Las lesiones dictaron sentencia

Esta tarde se enfretaban dos equipos situados cómodamente en la tabla clasificatoria y sin apenas nada que jugarse. Los locales llegaban octavos con 46 puntos, lejos de Europa y más aún de la zona peligrosa de la tabla. Los toffees, por su parte, llegaban 12º con 37 puntos, ya apartados de los puestos de peligro tras las últimas tres victorias consecutivas en liga. Gary Monk salió con sus jugadores habituales pese a ser un partido prácticamente intrascendente, mientras que Roberto Martínez decidió sacar de inicio a sus once habituales, con las excepciones de Koné y Osman, que vienen recuperando minutos en las últimas jornadas.

Primera parte repartida

La primera mitad tuvo buenos momentos para ambos equipos. El encuentro comenzó con un dominio apabullante de los cisnes, que de la mano de Bafétimbi Gomis, acosaron en repetidas ocasiones la meta defendida por Tim Howard. El delantero francés le creó problemas a la defensa toffee de todas las maneras imaginables. Dando juego a sus compañeros de espaldas a portería, jugando entre líneas, juego aéreo...todo esto hasta el fatídico minuto quince. El galo recibió de espaldas, se giró de manera increíble librándose de Phil Jagielka y se sacó un disparo tremendo que estuvo a centímentros de meterse en la portería evertonian. Precisamente en esa jugada se llevó la mano a la parte trasera de su pierna derecha y tuvo que abandonar el partido. En su lugar entraría Emnes, cuya participación no tuvo apenas relevancia en este primer tiempo.

"El partido cambió a partir de la sustitución de Gomis"

El Everton comenzó a encontrarse a sí mismo, permitiéndonos ver una de sus mejores versiones de la temporada. Todo el equipo firme y participativo. En el minuto 25, Osman se tuvo que retirar también lesionado, entrando Pienaar en su lugar y firmando una gran primera mitad. El Everton se vino arriba y tuvo varias ocasiones para adelantarse en el marcador. Coleman, uno de los mejores del encuentro, tuvo la primera ocasión clara de los suyos con un gran zapatazo desde fuera del área que obligó a Fabiański a estirarse para sacarla a córner.

El gol no se demoraría mucho más. En el minuto 42, y tras una gran jugada de equipo, Pienaar puso un centro al área que terminó en la botas de Aaron Lennon. El extremo inglés controló la pelota en el punto de penalti y batió al meta polaco del Swansea con una gran definición. Los visitantes tuvieron alguna que otra opción de abrir brecha en el marcador pero este no se movería más en la primera parte, dejando un 0-1 para los hombres de Roberto Martínez.

Segunda parte muy entretenida

El Everton salió del vestuario como había entrado, jugando muy bien al fútbol y notándose mucho la poca presión que tienen ya tras las últimas tres victorias consecutivas en Premier League. La dinámica de partido fue similar al último tramo de primera parte. El Everton dominaba e incluso llegaba a tener ocasiones de cierto peligro, pero el Swansea no se rindió. Pese al notorio bajón tras la lesión de Gomis, los locales se encomendaron a Jonjo Shelvey para salvar los muebles ante su público. El mediocampista inglés estaba en todas partes, lo mismo recuperaba un balón en su área, que aparecía en la contraria creando peligro.

"El gol llegó en la acción tonta del partido"

Un balón al hueco del Swansea y sin aparente peligro, terminó en pena máxima a favor de los locales por una mano tonta de Seamus Coleman. El lateral norirlandés del Everton calló dentro de su área pidiendo un empujón de Emnes mientras protegía el balón, con la mala suerte de que al intentar levantarse golpeó el balón con la mano. Michael Oliver no se lo pensó dos veces y señaló penalti en contra del equipo toffee. El penalti lo lanzó Jonjo Shelvey y lo convirtió sin problemas, engañando a Howard.

El partido no perdió el ritmo pese al empate local, todo lo contrario. El Everton respondió apenas unos minutos después con dos remates idénticos de Barkley y Mirallas, que Fabiański consiguió repeler de manera igualmente idéntica. El Swansea se vinó arriba con el gol y a punto estuvo de ampliar la ventaja con un lanzamiento de falta de Sigurðsson. El islandés consiguió un gran disparo seco que Howard despejó por poco a córner.

Por si faltaba alguien en la fiesta, Ki también tuvo la suya. Tras un gran pase interior de Routledge, el jugador asiático del Swansea se inventó un brutal gorro sobre Jagielka que le dejó solo pero algo escorado ante Howard. El jugador enganchó una buena volea pero esta se marchó demasiado cruzada.

El partido terminó con un empate bastante previsible viendo la situación de ambos equipos en la tabla clasificatoria. Tanto Swansea como Everton se mantienen en las mismas posiciones en las que estaban, eso sí, a la espera de lo que hagan los demás equipos esta jornada. Los locales se quedan 8º con 47 puntos, mientras que los toffee se mantienen 12º con 38.

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