"El que perdona, lo paga". Este dicho popular estará toda la semana en la mente de jugadores, aficionados y cuerpo técnico del Hull City. Un gran partido del conjunto de Steve Bruce se vio emborronado por una delicia de Patrick Van Aanholt que terminó rematando Jack Rodwell. Los de Poyet vuelven a casa más contentos que una perdiz mientras los tigers, tras fallar múltiples ocasiones de gol, ven como se les han escapado tres puntos de oro.

El Sunderland, el rey del empate, sumó uno más a su colección ante el Hull City en un partido donde realizó su primer chut a portería en el minuto 63 y el cual no entrañó peligro alguno para el guardameta McGregor, que no tuvo que aparecer hasta ese momento. El Hull City dispuso del control y de las ocasiones pero no las materializó.

El Hull, el rey felino

De felinos iba la cosa. Tigres y gatos negros se asentaron en el césped y empezaron el choque. Las garras de los locales impidieron en todo momento que los black cats sacaran sus uñas, esto supuso un primer dominio tiger que a los catorce minutos de juego se vio recompensado con un gol. Wes Brown llegó tarde a un balón y golpeó duramente a Elmohamady en el pico izquierdo del área, Mike Dean le amonestó y señaló falta. Tom Huddlestone sería el encargado de lanzar dicha falta, el inglés intentó un chut raso y potente que cayó en las botas de Dame N'Doye. El último fichaje del Hull tocó sutilmente el esférico con el tacón para introducir el balón en la portería y hacer el primero.

Dame N'Doye celebra el 1-0. Foto: Premier League.

El partido pintaba bien para el Hull City. Únicamente una intentona sin suerte de Jermaine Defoe desde fuera del área intimidó al Hull City en la primera mitad. Los de Steve Bruce, bien posicionados en su habitual 1-3-5-2, cortaban toda intrusión rival en su campo con mucha contundencia y a su vez lograban rebasar a los laterales Vergini y Réveillère con gran facilidad. El carrilero escocés del Hull superó cuantas veces quiso al argentino Vergini, que se marcó uno de sus peores partidos hasta la fecha.

Livermore, Elmohamady, Robertson, Jelavić y N'Doye eran los principales protagonistas de las jugadas de ataque en la primera parte. El primero de ellos tuvo a lo largo del partido varias ocasiones pero sus golpeos, algo deficientes, impidieron que el Hull aumentase su ventaja. Jelavić tampoco estuvo muy acertado y N'Doye se topó en varias ocasiones con Pantilimon.

La primera parte, de principio a fin, mostró a un Hull City fuerte, con ganas y con la capacidad suficiente para crear buenas ocasiones de gol. Por el otro lado, se pudo ver a un Sunderland deshecho, sin ideas y con un entrenador que terminó por perder los nervios. Gustavo Poyet fue expulsado por el árbitro a los 36 minutos de juego, antes de marcharse, el técnico de los black cats se acercó a Steve Bruce y le dijo algo que le enfureció. El técnico local apunto estuvo de perder los papeles pero por suerte todo quedó en nada.

En su intento por mejorar la actuación de su equipo, en la segunda parte Poyet dio órdenes de dar entrada a Ricky Álvarez primero y a Patrick van Aanholt y Connor Wickham después. Los sustituidos: un amonestado Cattermole, un extiger desaparecido como Danny Graham y el horrible Vergini. Los tres cambios acertadísimos. Con estos tres jugadores sobre el césped el 4-4-2 del Sunderland empezó a verse claramente y a crear juego.

Sin embargo, el Hull seguía llevando la batuta del partido. Impedía que el Sunderland pasase de 3/4 de campo (algo que con el tiempo fue salvando el equipo visitante) y al contraataque creaba ocasiones de peligro de la mano de N'Doye y Livermore. El senegalés tuvo acierto en el gol pero a partir de ahí su puntería fue decayendo, fallando ocasiones claras en contraataques que él mismo empezaba. El esfuerzo y la suerte no van siempre de la mano.

Conforme el Sunderland dejaba huecos a las espaldas de los laterales que Elmohamady y Robertson aprovechaban a la perfección, el Hull City se iba confiando. El fallar ocasiones no parecía molestar con el 1-0 a favor y un rival que apenas había llegado a portería. Pero poco a poco el Sunderland, ya con sus tres hombres de refresco en el campo, empezó a comerle terreno a los tigres.

En el 76' llegó el injusto empate

En el minuto 76, Patrick van Aanholt recibió de Ricky Álvarez tras una buena carrera diagonal del latino. El lateral se internó en el área a gran velocidad y puso un centro que, gracias al efecto, superó a McGregor y bajó lo suficiente para entrar a portería pero para asegurar el gol Jack Rodwell saltó para empujar el balón al fondo de la red. A menos de quince minutos para el final, llegaba un injusto empate.

A los dos minutos, N'Doye tuvo el partido en su cabeza. Elmohamady centró de nuevo desde la derecha y el senegalés saltó en área pequeña buscando el 2-1 pero solo encontró al portero rumano del Sunderland, que envió el balón a córner y celebró su parada como si de un título se tratase. El partido terminó en tablas, con sabor amargo para los locales y de victoria para los visitantes.

Hull City (1)

Sunderland (1)
McGregor 5 Pantilimon 6
Dawson 6 Vergini 2
Alex Bruce 6 John O'Shea 5
McShane 7 Wes Brown 5
Elmohamady 7 Réveillère 3
Livermore 5 Larsson 6
Huddlestone 5 Liam Bridcutt 6
Meyler 5 Cattermole (61') 5
Robertson 7 Jack Rodwell 7
N'Doye 8 Defoe (75') 6
Jelavić (72') 5 Danny Graham (74') 4
Suplentes
Abel Hernández (72') 5 Ricky Álvarez (61') 7
- - Wickham (72') 6
- - Van Aanholt (72') 8