Dos ciclones se medirán en White Hart Lane con objetivos opuestos, pero con la misma tendencia a fallar en los momentos más importantes y mostrar esa irregularidad que les ha caracterizado durante toda la campaña. Tottenham y Aston Villa verán como Londres se convertirá en un coliseum con los gladiadores preparados para combatir con un ojo puesto a los leones que jugarán en otros escenarios.

La irregularidad, un mal compañero de viaje

Nada regular está siendo la campaña del Tottenham Hostpur, pese a encontrarse en la sexta posición y ver de cerca su participación en competición europea la próxima temporada. Los pupilos de Mauricio Pochettino han dejado dudas en los últimos encuentros de Liga y, gracias a destellos de calidad, han podido ir solventando partidos difícil para lograr llevarse la victoria o arañar un resultado positivo.

La temporada comenzó hostil con el conjunto de Londres con un equipo poco estructurado y sin ideas en su juego, ya que el equipo no lograba adaptarse a la manera de jugar del técnico argentino. Por ello, Pochettino estuvo en el ojo del huracán varias jornadas con un White Hart Lane en su contra y con resultados que hacían pensar que la despedida del argentino sería precoz. No obstante, la situación mejoró y el equipo londinense comenzó a dar buena imagen, justo en paralelo con la aparición de Harry Kane. El joven delantero se ha consagrado como la promesa de la temporada y como el futuro '9' de la selección inglesa.

Sin embargo, las dos últimas jornadas han devuelto los fantasmas en White Hart Lane. El Tottenham se vio obligado a poner una marcha más ante el colista, el Leicester, después de lograr una cómoda ventaja, la irregularidad volvió a aparecer e hizo sufrir a la afición de los 'spurs' en los últimos minutos hasta que lograron el 4-3 definitivo. Las dudas no se disiparían en Turf Moor, el conjunto londinense tuvo una gran oportunidad para asegurar Europa, pero en un encuentro poco atractivo se volvió a vislumbrar al equipo sin ritmo ni ideas que no pudo pasar del empate inicial.

Sin margen de error

Recta final de infarto, un año más, para los aficionados de Villa Park. Al equipo le esperan dos jornadas de alta tensión en dos campos hostiles, White Hart Lane y Etihad Stadium, antes de comenzar una pequeña tregua ante equipos que no tendrán tanto en juego, todo ello ante de la no deseada final ante el Burnley. Eso sí, precisamente el Burnley se encuentra a tres puntos de los villanos, pero con un partido menos. El Aston Villa adelantó la otra final, ante el Queens Park Rangers, donde no pudo pasar del empate y que estuvo a punto de perder, incluso yendo gran parte del partido por delante en el marcador. Un empate estéril que puede poner en apuros al conjunto de West Midlands.

El cambio de juego que ha provocado Sherwood es evidente, pero no está siendo suficiente para alejarse de la zona de peligro y cada vez la presión está siendo más asfixiante debido a los pocos errores que puede cometer el Aston Villa. El pasado martes, una genialidad de Benteke en un libre directo salvó el primer 'match ball' en este sprint final. Todo ello, pese a ir por delante en el marcador con 2-1. Los villanos volvieron a dar una imagen de poca estabilidad y excesiva fisura defensiva como se contempló en Old Trafford el sábado pasado.

Por tanto, es una incógnita el planteamiento que hará el técnico inglés para el duelo en White Hart Lane. Él sabe de la irregularidad del equipo de Londres, todavía más, si se tapan las líneas de pase con Eriksen, algo que obligará a Delph a ser una sombra constante del futbolista danés.

Dos bestias frente a frente: Kane - Benteke

El partido, más allá de la diferencia en la clasificación, tendrá un llamativo especial en los dos equipos, sus delanteros. Pocos delantero hay en la actualidad con mayor carácter que Kane y Benteke, pese la juventud de ambos hombres de referencia.

Kane se ha llevado todos los elogios de la prensa inglesa e incluso de la prensa mundial con sus brillantes actuaciones, siendo el baluarte de un equipo que se veía fuera hasta la eclosión del futbolista inglés. Empatado a goles con Diego Costa, el delantero comenzó la temporada en silencio aprovechando los minutos y, tras un momento de sequía goleadora entre sus competidores, apareció él para devolver la sonrisa al aficionado del Tottenham.

Por su parte, Benteke volvió con la liga ya iniciada tras un duro golpe en su carrera por una rotura que le tuvo apartado varios meses de los terrenos de juego. El jugador no se adaptó al juego directo y si transición de Paul Lambert, algo que empezó a desesperar al jugador belga y que causó que, en varios partidos, estuviera solo arriba como una isla esperando algún error o envío largo para lucharlo y crear peligro. Con Sherwood ha cambiado la situación. Ahora el equipo juego, Agbonlahor le ayuda, los laterales suben y Benteke obtiene mayor protagonismo. Además, el belga está en su mejor momento tras conseguir el pasado jueves un hat-trick ante el Queens Park Rangers y salvar a los villanos de una derrota que les hubiera puesto en una situación crítica.

El Tottenham, dominador absoluto

Los últimos años ha tenido un dominador absoluto en los enfrentamientos entre el equipo de Londres y el equipo de Birmingham, el Tottenham se ha impuesto en los últimos duelo con bastante facilidad mostrando la diferencia que ha habido entre ambos equipos en la ulterior década. Unas victorias londinenses que se han prolongado en las competiciones coperas, donde los villanos no han tenido opciones de hacerle frente al equipo de White Hart Lane.

El último choque entra ambos equipos disputado en Villa Park terminó con victoria visitante por 1-2. Un partido que hacía despertar al equipo de West Midlands tras un inicio de temporada inmejorable. Un partido donde hubo goles, expulsiones, polémica y una remontada en los minutos finales. Agbonlahor adelantaba a los locales en el primer tramo de partido, sin embargo la expulsión de Benteke dificultaba mantener la ventaja en el luminoso. Chadli, en primer lugar, y Kane, de falta directa, dieron los tres puntos al conjunto londinense.

Posibles alineaciones