equipo de Guardiola no acabaron ahí: Benatia fue expulsado al ser el último hombre.

Agüero no decepcionó a los citizens y convirtió la pena máxima con un perfecto lanzamiento ajustado al palo izquierdo del marco defendido por Neuer. Sin esperarlo, el Manchester City se había encontrado con el escenario perfecto: 1-0 y con un jugador más.

Después de la apertura del marcador, Guardiola se vio obligado a protegerse y sacó del campo a Rode para dar entrada a Dante, que cubriría el espacio dejado por Benatia. Con un hombre menos, las tornas cambiaron radicalmente. El Bayern se empequeñeció y pasó la mayor parte del tiempo tocando en su campo, mientras la presión adelantada del City ahogaba la creación. Aun así, la escuadra germana se mantuvo valiente, sin perder su identidad y tratando de seguir con un planteamiento ofensivo a través de la posesión. A los celestes, por su parte, no les importaba esperar: sabían que las pérdidas de balón rivales generarían peligrosos contraataques que en superioridad numérica serían letales.

El posicionamiento sobre el césped era arriesgado para los locales y alentador para los visitantes. Y así, llegó en el minuto 39 el gol del empate. Mangala cometió falta en la frontal del área sobre Lewandowski tras una buena maniobra del artillero polaco. La oportunidad la aprovechó Alonso, que con un perfecto golpeo de balón raso al palo del portero logró que la barrera tapara la trayectoria del cuero. El Bayern consiguió su merecido premio.

En inferioridad numérica, el Bayern fue valiente y remontó en seis minutos haciéndose dueño y señor del partido"Se juega mejor con diez que con once", dijo en su día Helenio Herrera. La teoría del sabio argentino se plasmó a la perfección en los minutos finales de la primera mitad en Manchester. El batallón alemán controló todos los apartados del juego y se hizo dueño y señor del verde. El fútbol recompensó la valentía de los pupilos de Guardiola con un segundo gol en el minuto 45. Un centro desde la derecha de Boateng encontró en el área a un ratón de área como Lewandowski, que se hizo hueco entre los centrales como el mejor de los killers, y cabeceó con una mezcla de precisión y suerte para superar a Hart, mandando el esférico al fondo de las mallas. Y mientras, el Etihad era un cuadro lleno de caras de incredulidad.

Con el pitido del árbitro, el descanso cerró la demostración de valentía y coraje ante la adversidad del Bayern de Múnich en casa del Manchester City. La segunda parte se postulaba como 45 minutos de sufrimiento para unos locales que se lo jugaban todo con un conjunto inmutable enfrente.

Otro milagro de Agüero en el Etihad Stadium

El paso por vestuarios no hizo que el Bayern levantara el pie del acelerador. En apenas dos minutos tras la reanudación, el equipo alemán ya tuvo dos ocasiones en botas de Robben y Alonso. Su línea de presión seguía estando sorprendentemente adelantada y el cuero continuaba en su poder.

Este comienzo eléctrico despertó al City. El equipo de Pellegrini trató de aprovechar un punto flaco clave, los espacios en defensa de los visitantes. Con ese objetivo, en los siguientes cinco minutos generaron dos oportunidades con disparos de Navas y Milner que, si bien no igualaron el marcador, advirtieron de las peligrosas intenciones inglesas.

Tras un inicio con dos ocasiones para cada equipo, bajó la intensidadLa intensidad de ambos equipos hizo que el choque pasara más de diez minutos de relajación. El Bayern siguió moviendo y mareando la pelota mientras el City amenazaba con romper el dominio en contraataques fugaces. Pero la pausa del club alemán se trasladó al partido, dando lugar a una calma tensa en el Etihad Stadium. Los citizens intentaban desesperadamente generar oportunidades, pero la contienda se desarrolló en la medular, donde más cómodo se sentía el Bayern.

Pellegrini comenzó a quemar sus naves, y optó por hacer saltar al campo a Jovetic y Zabaleta sacando a Milner y Sagna. Un rematador y un centrador como posible solución para seguir vivo en la Champions League. Sin embargo, los momentos esperanzadores para los celestes llegaron con cuentagotas. Un potente chut de Lampard en el minuto 69 que despejó con una espectacular estirada Neuer fue la ocasión más clara en este tramo.

Las urgencias empezaron a agobiar al Manchester City, y en contraste con la relajación del Bayern propia de un equipo que dejó su clasificación para octavos cerrada hace tiempo, los locales monopolizaron las jugadas ofensivas. Aun así, la reacción apenas se tradujo en miedo para Neuer. Un tiro desviado de Kompany en el minuto 77 fue el mayor susto que se llevó el portero germano.

Nadie esperaba lo que pasó después en el Etihad Stadium. Entre las líneas de un guión que parecía tan hermético, todo lo establecido voló por los aires con dos acciones en las que el Bayern se suicidó e hizo soñar al impetuoso City.

Cuando nadie lo esperaba, dos errores garrafales del Bayern hicieron posible una remontada impensableEl primer giro de la trama apareció cuando ningún espectador lo esperaba. Con unos locales desesperados, en el minuto 85 Alonso cometió el error fatal de intentar un pase horizontal a mitad de campo con todo su equipo en el terreno rival. Jovetic interceptó el pase y dejó en un mano a mano a Agüero, que no perdonó con la pierna izquierda anotando un gol en el que el esférico besó el palo izquierdo de la portería.

Con el empate, la incredulidad de la afición de Manchester aumentó al pasar lo impensable. En el minuto 90, Boateng controló pero no despejó el esférico en la frontal del área del Bayern, y un hipermotivado Agüero apareció para terminar de asesinar a los alemanes. Quedó habilitado en un mano a mano con Neuer, y definió con la calidad del matador. Cinco minutos y el choque había pasado de un 1-2 con dominio germano a un 3-2 con locura británica.

El final del partido dejó paso al estruendo en Manchester. La grada, que se había visto con pie y medio fuera de la Champions League durante casi todo el encuentro, celebró el milagro con una gran ovación acompañada de cánticos a la altura. Los citizens lo habían logrado. En un partido donde el fútbol parecía tener decidido el ganador, el azar de los errores inesperados rescató de entre los muertos a los celestes para sentirse más vivos que nunca. El Bayern, ya clasificado, sucumbió a la voracidad de Agüero.

Manchester City (3) Bayern de Múnich (2)
Hart 6 Neuer 7
Sagna 68' 6 Rafinha 6
Kompany 6 Benatia 4
Mangala 6 Boateng 7
Clichy 6 Bernat 6
Fernando 6 Alonso 6
Navas 7 Hojbjerg 7
Lampard 5 Rode 25' 5
Nasri 4 Robben 6
Milner 66' 6 Lewandowski 84' 8
Agüero 94' 9 Ribéry 81' 7
Suplentes
Jovetic 66' 6 Dante 25' 6
Zabaleta 68' 5 Schweinsteiger 81' 5
Demichelis 94' - Shaqiri 84' 5