Esa es la pregunta que se hacen muchos en Inglaterra. El pasado 15 de marzo, a las 17:00 horas, estaba fijado el gran partido de la 29ª jornada de Premier League. En Old Trafford se enfrentaban Manchester United y Tottenham. Ambos empezaban separados por tres puntos en la clasificación, de tal forma que si los de Londres ganaban igualaban a los de Manchester en su pelea por entrar en plazas de Champions League.

En principio, el partido no tenía un favorito claro. El Manchester United jugaba ante su afición, pero el Tottenham había ganado en sus dos últimas visitas a Old Trafford. Ambos técnicos alinearon a sus pupilos y el silbato de Mark Clattenburg sonó. El árbitro inglés no sabía lo que hacía. A partir de ese momento, once diablos empezaron a correr por el campo dando una auténtica lección de fútbol durante 35 minutos. Todos los aficionados en las gradas coincidían en su pensamiento. “¿Por qué no han jugado así el resto de la temporada?”

Y es que esta es otra de las preguntas sin contestación. Algunos piensan que por la alineación de van Gaal, por la coicidencia de Mata, Carrick y Ander Herrera en el césped, por la mala racha de resultados, o, simplemente, fruto de la casualidad. Lo que está claro es que merece la pena desgranar las posibles claves que propiciaron la gran primera parte del Manchester United.

Alineación novedosa

Es, sin duda, una de las hipótesis que más fuerza cogen. La alineación de van Gaal para enfrentarse al Tottenham fue: De Gea; Valencia, Smalling, Jones, Blind; Ander Herrera, Carrick, Mata, Fellaini, Young; Rooney.

Empezando desde la portería, David De Gea, solo tuvo que intervenir en dos ocasiones. La primera nada más comenzar el encuentro ante una cesión demasiado arriesgada de Jones, que casi introduce la pelota en su propia portería, mientras que la segunda fue a un disparo de Harry Kane en el minuto 89 de partido.

Precisamente -y vamos ya con la defensa- la primera parada de De Gea tuvo mucho que ver con lo propuesto por el Manchester United en el partido. En todo momento, los de van Gaal querían tener la posesión del esférico. La defensa había integrado esas órdenes y sacaban el balón jugado desde atrás con una intención tremenda. Gran movilidad de los centrales para recibir el balón desde el portero, buena disposición de los laterales para abrir el campo y mucha sangre fría fue lo que demostraron los zagueros, aún a riesgo de cometer imprecisiones como la ya comentada.

Es en el medio campo donde el Manchester United vivió un gran cambio. La superioridad de Carrick, Herrera, Mata, Fellaini y Young era muy clara frente a Bentaleb, Mason, Towsend, Eriksen y Chadli. Ambos tenían cinco centrocampistas, pero los red devils parecían multiplicarse. En cuanto al acierto en el pase no hay mucha diferencia, pues el 85% de los cinco hombres del United es respondido por el 82% de los cinco spurs, pero donde si hay gran distancia es en el número de disparos y oportunidades creadas.

Cinco disparos realizaron los centrocampistas del conjunto local por uno de los visitantes. Teniendo en cuenta que, durante todo el partido, el Manchester United dispuso de once disparos, el resultado queda que el 45% de los tiros corresponden al medio campo, que, además de ser creativo, crea peligro. Lo mismo ocurre en el número de oportunidades creadas: otras cinco jugadas de peligro inventaron los cinco hombres del centro del campo. Todos dispusieron de una, excepto Ander Herrera. El de Bilbao, más que pasar, disparó. Hasta dos disparos realizó, ambos a portería, en las numerosas llegadas de las que dispuso.

Cuando coinciden Mata, Ander Herrera y Carrick el equipo tiene posesión.

Lo que se desprende del partido es que cuando coinciden en las líneas de creación Mata, Ander Herrera y Carrick el equipo tiene posesión. Tanta, que la primera parte acabó con un contundente 57% - 43%. Otra mejoría se vio a la hora de los pases. Estos tres jugadores dan al equipo velocidad en la transición gracias a pases al primer toque. Pero no caigamos en el engaño en que son solo jugadores creativos. Todo juego de toque conlleva una movilidad por parte del contrario y del propio equipo que lleva a la descolocación. Cualquier robo de pelota puede ser crucial por lo que es importante la denominada “presión tras pérdida”. Hasta cuatro faltas cometieron los centrocampistas. 12 llevó a cabo todo el Manchester United durante el partido, por lo que el 33% correspondió al trío de mediocentros.

Para acabar de analizar la alineación de van Gaal, echamos un ojo a la delantera. El único referente fue Wayne Rooney -si se le puede llamar referente-. El inglés ha estado jugando en líneas muy retrasadas en anteriores partidos, por lo que ha integrado la movilidad. Más que un delantero era una especie de “falso 9” que abría huecos para la llegada de Herrera, Mata y Fellaini desde la segunda línea. Por todos es conocida la gran envergadura de Eric Dier y Jan Vertonghen, de tal forma que, si no hay un punta fijo al que cubrir, ambos centrales sufren mucho. Eso sucedió en numerosas ocasiones ante el Manchester United.

Así pues, como resumen general de los once hombres que utilizó van Gaal de inicio ante el Tottenham, se desprende la prioridad del medio campo ante el resto de líneas. El 4-1-4-1 así lo refleja. Esta superioridad dota al equipo de control de la pelota, ayudas constantes, transiciones rápidas, presión tras pérdida y cabeza, mucha cabeza a la hora de dar un pase. Se notaba perfectamente la inteligencia de jugadores como Ander Herrera, Mata y Carrick a la hora de medir un pase o darlo a un compañero en lugar de otro pensando en la siguiente jugada.

La suma de todos

Esta es otra de las claves que se dedujo del partido. Cada jugador se preocupaba de sí mismo para contribuir al equipo. De Gea primero paraba y después salía jugando, los centrales frenaban y creaban juego, los centrocampistas creaban y luego disparaban, y los delanteros disparaban y luego ayudaban. Cada uno hacía primero lo que le tocaba a alguien en su posición y luego complementaban al equipo. Pero de los once hombres destacan los siguientes.

Blind ("El trabajador"): ¿habrá encontrado van Gaal a su lateral izquierdo? La temporada comenzó con defensa de tres y dos carrileros muy profundos. La banda izquierda era para Young, pero no terminaba de convencer. Al pasar a defensa de cuatro, iban a ser Marcos Rojo y Shaw los que ocupasen el lateral izquierdo, pero el Manchester United seguía sufriendo, hasta que ante el Tottenham fue Blind el que ocupó esa posición. El holandés se mostró seguro, efectivo al corte, con profundidad y centrado en su zona de influencia. Sin lugar a dudas, otra muy buena noticia para su compatriota en el banquillo.

Young ("La bala"): ya se le ha citado anteriormente cuando se decía de él que no había sido un gran lateral izquierdo. Y es que esta temporada ha variado mucho su posición. Louis van Gaal empezó con demasiadas probaturas y, aunque siempre en la izquierda, el inglés variaba su posición. Como lateral se frenaba su progresión en ataque, como carrilero le costaba defender, y es como interior cuando más disfruta. Está realizando una gran temporada y muy pocos lo han señalado. Ha sido clave en partidos ante defensas cerradas, donde ha dado una gran amplitud por la izquierda y en partidos donde se precisaba de contras rápidas, llegando hasta el área rival y creando mucho peligro. Está demostrado que su posición es la de interior.

Fellaini ("La torre"): el belga es uno de esos jugadores que tienen un cometido clave en todos los partidos. Se pudo ver en el mundial de Brasil, y también posteriormente en la Premier. Sus técnicos le utilizan para bajar balones aéreos y crear segundas jugadas o, directamente, para rematar de cabeza. Sin embargo, el pasado domingo, su gol llegó con el pie. Y es que el ex del Everton supo aprovechar muy bien el hueco generado por Rooney para recibir el excepcional pase en profundidad de Carrick.

Ander Herrera ("El pensador"): sorprendentemente, no es un jugador indiscutible para van Gaal. Muchas son las críticas hacia el técnico holandés, pero la de no utilizar demasiado al vasco es una de las que más recibe. Tan solo ha disputado 1065 minutos en lo que va de temporada, lo que equivale a algo más de once partidos. Sin lugar a dudas, el equipo es otro cuando juega el exrojiblanco. En Inglaterra juega más como mediocentro que como mediapunta, lo que le permite mover al equipo a su antojo. Da velocidad a la pelota e inteligencia y visión al equipo. Ante el Tottenham tuvo un acierto del 93% en sus pases, fallando tan solo cuatro, lo que da una clara idea de la calidad del bilbaíno.

Mata ("La mala idea"): el asturiano es otro de los grandes destacados del partido. Tras haber sido suplente en algún que otro encuentro dando lugar a numerosos rumores, ha saltado al terreno de juego para demostrar su clase. Constantemente intenta caer a la banda derecha, lo que posibilita su penetración hacia el área para un posible disparo o centro cerrado con su gran pierna izquierda. Con este movimiento, además, atrae al lateral y abre un gran hueco para las subidas de Valencia.

Carrick ("La manija"): el inglés fue como el conductor de un coche, sin él nada se mueve. Dirigió a sus compañeros, dio equilibrio al equipo, organizó los pases, dio una asistencia de gol, disparó, robó, marcó… hizo todo aquello que se puede hacer en un partido. Muy completo y resguardado con la pareja de españoles, Ander Herrera y Juan Mata.

Rooney ("La potencia"): volvió a ser el que era. Gran ayuda a sus compañeros bajando a recibir balones, creando huecos como el que propició el primer gol, robando en su propia área y marcando goles. Esta vez fue uno, pero de gran clase. Tomó la pelota en la línea divisoria interceptando un pase de Bentaleb, se fue directo al área, regateó a dos rivales y disparó raso para batir a Lloris. Gran gol de calidad y potencia.

¿Y lo que queda?

Esta es la pregunta que surge cuando miras al banquillo y ves a gente como Di María, Falcao, Van Persie, Shaw, Rojo, Januzaj, Víctor Valdés… Ante el Tottenham el quebradero de cabeza fue menor para van Gaal, pues Di María estaba sancionado, al igual que Evans, y Marcos Rojo y Van Persie, lesionados.

Pero, cuando todos vuelvan y estén disponibles ¿quién jugará? Es algo difícil de adivinar. El técnico, si algo ha demostrado, es que no tiene un once tipo y tampoco mira el nombre de los jugadores. A principios de temporada era de esperar una situación como esta: grandes nombres sentados en el banquillo de Old Trafford ,o incluso jugando y entrenando con el filial, caso de Valdés o Falcao.

Algo que puede aclarar las dudas -si las hubiera- en la cabeza de van Gaal son las diferentes polémicas que se están abriendo en torno al equipo de Manchester. Por todos es sabido que cuantas más “estrellas mediáticas” tengas en un equipo, mayores cámaras y flashes tendrá tras él.

Es lo que ocurrió, al parecer, en la casa de Rooney el pasado 22 de febrero. El delantero inglés no tuvo otra idea que invitar a Phil Bardsley, defensa del Stoke, a su mansión tras la derrota ante el Swansea el día anterior. En la cocina de dicha mansión empezaron de broma a boxear con los guantes propios de este deporte. Tal fue el derechazo del invitado que Rooney cayó desplomado al suelo inconsciente. Un testigo grabó la escena que se ha convertido en algo viral en Internet. Pues bien, se divisaba un posible castigo de van Gaal por este tipo de acción ante el Tottenham, pero finalmente esto no ocurrió y el delantero inglés celebró su gol con un combate imaginario de boxeo.

Celebración de Wayne Rooney (Foto: Eurosport)

Otra polémica afecta a Di María. Muchos dicen que su relación con van Gaal no es buena y que el argentino está meditando marcharse del club. Otros apuntan a que la adaptación a las tierras inglesas no es del todo buena y eso posibilitaría su salida. Sea por una u otra razón, “el fideo” no está rindiendo a su mejor nivel y lo está notando el Manchester United, que invirtió en él 75 millones de euros.

El último lío parece estar con Falcao. El colombiano cuenta más bien poco para el holandés y el otro día quedó patente en el momento de los cambios. Andreas Pereira hacía su entrada al terreno de juego en el minuto 77, minuto que tardará en olvidar porque era su debut con la camiseta del Manchester United. Hasta aquí todo parece normal, pero lo que no es tan lógico es que un chico de 19 años entre antes que Falcao, que salió en el minuto 83 para disputar algo más de siete minutos con el partido completamente sentenciado. Tanto es así que el colombiano solo tocó cuatro balones.

Estas polémicas propician rumores de salidas de algunos jugadores del club inglés. Es difícil gestionar un vestuario y aún más cuando está repleto de grandes jugadores. Si algo tiene van Gaal es mucha “mano dura” y contundencia para llevar este tipo de situaciones, pero tiene que intentar que no repercutan en el resto de jugadores.

Todo esto es lo que se puede desprender del partido ante el Tottenham del pasado 15 de marzo. Un gran cambio en la alineación, mucho control con Carrick, Ander Herrera y Mata, gran definición y alguna que otra polémica con los cambios y jugadores que cada vez cuentan menos para van Gaal. Parece que los red devils han reaccionado, pero la pregunta sigue en el aire: ¿resucita un demonio?