Si a principio de temporada alguien hubiese afirmado que el Everton iba a estar a falta de nueve jornadas peleando por no descender, la inmensa mayoría de los aficionados 'toffees' le habrían tomado por loco. Pero el tiempo habría dado por dar la razón a dicha persona, ya que eso es exactamente lo que está viviendo la parte azul de la ciudad de 'The Beatles': la inquietud de ver a su equipo coquetear con las posiciones de abajo cuando el fin de la campaña futbolística está tan cercano.

Desde el inicio, allá por el mes de agosto, los de Roberto Martínez no han dado la talla. Dos partidos complicados ante Arsenal y Chelsea les daban un poco de margen, y la primera victoria llegó en la jornada cuatro en The Hawthorns (0-2). Volvieron a encadenar otros tres encuentros sin conocer el triunfo, hasta que por fin pudieron firmar dos seguidos para terminar octubre con una sonrisa y en mitad de la tabla. En la jornada doce llegó el cuarto triunfo, manteniendo una media de una victoria de cada tres partidos, la cual prolongaron con el quinto en la jornada quince. Y así, venciendo a un horripilante QPR en Goodison Park (3-0), empezó el 'vía crucis' del Everton.

El año 2014 terminó con tres derrotas consecutivas, incluyendo una en casa en el famoso 'Boxing Day' ante el Stoke City (0-1). El nuevo año comenzó igual de mal, y la primera alegría no llegaría hasta el último día de enero, cuando asaltaron Selhurst Park con un tanto de Lukaku en el segundo minuto de juego. De eso hace ya más de un mes y medio, y durante todo febrero y primera mitad de marzo no han hecho más que perder puntos.

El Everton ocupa actualmente la decimocuarta posición de la tabla clasificatoria, con 31 puntos en 28 encuentros, firmando un bagaje más que pobre para un conjunto con una plantilla muy por encima de esa puntuación. Han marcado 36 goles, por los 41 que han encajado. En los catorce duelos ante sus aficionados, sólo han sumado cuatro victorias, con otras tres derrotas y siete empates. Fuera de casa bajan el pistón considerablemente, con nueve derrotas en quince choques.

Esta tendencia se contrapone totalmente a la que marcaron el curso pasado, el primero de Martínez en el cargo. Pese a que el inicio fue similar -la primera victoria llegó en la cuarta jornada-, el quinto triunfo estaba firmado ya la última semana de octubre en lugar de la tercera de diciembre, como esta campaña. Las seis victorias con las que cuentan a mitad de marzo las tenían en el bolsillo en el mes de noviembre de la temporada anterior, en la jornada trece. A estas alturas, habían celebrado los tres puntos en catorce ocasiones, y habían cosechado 51 puntos, veinte más que ahora.

Pese a que su trayectoria en la competición doméstica inglesa es más que decepcionante, lo están compensando en cierta manera con una solvente actuación en la Europa League, donde aún no conocen la derrota tras nueve partidos. Están actualmente inmersos en la eliminatoria de octavos de final, en la que consiguieron sacar un 3-1 de ventaja en casa con el que viajarán a Kiev para sentenciar su presencia en la siguiente ronda. Precisamente en este primer enfrentamiento ante los ucranianos, Lukaku se convirtió en el máximo goleador 'toffee' de la historia en las competiciones europeas, con siete tantos.

Cabe recordar que el equipo que consiga levantar al cielo de Varsovia el título de la Europa League el próximo mes de mayo tendrá la recompensa de disputar la próxima edición de la Champions League, lo que supone un motivo más que suficiente para que los de Merseyside se impliquen al máximo en este torneo. Sin embargo, pocos aficionados eligen ganar la Europa League y acabar descendiendo de categoría, por lo que quizá tenga que replantearse las cosas Roberto Martínez si llega el momento.

Uno de los principales problemas que se está encontrando el técnico español para poder compaginar medianamente bien ambas competiciones es el alto número de lesiones. La plantilla no es tan profunda como debe serlo para cumplir en todos los partidos, y además hay algunos jugadores que están rindiendo muy por debajo del nivel que se esperaba, como es el caso del veterano portero Tim Howard, que podría estar, a sus 36 años, defendiendo la portería del Everton por última campaña.

Las nueve jornadas que les restan por jugar a los de azul les verán jugarse el todo por el todo ante su público en cinco ocasiones, entre las que se incluyen duelos complicados ante equipos como Southampton y Tottenham, siempre incómodos; Burnley y Sunderland, que se juegan el descenso tanto e incluso más que ellos, y Manchester United, sumido en plena pelea por el subcampeonato. Los cuatro estadios que tendrán que visitar son los de Aston Villa y QPR, que también pelean por no bajar, así como los de Swansea y West Ham.

Con la victoria de hoy ante el Newcastle, los 'evertonians' quedan seis puntos por encima del descenso, con lo que se presume que sacar adelante los partidos de locales sea suficiente para salvar la categoría. Aún así, mientras sigan vivos en la segunda competición europea, el entrenador habrá de seguir jugando con sus diferentes piezas para obtener los resultados requeridos.

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