Londres acogió un duelo de vecinos que acabó siendo un gran partido de fútbol en la tarde del sábado 7 de marzo. Queens Park Rangers y Tottenham Hotspur disputaron un duelo en el que hubo alternativas, opciones para los dos equipos y mucho juego ofensivo, pero que decantó la inspiración de Harry Kane, dotado del don del gol desde que empezó la temporada. El 1-2 final es el reflejo de un choque de argumentos futbolísticos que pudo haber ganado cualquiera de los dos, pero que premió a quien tuvo la posesión y cometió menos errores.

Dominio estéril frente a destellos amenazantes

El sol brillante sobre Londres fue toda una inspiración para el QPR. Apenas segundos después del pitido inicial, Austin disparó de espaldas a portería y se topó con la defensa, y en el rechace Zamora estrelló un testarazo bombeado contra la madera. El intento de sorprender al rival ideado por los blanquiazules rozó el éxito.

El ímpetu ofensivo inicial de los hoops concluyó, y dio paso a sus rivales. Tras el aviso inicial, el Tottenham tomó las riendas y dominó el balón. Gracias a su mayor criterio con el esférico en los pies, los spurs dispusieron de su primera ocasión clara a los cinco minutos de partido: un centro desde la derecha de Walker encontró a Kane en el área para cabecear a bocajarro, pero un Green providencial despejó el peligro en una demostración de reflejos.

Dominio para los visitantes, contraataques para los locales. Esas fueron las consignas de Pochettino y Ramsey respectivamente con el objetivo de ponerse por delante en el marcador. Lo que se vio en el verde tras el primer cuarto de hora respondió al guión escrito: el Tottenham tuvo el 75 % de posesión, con una mayor capacidad para el toque gracias a un centro del campo regido por las ideas de Mason, Eriksen, Bentaleb y Townsend.

El Tottenham controló la posesión, pero su juego plano no generó el peligro que sí consiguió el QPR gracias a su tridente atacanteA pesar del control sobre el juego, los spurs pecaron de ser demasiado planos, mientras el QPR sí era capaz de añadir emoción al partido con apariciones puntuales de su trío atacante formado por Austin, Zamora y Phillips. Los destellos de los hoops volvieron a ser tremendamente amenazantes para el Tottenham a partir del minuto 18. Un error garrafal de Walker, que cedió de cabeza el balón a Lloris sin percatarse de que Austin esperaba el fallo cual depredador, a punto estuvo de generar el primer tanto. El delantero blanquiazul tocó el balón con la punta de su bota, pero el guardameta francés logró evitar el gol con una intervención en dos tiempos. Tres minutos después, Zamora prolongó de cabeza un pase largo para que llegara a pies de Austin, y este asistió con un sutil toque hacia atrás a Phillips para que voleara desde la frontal del área. Su intento se marchó desviado, pero de nuevo probó el potencial del tridente ofensivo local.

Pasó un intervalo de siete minutos en el que ambas escuadras combatieron en el medio campo, sin grandes aproximaciones a los dominios de Green y Lloris. La tranquilidad, de nuevo, fue perturbada por la artillería del QPR. Un pase raso de Phillips a la frontal del área de los spurs no encontró receptor hasta que llegó a Austin. El delantero se adelantó el esférico con un leve toque que dejó atrás a la defensa, y cuando solo Lloris le separaba del gol, estrelló su potente disparo en el travesaño. Loftus Road al completo se echó las manos a la cabeza, incrédulos ante una nueva ocasión fallada. Los cañones estaban mostrando su valía, pero la pólvora seguía mojada.

Foto: @Goal_ID

Un killer para silenciar Loftus Road

Pocos deportes pagan más caro los errores que el fútbol, y en el minuto 33 el Tottenham golpeó donde más duele. Una falta lejana botada por Townsend desde el sector derecho del territorio de los hoops se transformó en un perfecto centro al corazón del área, y entre la indecisión de la zaga local y la mala salida de Green apareció Kane para marcar de cabeza el primer gol del partido. Poco importaba lo construido hasta el momento, el fugaz huracán con el 18 a la espalda se había encargado de destruirlo.

El huracán Kane apareció fugaz para hacer pagar caro a los locales sus ocasiones erradasNo se rindieron los locales, y apenas cinco minutos después del mazazo protagonizaron la mayor polémica hasta el momento. Caulker regaló un pase elevado por encima de la insegura defensa spur a Isla, y el chileno, al controlar el cuero, se topó con la salida de Lloris. El pie derecho del guardameta se enredó con el del jugador, y Loftus Road al completo exigió la pena máxima mientras el árbitro hacía oídos sordos.

En apenas dos minutos de descuento antes del descanso hubo tiempo para dos ocasiones más. Primero fue Mason el que, desviando accidentalmente un disparo de Walker, a punto estuvo de batir a Green, pero una gran estirada del portero evitó el segundo tanto visitante. Segundos después, Austin volvió a buscar desesperadamente su gol, pero realizó un potente disparo con poco ángulo para sorprender a Lloris, que rechazó sin problemas la ocasión. Y tras dos últimos intentos, la primera mitad murió dejando atrás 45 minutos de pelea, intensidad y ocasiones variadas.

Duelo por todo lo alto culminado por el doblete de Kane

El comienzo de la segunda parte estuvo a un suspiro de decantar la contienda a favor del Tottenham Hotspur. En el minuto 47, Eriksen sacó de su chistera un gran zapatazo lejano al lado izquierdo de Green que besó el poste, y en el rechace Kane no consiguió rematar cómodo y envió el balón fuera. Sin apenas tiempo para acomodarse en los asientos de Loftus Road tras el descanso, el miedo ya había invadido a los hoops.

Junto al miedo llegó la indecisión, y fruto de ello los errores comenzaron a condenar al QPR. Un mal pase atrás de Caulker habilitó a Townsend para pillar desprevenida a toda la zaga local, pero su disparo se marchó desviado. Los blanquiazules necesitaban serenarse para volver a ser el equipo peligroso de la primera mitad.

El partido fue en el inicio de la segunda parte un majestuoso diálogo futbolístico lleno de oportunidadesEl duelo siguió envuelto en un ritmo intenso, con los dos conjuntos buscando perforar las redes rivales. El frustrado Austin se volvió a encontrar con un mano a mano ante Lloris, pero Walker salvó a los spurs metiendo la pierna y enviando el esférico a córner. Segundos después, un pase raso desde la banda derecha de Eriksen se envenenó y a punto estuvo de encontrar un aliado en el segundo palo. Todo podía pasar en el duelo de clubes londinenses.

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El choque de la capital de Inglaterra se convirtió en un majestuoso intercambio de argumentos futbolísticos, y las ocasiones se sucedieron sin descanso. En el minuto 56, Zamora aprovechó su poderío en el juego aéreo para ganar un balón por alto a la defensa visitante, lo que transformó en una situación clara de tiro que resolvió con una potente volea que se topó, una vez más, con Lloris. Dos minutos más tarde, Chadli tuvo un mano a mano tras un preciso pase en profundidad de Eriksen, pero la salida de Green evitó que rematara. En el rechace, de nuevo Eriksen apareció para rematar a placer, y su disparo rebotó en última instancia contra la zaga blanquiazul.

La tensión entre los jugadores y en la grada contribuyó a crear un ambiente apasionante. Mason y Henry se enzarzaron en una pequeña pelea propia de un duelo intenso, y la grada local seguía protestando las acciones en contra de su equipo.

Un fatal error de marcaje de la defensa local permitió a Kane definir como el mejor de los killers y poner el 0-2Pero poco importó que el partido se calentara y que las dos escuadras tuvieran oportunidades para marcar. El viento del huracán volvió a soplar para arrasar al QPR y sus esperanzas. Con 67 minutos jugados, un fallo defensivo imperdonable de toda la defensa hoop en bloque dejó muchos metros de espacio entre la zaga y el portero, y Mason aprovechó para dar un pase adelantado a Kane que regaló al delantero una inesperada cita íntima con Green. Con el apetito del killer y la calma de un superclase, el huracán prefirió driblar al guardameta con un amago para luego marcar a puerta vacía a pesar de tener un compañero al lado.

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Con 0-2 en el electrónico, hoops y spurs se dieron una tregua en las dos porterías para atravesar un tramo de disputa en el centro del campo, con faltas, intensidad en la medular y protagonismo de las pizarras de Pochettino y Ramsey.

Asedio sin premio en la caldera londinense

El alto ritmo del choque no decayó, y en el minuto 75 el fútbol premió la insistencia del QPR. Zamora cedió en la frontal del área a Sandro un esférico que había recibido tras un centro desde la derecha, y el centrocampista colocó con el interior un disparo preciso al lado izquierdo de Lloris, que al fin fue batido. Con cuarto de hora por jugar, los blanquiazules pusieron el 1-2 y devolvieron las esperanzas a su afición mientras Sandro celebraba el gol pidiendo perdón por haber marcado a su ex equipo.

Sandro dio vida al QPR con el 1-2 y dio paso a cuarto de hora de asedio y polémica que no se tradujo en el empateDe nuevo con vida y con la necesidad de puntuar, el equipo de Chris Ramsey se lanzó al ataque. Un QPR decidido a empatar el choque encerró en su campo al Tottenham y se hizo dueño del tempo del partido, acosando sin descanso a Lloris. La tensión siguió aumentando, con Loftus Road convertido en una caldera cada vez que el árbitro tomaba una decisión controvertida. La afición blanquiazul explotó cuando, en el minuto 83, Walker taponó con la mano una volea de Austin que pudo haber supuesto las tablas en el marcador si el árbitro no hubiese negado el penalti.

Pochettino optó por encomendarse a su defensa para proteger el resultado mientras los hoops se lanzaron cada vez más impotentes al ataque. Austin seguía siendo la imagen de la desesperación blanquiazul, chocando una y otra vez contra Lloris y el muro spur.

Incluso los cuatro minutos de descuento fueron muy discutidos por el público de Loftus Road, que condenó la decisión arbitral con un sonoro abucheo. A su vez, la caldera se fue enfriando mientras el equipo local se veía incapaz de poner las tablas. Finalmente, el pitido final del árbitro certificó una muy sufrida victoria del Tottenham después de 90 minutos de gran fútbol. El grito victorioso del protagonista del partido, Harry Kane, escenificó la importancia de los tres puntos para los spurs, que escalan hasta la sexta posición a tres puntos de Champions League. Por parte de los hoops, una jornada más ocupan la antepenúltima posición, y siguen a tres puntos de la salvación a pesar de haber tenido oportunidades de revertir la situación.

Queens Park Rangers (1) Tottenham Hotspur (2)
Green 6 Lloris 8
Onuoha 5 Walker 7
Caulker 4 Dier 6
Ferdinand 4 Vertonghen 6
Yun 6 Davies 6
Isla 70' 6 Mason 79' 6
Sandro 75' 92' 6 Bentaleb 61' 5
Henry 59' 87' 5 Townsend 64' 6
Austin 6 Eriksen 87' 6
Zamora 6 Chadli 78' 5
Phillips 6 Kane 33' 67' 8
Suplentes
Hoilett 70' 5 Dembélé 64' 5
Grego-Cox 87' S. C. Lamela 78' 5
Wright-Phillips 92' S. C. Stambouli 87' S. C.