A última hora de la noche del lunes, el West Bromwich Albion hizo oficial el despido de Alan Irvine como entrenador de la primera plantilla debido a los malos resultados. El director deportivo de la entidad, Terry Burton, explicó que la rotura del contrato de Irvine se hace "con profundo lamento, pero con mucha necesidad", ya que "es necesario empezar a cambiar la dinámica perdedora antes de vernos involucrados en los puestos de peligro".

El Albion ha ganado sólo uno y perdido siete de sus diez últimos partidos en la Premier League, consiguiendo la victoria únicamente en cuatro ocasiones a lo largo de toda la primera vuelta de la competición. Ello les coloca actualmente en decimosexta posición de la tabla clasificatoria, tan sólo un punto por encima del descenso. Pese a la mala trayectoria, Burton no pone en duda la calidad de Irvine como entrenador: "En verano contratamos a Alan como entrenador convencidos de que es uno de los mejores en el Reino Unido. A pesar de lo ocurrido estos meses, no cambiamos esa opinión. La gran progresión de jugadores como Craig Dawson y Saido Berahino son prueba de ello, pero tristemente no se ha reflejado en los resultados".

Añadió: "Asegurar una sexta temporada consecutiva en la máxima categoría es nuestro objetivo principal, y a veces hay que tomar decisiones difíciles para lograrlo. Alan ha impresionado a todos con su dedicación y diligencia, pero él sabe que simplemente los resultados no han sido buenos. Le agradecemos sus esfuerzos y le deseamos lo mejor para el futuro".

El club ha confirmado, del mismo modo, que el técnico asistente Rob Kelly, con la ayuda de Keith Downing, será quien se ocupe de dirigir al equipo en el partido del día de Año Nuevo ante el West Ham. Asimismo, ha declarado esperar poder anunciar el nombre del nuevo técnico este próximo fin de semana.