En la fría noche del lunes, en el gélido y ventoso Stoke-on-Trent, el líder de la Premier League rendía visita a un siempre combativo Stoke City. Los de Mourinho llegaban al choque que cerraba la decimoséptima jornada de la competición doméstica con la imperiosa necesidad de ganar tras la victoria de sus perseguidores, el Manchester City, el pasado sábado. Ni el rival ni el escenario –un bullicioso y entregado Britannia Stadium– iban a ponerles las cosas fáciles a los de Stamford Bridge.

Un inicio fulgurante

Los blues quizá pudieron pensar que la noche iba a ser un coser y cantar cuando, sin haberse cumplido el minuto 2, John Terry ganó la partida en el juego aéreo a Cameron y a Shawcross en un córner botado por Cesc y cabeceó picado para adelantar a los suyos. Pero nada más lejos de la realidad. Si hay algo que caracteriza a los rojiblancos desde los tiempos de Tony Pulis es que nunca dan nada por perdido y que siempre van a plantar batalla y a plantear un partido intenso durante los 90 minutos.

Los pupilos de Mark Hughes no se iban a dejar intimidar y pelearon por cada balón con arrojo. Incluso a veces con demasiado ímpetu. Sobre todo un Phil Bardsley que se jugó la cartulina roja tras una entrada a destiempo que hizo que el belga Eden Hazard cayera de bruces contra el suelo. Por suerte para el lateral derecho, el colegiado consideró que la dura acción del escocés sólo era merecedora de tarjeta amarilla.

El choque transcurría entre los intentos del Chelsea de anestesiarlo mediante posesiones largas, evitando un encuentro con ritmo que beneficiase a los locales, y la brega de un Stoke City que no renunciaba a nada y al que tampoco le quemaba el balón en los pies. N’Zonzi, con un disparo desde la frontal que rebotó en Terry a punto estuvo de poner las tablas en el electrónico pero Courtois, impecable durante toda la velada, tiró de reflejos y metió la manopla abajo para desviarlo a saque de esquina.

Rondando la media hora, Matic, imperial en el mediocentro, arrebató con una entrada perfecta el balón a Cameron para dejárselo a Cesc Fàbregas y el de Arenys, dibujando un pase con maestría, dejó a Diego Costa solo delante de Asmir Begovic. En una situación de esas en las que el delantero de Lagarto no suele fallar, el esférico se marchó muy cerquita del palo de la portería defendida por el internacional bosnio. Ya en el descuento de la primera mitad, el capitán local, Ryan Shawcross, se impuso al delantero de la selección española y le rebañó el cuero cuando trataba de encarar nuevamente al guardameta local.

Cuerpo a cuerpo

Tras el paso por los vestuarios, las rencillas individuales propias de un partido como este se seguían sucediendo en la ventosa noche del condado de Staffordshire. Matic con N’Zonzi, Costa con Shawcross, Pieters con Costa, Crouch con Courtois… Los jugadores de ambos conjuntos le estaban dando bastante trabajo a un Neil Swarbrick que trataba de poner paz entre tanta escaramuza.

El Stoke había salido decidido a por el empate tras el descanso y, de hecho, llegó a disponer de porcentajes de hasta el 70% de posesión en la segunda mitad. Por su parte, el Chelsea amenazaba a su rival por medio de un activo Eden Hazard que le dio la noche a un Phil Bardsley que se veía desbordado ante la rapidez de piernas del belga.

Mark Hughes, que ya había sustituido a Crouch por Diouf, seguía sin verlo claro y dio un paso más al cambiar a Cameron por Charlie Adam en el minuto 67. El centrocampista escocés no tardó ni cinco minutos en darle la razón a su técnico y, tras un gran zurdazo desde la frontal, a punto estuvo de batir a Thibaut Courtois. El golpeo de tres dedos del ex del Blackpool dibujó una trayectoria de dentro a fuera que acabó con el esférico alejándose por centímetros de la meta defendida por el ex del Atlético de Madrid.

Fàbregas sentencia

Los potters habían crecido a lomos de un Bojan Krkic que aparecía por todas las zonas del terreno de juego: bajaba a recibir a la altura de los mediocentros, aparecía entre líneas, caía a la banda izquierda, se escoraba a la derecha y, por si fuera poco, era el encargado de botar prácticamente todas las acciones a balón parado de los suyos. Todo ello, unido a la inyección de moral y coraje que supuso la entrada de Charlie Adam, se tradujo en los mejores minutos de los de Mark Hughes.

Pero, así es el fútbol, cuando más apretaban los locales llegó el tanto de la sentencia. Eden Hazard encontró a Cesc dentro del área y el ex del Arsenal, con un control orientado magnífico, y, eso sí, con un disparo mordido, hizo subir el segundo tanto al casillero de los visitantes.

Restaban apenas 15 minutos más el descuento y el Stoke, fiel a sus principios, no dejó de pelear. Pudo haber cambios en el marcador, Diego Costa falló un mano a mano contra Begovic y Courtois reaccionó de manera perfecta a un zurdazo de Assaidi, pero el luminoso no volvería a moverse.

En una demostración del carácter y la fe de su equipo –y de él mismo– Bojan lo siguió intentando hasta el último minuto de juego (el 96) pero su fuerte latigazo desde fuera del área no encontró portería de milagro.

De esta manera, el conjunto dirigido por José Mourinho afrontará el Boxing Day (contra el West Ham en Stamford Bridge) con tres puntos de ventaja sobre su máximo rival, el Manchester City. Por su parte, los potters visitarán Goodison Park y tratarán de quitarse el mal sabor de boca que, a pesar de su actuación, les habrá dejado este encuentro.

Puntuaciones VAVEL

Stoke City (0) Chelsea (2)

Begovic 6 Courtois 7
Bardsley 4 Ivanovic 6
Shawcross 7 Cahill 5
Muniesa 5 Terry 7
Pieters 5 Azpilicueta 6
Cameron (68') 5 Obi Mikel 5
N'Zonzi 6 Matic 7
Walters 6 Willian (80') 5
Bojan 7 Fàbregas 8
Arnautovic (82') 5 Hazard (93') 7
Crouch (63') 5 Diego Costa (85') 6
Sustitutos
Diouf (63') 5 Schürrle (80') 5
Adam (68') 6 Drogba (85') -
Assaidi (82') 5 Zouma (93') -