Como Zidane en su despedida golpeando a Materazzi, Steven Gerrard diría adiós al clásico inglés con una muy triste actuación que duraría menos de un minuto. El capitán cometió un error de bulto por el cual daría la cara al finalizar el partido en la sala de prensa.

"He defraudado a mis compañeros y mi entrenador hoy, pero más importante, he defraudado a toda la afición." Las palabras de Gerrard ya dejaban claro su error, y es que nada parece afectarle más que perjudicar así a su equipo y a los aficionados que no recriminaron su acción al ser expulsado.

Además, decidió culparse por el resultado del equipo, ejerciendo liderazgo. "Asumo mi error, me he disculpado en el vestuario con todos mis compañeros y el cuerpo técnico, el resultado de hoy es culpa mía."

Para finalizar, Steven admitió que la tarjeta roja fue merecida. "La expulsión es justa, no quiero darle vueltas a eso."

Posiblemente, el jugador inglés se deba enfrentar a una sanción de varios partidos, lo que le permitirá jugar, como mucho, cinco partidos más con la camiseta del equipo de sus amores.