La ventaja de que los grandes partidos empiecen a primera hora de la tarde es que la espera no se hace tediosa. Tras estar toda la semana intercambiando comentarios y opiniones con tus amigos, familiares y compañeros, defendiendo las opciones de victoria de tu equipo, el domingo no te da tiempo a respirar. Suena la alarma, te sientas a la mesa, tomas huevos con bacon, y ya te enfundas la zamarra y te anudas la bufanda al cuello para no quitártela en todo el día. A media mañana, te tomas la primera pinta del día -la primera de muchas-. Y conforme se acerca la hora del pitido inicial, empiezas los cánticos a medida que recorres Venmore Street y al final vislumbras el majestuoso Anfield. Los puestos de 'merchandising' rodean el estadio, y dentro espera la afición visitante. Te sientas, suena el You'll never walk alone, y tú lo cantas a pleno pulmón. Y Martin Atkinson pone fin a la espera de toda la semana.

El Liverpool, todo el 2015 sin perder

Desde la derrota en Old Trafford allá por mediados de diciembre, el conjunto de Brendan Rodgers no conoce la derrota en competición liguera. Firmaron un período navideño muy bueno, y a partir de ahí han seguido una innegable trayectoria ascendente. Si el United no se lleva los tres puntos de Anfield, los liverpudlians empatarán la mejor racha de partidos sin perder esta temporada, que actualmente ostenta el Chelsea con 14 sin conocer el fracaso.

En la jornada pasada, los de rojo se llevaron el triunfo del Liberty Stadium merced a un tanto de Henderson de rebote. Cuentan por triunfos todos sus enfrentamientos desde el pasado 7 de febrero, incluyendo victorias en casa ante equipos difíciles como Manchester City y Tottenham, aparte de unos costosos tres puntos logrados en el siempre complicado St Mary's. Desde que Daniel Sturridge volvió de su lesión, el equipo ha encontrado la referencia ofensiva que necesitaba como el comer. La baja de Lucas Leiva la compensa con un nivel altísimo Joe Allen, y Coutinho desplega su repertorio de trucos en cada encuentro. En su último choque de locales, vencieron con lo justo a un Burnley que apenas pudo plantear batalla.

De los 29 partidos domésticos de los del liverbird esta campaña, han ganado 16, con seis empates y siete derrotas. Ocupan el quinto puesto con 54 puntos, y su diferencia de goles es la más baja de los siete primeros clasificados (+13) con 43 tantos a favor y 30 en contra. Se encuentran a dos puntos del cuarto clasificado -Manchester United-, a tres del tercero -Arsenal- y a cuatro del segundo -Manchester City-, por lo que su objetivo es pelear por el subcampeonato, o en su defecto estar en la próxima edición de la Champions League. Ante sus aficionados solo han logrado la mitad de victorias (ocho en quince encuentros), sufriendo dos derrotas. Han anotado 24 goles, lo que hace una media de menos de dos tantos por encuentro, y encajado 14, lo que supone casi uno por duelo.

El tramo final de temporada no va a ser fácil para los de Merseyside. Tras el duelo de este domingo, les esperan tres partidos en casa y cinco fuera: en Anfield habrán de recibir a Newcastle, QPR y Crystal Palace, mientras que rendirán visita a Arsenal, Hull City, West Bromwich Albion, Chelsea y Stoke City.

En la rueda de prensa previa a este encuentro, Brendan Rodgers fue muy explícito acerca de la importancia que tendría una victoria ante el United: "Es un partido importante de una rivalidad histórica, un partido en Anfield ante un gran rival. Psicológicamente, una victoria supondría un subidón. Estamos en un buen momento de forma, hemos mostrado nuestra calidad en los últimos tres meses. Estos jugadores merecen mucho crédito. En casa siempre tenemos confianza". Sobre el 'culebrón' Sterling, en el que los representantes del jugador han pedido mucho dinero al club para firmar su renovación, el norirlandés fue contundente: "El chico está feliz aquí, y este es el mejor sitio donde podría estar. Va a estar entrado en ayudarnos hasta el final de temporada, y en verano estoy seguro de que llegaremos a un acuerdo".

Lucas Leiva volvió a los entrenamientos el jueves, por lo que parece algo prematura su presencua en este choque. Por su parte, Mario Balotelli está plenamente recuperado de las molestias físicas que le dejaron fuera del viaje a Swansea.

El técnico también tuvo palabras para Gerrard, cuya baja por lesión no ha influido en el buen rendimiento del equipo: "Se está siendo muy injusto con él. La gente ha tratado de apartarle, pero sigue siendo un jugador magnífico. Juegue o no juegue, demuestra una increíble profesionalidad. Aún tiene un gran rol por cumplir. En primer lugar, es un gran aficionado de este club, y además su apoyo a Henderson y Allen, y sobre todo hacia mi, han sido extraordinarios". Aprovechó la ocasión para dedicar buenas palabras a su rival de esta jornada y su entrenador: "El United tiene mucho talento, han hecho una gran inversión para traer jugadores de talla mundial. Louis van Gaal ha demostrado que un entrenador top. Venir a una liga como la Premier League no es fácil, porque es muy diferente a donde él ha estado entrenando anteriormente. Para nosotros, quedar por encima de ellos es un desafío".

La transición Gerrard - Henderson

El del próximo domingo será el último clásico para el capitán del Liverpool antes de su partida a la liga estadounidense el próximo verano. Les ha marcado nueve goles hasta ahora, datando el primero de marzo de 2001 y los dos últimos en el enfrentamiento en Old Trafford la pasada campaña (0-3). El más importante de los nueve llegó el territorio neutral, concretamente en el Millenium Stadium de Cardiff, donde se disputó la final de la Copa de la Liga -actual Capital One Cup- en la que el Liverpool venció por 2-0 a los de Sir Alex Ferguson.

Durante el mes que lleva de baja Gerrard, -y en el resto de encuentros donde ha sido suplente- el brazalete de capitán del Liverpool lo ha lucido con orgullo y merecimiento el joven centrocampista inglés Jordan Henderson. En esos quince partidos, los reds han cosechado doce victorias y tres empates.

(Foto: Express)

Los red devils, a reivindicarse en territorio enemigo

El Manchester United es el equipo que más triunfos ha cosechado en Anfield en toda la historia de la Premier League (10). Para lograr uno más confían en la calidad de Wayne Rooney, que ha marcado o asistido en 250 goles de los mancunianos en la competición doméstica -169 tantos y 81 asistencias-.

Los de van Gaal llegan a este encuentro tras haber firmado su mejor choque la semana pasada ante el Tottenham. Parecen haber encontrado por fin la identidad que tanto tiempo llevaban buscando, y han encadenado dos triunfos ante dos equipos complicados. Ocupan el cuarto lugar de la tabla clasificatoria con 56 puntos, y pese a que las críticas que reciben son numerosas, están en disposición de lograr el objetivo de la temporada, que es regresar a la Champions League tras un año ausente. Fuera de casa sólo han podido ganar cuatro de los catorce partidos disputados, empatando siete y perdiendo tres. Han marcado 17 tantos y encajado uno menos, haciendo una media de poco más de uno por encuentro.

Tras el duelo ante el Liverpool, al United le restarán ocho jornadas para firmar su campaña: cuatro serán en casa, entre los que destacan las visitas de Manchester City y Arsenal, y otros cuatro fuera, siendo los más difíciles los viajes a los territorios de Chelsea y Everton.

Louis van Gaal, al igual que su homólogo, también compareció ante los periodistas para hablar acerca de sus impresiones para este choque: "Quiero ganarles. Es muy importante. Creo que cada jugador tiene claro la importancia de este partido. Estamos en un paso fundamental y no podemos permitirnos una derrota". Aprovechó para confirmar la renovación de Michael Carrick por una temporada más, y el propio jugador se mostró contento por su decisión: "Es fantástico saber que puedo continuar mi increíble trayectoria con este gran club. Estamos totalmente concentrados en devolver a este club al lugar al que pertenece, que es compitiendo con los mejores equipos del mundo".

Marcos Rojo y Luke Shaw han entrado en la convocatoria, pero el técnico ha confirmado que no están aún lo suficientemente en forma como para ser titulares. En cambio, recupera a Di María, que vuelve tras su sanción.

El United goleó en la primera vuelta

En el encuentro de ida, Rodgers sorprendió a propios y a extraños dejando en el banquillo al portero titular, Simon Mignolet, debido a su mal estado de forma. Había perdido la capacidad de liderazgo dentro del área, fallando en muchas acciones claves que costaban puntos a su equipo. Llevaba veinte goles encajados en quince jornadas, firmando actuaciones muy pobres y consiguiendo dejar la portería a cero en tan solo cuatro encuentros. Por ello, el técnico optó por darle galones al australiano Brad Jones, que apenas había tenido protagonismo desde su llegada a la entidad de Merseyside.

El Liverpool llevó la iniciativa del partido, pero una exhibición extraordinaria de David de Gea permitió a los mancunianos conservar la portería a cero. El cancerbero español detuvo hasta tres opciones muy claras de Sterling, y la ausencia de la figura del delantero puro en las filas visitantes ayudó a la causa de no conseguir marcar. Las tres veces en los que van Gaal llegaron con claridad al marco contrario perforaron la red: primero, por medio de Rooney antes de que se cumpliese el cuarto de hora de juego; justo antes del descanso fue Mata quien amplió la distancia, y ya en el tramo final van Persie sentenció la goleada.

De Gea detiene un mano a mano de Sterling. (Foto: Getty Images)

El norirlandés, aparte del mencionado cambio en la portería, pobló el centro del campo con Allen, Gerrard y Henderson. A pesar de ello, la baja de Lucas Leiva se notó en todo momento y no pudieron contener las acometidas del rival.

Por su parte, el entrenador del United dio la oportunidad al joven Wilson, pero no estuvo a la altura. Carrick se bastó por sí solo para dominar el centro del campo, y cada vez que Sterling conseguía superarle, se plantaba ante De Gea ante la inoperancia de la zaga. La efectividad marcó la diferencia en el encuentro, y van Gaal consiguió devolver la sonrisa a unos aficionados que habían sido contundentemente decepcionados la campaña anterior en los duelos ante su eterno rival.

Las claves

La clave en el cuadro local es, como no podía ser de otra forma, Philippe Coutinho. Si el brasileño consigue incidir en el juego, será protagonista en el ataque del Liverpool. Sus conexiones con Sterling y Sturridge pueden ser fundamentales en el devenir del choque, y ello dependerá de si lo que tiene por detrás -Henderson y los dos otros centrocampistas- son capaces de servirle balones libres de marca. En los últimos partidos, Coutinho ha sido una pieza indispensable: lo fue contra el Southampton, lo fue contra el Manchester City y a buen seguro querrá repetirlo ante el Manchester United. Buena parte de las opciones reds pasan por ello.

En los visitantes, será más que importante la presencia de Michael Carrick exhibiendo su mejor forma, la que demostró en 2009 y que recuperó la pasada jornada ante el Tottenham. Controló a su antojo el centro del campo a lo largo y a lo ancho, y todo el tiempo que pueda retener el balón en sus pies y distribuirlo como él sabe, será terreno ganado para el United.

Coutinho y Carrick pugnan por un balón. (Foto: Talksport)

Sturridge firmó el triunfo en Anfield la temporada pasada

Pilló muy pronto este choque en la campaña anterior, concretamente en la tercera jornada, y el Liverpool se aupó al liderato con una pírrica victoria con un tanto de Sturridge en el minuto cuatro de la primera mitad. Los red devils dominaron muchas fases del partido, pero no pudieron superar la férrea defensa local. La lesión de Rooney días antes en un entrenamiento supuso un gran contratiempo para los de David Moyes, que tuvieron en van Persie a su máxima referencia ofensiva. El holandés no tuvo su mejor día, y falló una ocasión clara en los instantes finales que podría haber supuesto el empate. Aparte de ello, no pusieron en aprietos a Mignolet como para merecer llevarse algún punto del templo 'liverpudlian'.

Posibles alineaciones

Parece probable que van Gaal repita el mismo once inicial que tan buen resultado le dio la pasada jornada ante el Tottenham. El centro del campo, con Carrick llevando la manija a su antojo, estuvo complementado a la perfección con Ander Herrera y Fellaini. Mata y Young quedaron más liberados en sus respectivas bandas para así poder contribuir más, siendo Rooney la máxima referencia en ataque y plena de movilidad. Blind se erigió como el lateral izquierdo que tanto tiempo llevaba buscando el técnico neerlandés, y si De Gea repite la actuación estelar que firmó en el partido de ida en Old Trafford, los mancunianos tendrán muchas opciones de sacar algo positivo de Anfield y mantener -o ampliar- la ventaja de dos puntos que mantienen sobre máximo perseguidor.

Por su parte, Rodgers se mantiene firme al estilo que les ha llevado a ser el mejor equipo de lo que llevamos de 2015 en la Premier League. Mignolet está a un nivel extraordinario, y la defensa de tres con Skrtel, Can y Sakho se muestra compacta y apenas deja huecos. Precisamente en este último está una de las dudas, porque tras su pequeña lesión, Lovren ha cumplido, y habrá que ver si el técnico opta por el francés o por el croata. Las ayudas de Allen -que cada vez adquiere más galones- y de Henderson, que llega incluso a incrustarse entre los centrales para sacar el esférico jugado con precisión y paciencia, son claves para que la maquinaria funcione. El trío Coutinho-Sterling-Sturridge es letal, significando una combinación perfecta de la magia del primero, la velocidad de segundo, y la capacidad de definición de 'Stu'.