Horario Premier en su máximo esplendor. Domingo a las 13:30 en Manchester para recibir uno de los partidos más bellos del fútbol inglés. El que dominó sin piedad el fútbol inglés hasta los años 90 llegaba a la ciudad vecina con la esperanza de resurgir de nuevo tras una racha pésima ante un Manchester United al alza, viviendo así un momento dulce en una temporada que no empezó brillando lo más mínimo.

El Manchester decidió partir para la ocasión con un extraño esquema en el que Carrick haría de tercer central, con Valencia y Young de carrileros, mientras que Rooney y Fellaini tendrían que gobernar el centro del campo, dejando a Mata las labores de creación para que finalizase el holandés Van Persie y la sorpresa del XI, el canterano Wilson. Por su parte el Liverpool también decidió sorprender con su esquema usando por primera vez en la temporada un 3-4-3 con la esperanza de dominar y ganar. Jones saldría en lugar de Mignolet en la portería, con Glen Johnson de central, acompañado por Skrtel y Lovren. Henderson y Alberto Moreno serán los carrileros, con Gerrard y Allen en el centro del campo, dejando espacio a Lallana y Coutinho, que escoltaban así a Sterling, que tendría que actuar de delantero improvisado.

Dominio y fracaso, todo en 12 minutos

Doce minutos tardaría el partido en venirse abajo. El Manchester comenzaba con el balón en la primera parte pasando apuros gracias a la presión visitante, que apretaba las tuercas a los centrales de Van Gaal viéndose forzados a arriesgar en exceso con la salida de la pelota, sin embargo conseguían salvar la papeleta como podían. Sin embargo Joe Allen decidió que era su momento estelar para mostrar ante todos los focos sus cualidades como defensor, así que Valencia decidió encararle desde la banda con un caño que el galés dejó pasar con la mirada para no perseguir al carrilero local, dejándole así la libertad para encontrar a Rooney y que este, engañando a Brad Jones, que optó por tirarse antes de disparar el centrocampista dejándole así el hueco perfecto en la portería para anotar el primer gol de la tarde, el cuarto de Wayne Rooney en los últimos cinco enfrentamientos ante el Liverpool.

Con este error se venía abajo la ofensiva del Liverpool, y es que instantes antes de marcar el Manchester, Sterling se encontró en un uno contra uno con el mejor De Gea que ha recordado el mundo del fútbol. Por su parte el Manchester, sin permitirse ningún lujo futbolístico, empezó a sentirse más fuerte ante un equipo voluntarioso pero incapaz de defender una jugada sin provocar el caos. Continuando con las malas noticias, llegados al minuto 26, Glen Johnson avisó al banquillo de que algo no iba bien, así que Rodgers sacó a Kolo Touré para ocupar la posición de tercer central

Mata cumple con el favor del juez de línea

Así llegó el segundo tanto en el minuto 40 de la primera parte. Un balón lateral que peinó Van Persie acabó con Juan Mata fusilando la portería visitante. La posición del español era de claro fuera de juego, pero por alguna razón que ningún aficionado visitante podrá entender, el línea cerró los ojos y corrió la banda para colocarse en el centro del campo. Con la segunda llegada peligrosa del Manchester, el marcador registraba un 2-0 que daba por cerrado un partido en el que David De Gea seguía ofreciendo un máster de cómo ser un gran portero, al que seguramente deberían asistir los metas del Liverpool.

Pasaron los quince minutos de descanso y Brendan Rodgers volvió a sacar su pizarra para sacar del campo a un Lallana que poco o nada aportó a su equipo para introducir al nueve de referencia, el recién llegado de una lesión Mario Balotelli. Mientras tanto el Manchester salió con la tranquilidad absoluta de saber que su rival se encontraba ante un muro en su portería que evitaba cualquier opción de marcar para ellos, especialmente para Sterling que se desesperaba ante la colocación de De Gea, que se encontraba siempre en el lugar preciso.

Intrascendencia y David De Gea

Y los minutos decidierón pasar sin pena ni gloria. El Liverpool no llevaba excesivo peligro y el Manchester nada hacía por evitarlo, Mario Balotelli se encontró con David De Gea con un gran disparo que el meta sacó contra el larguero y que generó en el italiano las palabras "hijo de..." que todo el mundo que contemplase el partido por televisión pudo disfrutar. Mientras tanto Van Persie afilaba su cuchillo para cortar la portería visitante, sin saber que para ello le ayudarían sus rivales. Corría el minuto 70 de juego cuando Kolo Touré se vistió de Diego Armando Maradona para cabalgar por la banda con locura llevando la pelota hasta el área local, sin embargo se encontró con un defensor que le robó la pelota. Una jugada un tanto caótica que acabó despejando de manera fantástica para sus rivales a los pies de Juan Mata, que se la regaló al punta holandés para que marcase así su gol y cerrase un partido poco vistoso para cualquier aficionado al fútbol.

Finalmente Mario Balotelli, en dos ocasiones, se encontraría de nuevo con David De Gea, que le hizo perder los nervios. El árbitro señaló el final del partido con el que el Manchester United se coloca tercero con 31 puntos, a ocho puntos del conjunto de Mourinho, lider de la Premier. Por su parte el ya muy cuestionado Brendan Rodgers y los suyos se asientan en el décimo lugar de la tabla, pese a aspirar esta temporada a pelear por el título de la competición.

Manchester United (3) Liverpool (0)
De Gea 9 Jones 5
Jones (89') 6 Johnson (26') 5
Carrick 6 Skrtel 4
Evans 6 Lovren 2
Valencia 7 Henderson 6
Fellaini 6 Gerrard 4
Rooney (78') 8 Allen 4
Young 6 Moreno (68') 5
Mata 8 Coutinho 6
Wilson (71') 5 Lallana (46') 4
Van Persie 8 Sterling 6
Suplentes
Herrera (71') 6 Touré (26') 5
Falcao (78') 5 Balotelli (46') 3
McNair (89') - Markovic (68') 5