Segunda final consecutiva de la FA Cup para el Arsenal, tras ganar uno a dos en el Wembley Stadium. El Reading no era, sobre el papel, rival para el Arsenal, si bien supo ponerle en aprietos. No fue hasta la prórroga cuando el equipo de Wenger puso el gol definitivo para llevarse la victoria y destrozar los sueños de los royals.

Como era claro, la reacción de Arsène Wenger se presuponía tras el final del partido: "Es fantástico. Hemos alcanzado otra final". No obstante, fue parco en palabras para expresar la emoción que les da la oportunidad de convertirse en el rey de copas de la FA Cup, lugar donde están empatados con el Manchester United.

El entrenador no quiso dejar pasar la oportunidad de aclarar que se trata de una ocasión para compartir con los aficionados. "Queremos asegurar el trofeo y haremos todo lo que podamos", explicó. También quieren seguir poniendo "cada esfuerzo para ganar", aunque están felices por el hecho de llegar a la final de la competición más antigua.

Fotografía: Arsenal.

El partido no fue lo "fácil" que cabría esperar de un equipo de la parte baja del Championship. Según el técnico francés, fue "un test de nervios porque era [situación] tensa, era difícil". Wenger reconoció que sufrieron mucho en la zona de arriba por el compromiso del Reading, por lo que necesitaban "una pizca de suerte".

Además y como es costumbre, el Arsenal tuvo mucha posesión, pero la organización del Reading le impidió encontrar resquicios para el gol. No obstante, en palabras de Wenger: "No entramos en pánico con el uno a uno". Pudieron tener suerte cuando Koscielny, que "tuvo un partido excepcional", salvó al equipo de una ocasión que tuvo Pogrebniak para liquidar el encuentro.

En el apartados de lesiones, el Arsenal vuelve a sumar activos a la enfermería. "Per [Mertesacker] se lesionó en el tobillo. Desconozco cuán malo es todavía", explicó el francés. No obstante, también tuvo una alegría con la vuelta de Mathieu Debuchy, cerca de cuatro meses después, tras su lesión en el hombro.