Se avecinan tiempos difíciles en Burnley. Los clarets tienen por delante dos meses en los que se enfrentarán consecutivamente a siete de los nueve primeros clasificados en las próximas ocho jornadas. Este inconveniente les pilla en un mal momento, siendo penúltimos en la clasificación con sólo trece jornadas por delante para salvarse. Han ganado únicamente cuatro de los 25 partidos disputados en competición doméstica este año, marcando un promedio de un gol por encuentro.

La primera parada en la empinada escalada de esta montaña la realizarán este mismo fin de semana en Stamford Bridge, cuando deban rendir visita al actual líder de la competición, el Chelsea. Acabarán el mes recibiendo en casa a un mermado Swansea, en lo que se supone que será el encuentro relativamente más asequible en el ya mencionado período. Sin descanso, en jornada intersemanal, viajarán a la ciudad de The Beatles para intentar sacar algo positivo del mítico Anfield ante un Liverpool que se encuentra en su mejor momento de la temporada. Posteriormente, dispondrán de diez días -porque ya fueron eliminados de la FA Cup y no tienen que jugar la siguiente ronda- para preparar la recepción en Turf Moor del vigente campeón de la competición y segundo clasificado, el Manchester City

Una semana después, los de Sean Dyche jugarán ante otro equipo de la parte alta, el Southampton, en St Mary's. Harán de anfitriones en la jornada siguiente ante el siempre complicado Tottenham, jugando nuevamente delante de sus aficionados siete días más tarde, en la visita del Arsenal de Arsène Wenger. Este particular Tourmalet finalizará el tercer fin de semana de abril en Merseyside, cuando visiten al equipo azul de la ciudad, el Everton. Son dos meses tremendamente complicados para el equipo de Lancashire, que podrían verse metidos de lleno en el descenso si son incapaces de salir indemnes de estos sesenta días. Deberán, como mínimo, sacar una victoria y tres empates, lo que parece una tarea muy complicada dada la diferencia de calidad entre su plantilla y la del resto de equipos mencionados.

No obstante, estos dos meses llenos de obstáculos tienen una parte positiva: el Burnley no tendrá que enfrentarse a rivales tan duros en el último mes de competición, mientras que otros equipos que también luchan por eludir el descenso a la Championship sí tendrán que verse las caras con ellos. Si los clarets son capaces de salir con vida de estos dos meses de cuesta empinada, tendrán cinco jornadas por delante para sumar puntos ante equipos con su mismo objetivo, además del West Ham, que ya está más que salvado y que tiene muy difícil conseguir plaza europea, por lo que es muy posible que no se esté jugando nada.

Pese a esta etapa tan dura que le espera a sus futbolistas, Dyche tiene claro que son capaces de batir a cualquiera: "Nadie daba un duro por nosotros cuando fuimos al Etihad hace unas semanas y sacamos un punto tras ir 2-0 abajo. En Old Trafford también jugamos bien y merecimos más que nuestro rival. Hemos sacado puntos en campos complicados, y hemos plantado cara a prácticamente todos los rivales a los que nos hemos enfrentado. Confío plenamente en mis jugadores, no vamos a bajar los brazos, vamos a darlo todo para conseguir nuestro objetivo de la salvación".