Objetivos distintos pero mismos intereses. Buen título para un libro que, en realidad, trata sobre fútbol. El Burnley es uno de los protagonistas, quizá más a la sombra que su competidor, el Tottenham, porque, como ya se sabe, quien asalta Europa siempre entiende más que quien, poco ambicioso, se conforma con seguir en las guarniciones de la élite inglesa.

White Hart Lane presta su césped para ver combatir a dos grandes, que siempre fueron grandes, pero con uno de ellos empequeñecido en tiempos contemporáneos. Dos filosofías muy distintas sobre el terreno de juego. Una, la de explosión, se mide contra otra, la de progresión. Chadli, Lennon, Soldado o Bentaleb, jugadores que tiran del carro del equipo gracias a su talento innato se enfrentan este sábado a un equipo sin más talentos que Danny Ings, se verán las caras con un equipo al que hay que darle tiempo de maceración para que su dulce explosione en las bocas de todo el asiduo al balompié de las islas.

Últimos enfrentamientos

El sábado, capitalinos y humildes obreros del este, se volverán a encontrar después de cuatro años sin hacerse una visita. La última cita tuvo lugar en Burnley, con resultado favorable para los locales, por un contundente 4-2. Las plantillas de ambos conjuntos han cambiando por completo, de hecho, la de Dyche no tiene ningún mismo integrante de la que, por aquel entonces, entrenaba Brian Laws. Bale y Modric pusieron la avanzadilla en el luminoso.

Burnley - Tottenham, Turf Moor, 2010. (Fuente: vietbao.vn).

Equipo de galones, con dos jóvenes estrellas que, sin saberlo, terminarían por acabar en el Santiago Bernabéu. Elliott, Cork, Patterson y Thompson, contrarrestaron la pegada spur con esos cuatro goles que otorgaban la victoria a un Burnley que no duraría mucho entre los mejores de Inglaterra y se vengaba de 'la manita' que los de Redknapp les endosaron en la primera vuelta. Cuatro chicharros de Robbie Keane y uno de Jenas fueron la dinamita perfecta para deponer a Owen Coyle del banquillo claret después de tres temporadas sentado en él.

Las confrontaciones anteriores se remontan a partidos de Capital One, con victoria del Tottenham en la ida de 2009 por 4-1 y derrota de los mismos en la vuelta por 3-2. En 2004, naufragando en la mediocridad de la Championship con jugadores como Gary Cahill, los de (por aquellos tiempos), Steve Cotterill encajaron en Turf Moor tres tantos, uno obra de Defoe y los otros dos del archiconocido Robbie Keane.

Y si ya en la memoria cabe; en la 2002/2003, el Burnley y el Tottenham se enfrentaron en un partido hecho para los románticos de hoy, porque en las filas de los oriundos de Haringey, jugaba un joven Dean Marney, mediocampista actual del Burnley, y, precisamente, el solitario gol que no evitó la derrota de los de Glen Hoddle, fue del ahora entrenador del Sunderland, el uruguayo Gus Poyet.

Hombres a seguir

Por parte del Burnley, claro está quien es la estrella cuya luz deslumbra al resto: Ings. Tras la lesión que le impidió disputar los primeros partidos de liga, se ha hinchado a hacer dianas, convirtiéndose en el referente hacedor de su equipo, con cuatro unidades en su zurrón. Su carisma, entrega y brega constante le han valido un puesto fijo en el once inicial después de algunas dudas con su acompañante en punta de lanza, Jutkiewicz o Barnes. Parece ser que, finalmente, The Ginger Mourinho, se ha decantado por el segundo; un jugador discreto, que sin alterar mucho a la zaga rival, está consiguiendo goles importantes para el equipo. En el centro del campo resuella con fuerza Arfield, un habitual combatiente de las filas cárdenas. Su velocidad por banda, versatilidad, gran potencia de disparo y la gran conexión que hay con su lateral derecho, Trippier, hacen de la banda diestra un canal recurrente para la ejecución de tareas ofensivas.

Ings, a la derecha y Arfield, a su izquierda. (Fuente: Burnley).

En el caso del Tottenham, Chadli y Eriksen son los hombres que llevan el mayor de los peligros. El extremo izquierdo lleva seis goles en 13 encuentros y aunque no se trata de un jugador que galopa incansable por la línea de cal, su técnica ha sido suficiente aval para conseguir un puesto en la alineación de Pochettino. Con la selección belga apenas tiene oportunidades, dado que Hazard eclipsa cualquier irrupción del jugador con ascendencia magrebí. Eriksen, por su parte, se desenvuelve como medio centro creador y en algunos casos, amén a su calidad y buen juego de pies, puede ocupar la parcela de interior diestro. Una visión de juego magnífica, una técnica exquisita, aderezada con goles y juventud, son las chispas perfectas para crear un buen fuego al que ya ha echado ojo el Real Madrid. Quilates para los tres cuartos de cancha del Tottenham.

Análisis del último tramo de liga

Los locales vuelven a ganar en este aspecto. Obviando los resultados de Copa de la Liga (victoria 4-0 - Newcastle) y de Europa League (derrota 1-0 - Besiktas y victoria 1-0 - Partizán de Belgrado), los londinenses han sabido como dosificar esfuerzos en todas las competiciones. En Premier es cierto que podían haber dado más de sí en los últimos encuentros, aunque el bajón es entendible dada la carga de partidos europeos que han tenido en las últimas semanas. Aún así, los números del Tottenham son envidiables, 10 puntos de 15 posibles, únicamente subrayando un tropiezo inesperado contra el Crystal Palace de Neil Warnock, enfrentamiento que se daba por ganado y que no pasó del somero empate a nada.

El otro resbalón fue contra el Chelsea (3-0), pasable por la entidad del contendiente, pero cuestionable por lo abultado de la derrota. Dos goles tempraneros, firma de Hazard y Drogba, anularon a los visitantes, que tan solo esperaron atentos al tercero, en los estertores del encuentro, obra de Rémy. Hull City (1-2), Everton (2-1) y la semana pasada el Swansea (1-2), fueron los chivos expiatorios del poderío atacante spur y de la gran habilidad de los hombres del ex entrenador de Espanyol y Southampton.

Chelsea 3-0 Tottenham (Fuente: Getty Images).

Por su parte, el Burnley ha logrado ocho puntos de 15 posibles; y pudieron ser más. Hace cinco jornadas, Ings ganaba al Stoke. Sí, Ings, porque fue el de Hampshire quien dio un auténtico recital atacante. Sentenció el partido nada más éste empezara, con dos goles separados por un lapso de unos segundos. Walters maquilló el resultado ya al final, en un partido controlado por los vestidos con camisola violácea.

Frente a The Villans la cosa no pudo pasar del empate en un encuentro tedioso que despertó a falta de siete minutos para la conclusión. Ings, otra vez, daba el punto de cortesía desde el fatídico punto de los once metros. El árbitro alargó la contienda y en el descuento, los locales, pudieron haberse puesto por delante en más de una ocasión y anular así el gol marcado por un veterano en estas artes inglesas, Joe Cole. El siguiente, también terminó con reparto de puntos, con la suerte sonriendo de continuo al Burnley. El partido de los de Dyche fue estrepitoso y aunque se pusieron por delante gracias a un disparo lejano de Boyd, los de Pardew tuvieron el látigo para azuzar a un caballo que estuvo muy dócil durante toda la tarde.

Heaton paró un penalti al Southapmton. (Fuente: Burnley).

Contra el QPR sería Austin, criado entre los flacos senos de Burnley, el verdugo de un ex equipo sin muchas luces. Primero él y después Fer terminaron con cualquier esperanza claret. Falta de ideas, pérdidas absurdas y balones largos sin receptor (porque Ings es bueno, pero no omnipotente), fueron la tónica dominante durante los 90 minutos por parte de los visitantes, en un duelo de recién ascendidos que tuvo un claro color blanquiazul. En la última jornada, Barnes y Heaton se aliaron para sobrellevar la espesura del genio local.

El guardameta se lució parando una pena máxima y Barnes, después de faltar a su cita con el gol durante unos cuantos partidos y ver las barbas de Jutkiewicz asomar por el retrovisor, volvió a mojar y de la mejor forma posible, dando los tres puntos a su equipo, auspiciado por un portero magnífico, habitualmente afeado por su defensa. Apeados de Turf Moor los saints, que continuan con su particular caída en picado, toca conquistar un feudo rocoso, White Hart Lane.

Posibles alineaciones Tonttenham - Burnley