Dick Nicolaas Advocaat, natural de Países Bajos y de 67 años, ha sido el elegido por la directiva franjirroja para ponerse al frente del Sunderland hasta final de temporada, tras haber anunciado ayer la destitución del ya ex entrenador del club, Gustavo Poyet. Advocaat se encontrará con un equipo muy tocado tras la última derrota estrepitosa en casa frente al Aston Villa por 0-4. A un solo punto de los puestos de descenso, el neerlandés tiene como único objetivo salvar la categoría, teniendo que trabajar antes la pésima moral que existe entre los jugadores por la situación complicada que vive el club estas últimas semanas.

‘El pequeño general’, conocido así por su maestro en el mundo del fútbol, Rinus Michels, a quien le llamaban el general, está ante un gran reto por delante, y así lo ha hecho saber en sus primeras declaraciones como técnico del Sunderland

No puedo esperar para empezar; el Sunderland es un club grande y estoy ansioso.

Su carrera como entrenador comenzó cuando tenía 32 años, y desde entonces, ha pasado por clubes como PSV, Rangers, Borussia Monchengladbach, Zenit, o AZ Alkmaar, entre otros. También ha tenido la oportunidad de ponerse al frente de selecciones nacionales como Países Bajos, Emiratos Árabes Unidos, Corea del Sur, Bélgica, Rusia y Serbia, esta última justo antes de fichar por el conjunto inglés.

Sus logros como técnico se resumen en varias ligas y copas con el PSV, Rangers y Zenit, consiguiendo con estos últimos su mayor logro como entrenador, la copa y supercopa de la UEFA en el año 2008.

El presidente del Sunderland, Ellis Short, dijo: "Dick tiene un currículum increíble y amplia experiencia en la gestión en el nivel más alto. Tenemos un objetivo ahora y estaremos totalmente centrados en la tarea que nos espera"

Estará acompañado en el Stadium of Light por Zeljko Petrovic como segundo entrenador y Adrian Tucker como entrenador de porteros.

Advocaat aportará al Sunderland su amplia experiencia al máximo nivel, y tratará de conseguir el objetivo del club desde el inicio de temporada, la permanencia.