Y el comentarista dijo: “Final del partido”. Y, lo que es acabar, acabó, es cierto, pero acabó el partido. Porque a partir de ese momento hay encuentros que vuelven a empezar. Hay encuentros que hay que analizar. Hay encuentros que nunca hay que olvidar. Y un Chelsea - Manchester United es uno de ellos.

Se puede decir, y no sería un error, que el Chelsea lleva siendo campeón mucho tiempo, por lo que si para algún equipo era importante el partido de la jornada 33 en Premier League, era para el Manchester United de Louis van Gaal.

Los blues empezaron la temporada como un tiro. Se pusieron líderes, arrollaban y ganaban. Sobre todo ganaban. Pero en las últimas fechas, su efectividad no es tan amplia. Se imponen al rival por la mínima, remontan en los últimos minutos y sufren. Parece ser que se han empeñado en ganar la competición cuando ellos quieran y no cuando los demás digan.

Por su parte, el Manchester United parece ser todo lo contrario. Empezaron la liga con muchas dudas, sin que los fichajes encajaran unos con otros y, lo que es más importante, con malos resultados. Sin embargo, ha sido a final de temporada cuando el equipo empieza a funcionar. El holandés parece haber elegido un buen esquema táctico y los resultados acompañan. La única pega es que ha sido demasiado tarde.

Para muchos aficionados a la competición inglesa hubiera sido mucho más bonito que el partido de Stamford Bridge decidiera una liga, pero no era así. Lo que decidía eran tres puntos que dejaban a un equipo mucho más campeón o a un equipo con más de pie y medio en Champions League. Finalmente, el partido acabó 1-0 y los tres puntos subieron al casillero de aquellos que luchan por ser campeones.

Se impuso la efectividad

El equipo de Mourinho partía como favorito. Eran líderes, jugaban en casa y se enfrentaban a un equipo que dejaba luces y sombras y llegaba lleno de bajas. Louis van Gaal, que había encontrado su once tipo, en el que Blind y Carrick eran fundamentales, veía como no podía contar con ninguno de ellos ni tampoco con Evans y Marcos Rojo. El irlandés estaba sancionado, mientras que el argentino, al igual que las otras ausencias, estaba lesionado. De esta forma, era McNair quien entraba de titular en la zaga de los red devils.

El joven de 19 años sorprendió a propios y extraños. Su contundencia en los balones divididos, su sangre fría para sacar el balón desde atrás y sus subidas más allá del medio campo le hicieron ser uno de los mejores jugadores sobre el terreno de juego.

La brillantez del irlandés no era aislada. El Manchester United planteó un partido excelente. Salió del túnel de vestuarios dominador, contundente, con una gran amplitud en las bandas y encerrando poco a poco al Chelsea. A la media hora de juego, a los de Old Trafford solo les faltaba mandar en el marcador.

Sin embargo, el Chelsea aprovecharía la única ocasión que tendría. Balón que saca jugado desde atrás el Manchester United, Smalling pasa a Falcao, que no controla bien y pierde el esférico ante Cesc Fábregas. El español abre para Oscar, que está en el centro del campo, cede con un taconazo espectacular para Hazard, que llega lanzado al área y bate por bajo a David De Gea.

Una vez más, el equipo de José Mourinho se adelantaba a su rival siendo inferior en juego, intensidad y ocasiones. Una vez más, el Chelsea minaba la moral de su rival de la forma más cruel posible. Una vez más, el equipo de Stamford Bridge se imponía por la mínima.

Siete de los últimos diez partidos ganados con un margen de un gol.

Y es que, los blues parecen haberse acostumbrado a sufrir zanjando los partidos por un gol de diferencia ante sus rivales. Desde el 0-5 que le endosaron al Swansea han pasado diez encuentros en Premier, de los cuales han ganado siete con un margen de un gol. El resto de partidos terminaron con empate en el marcador pero, como en el caso del Burnley, el gol del rival llegó a nueve minutos del final, por lo que la escasa ventaja hizo perder dos puntos cuando los tres parecían retenidos.

Desde luego no cabe ninguna duda que el equipo de José Mourinho cuenta con una de las mejores plantillas de la Premier, pero su nivel no es siempre el mostrado a principios de temporada, por lo que de ganar, como parece, el título liguero, los méritos se otorgarán a los 14 partidos seguidos sin perder que enlazó desde el mes de agosto hasta la derrota ante el Newcastle en diciembre.

Por otro lado, tras el gol encajado, quedaba el Manchester United. Los jugadores parecían tocados, ya que no entendían cómo podían ir perdiendo después del gran partido que estaban realizando. A partir de ese momento, el dominio seguía siendo suyo y las ocasiones también, pero el buen hacer de la defensa blue y el poco acierto, evitaron el empate.

Una de las causas por las que el equipo de van Gaal quizás no empató fue por la falta de juego entre líneas. Con Ander Herrera en la posición de Carrick, Rooney y Fellaini estaban de mediocentros ofensivos. El inglés volvió a retrasar su posición en exceso, por lo que no aparece donde es verdaderamente importante, cerca del área, mientras que el belga no tuvo su día. En bandas, Young y Mata no aportaron la profundidad necesaria, y un cambio del asturiano más al centro hubiera provocado más combinaciones entre los mediocentros.

Interesantes duelos

Un partido de estas dimensiones deja ver sobre el terreno de juego a grandes jugadores. La curiosidad del encuentro era que siete de los 22 titulares habían pasado por España, mientras que en los banquillos esperaban tres jugadores más, además de los dos técnicos. Así pues, un total de 12 protagonistas en el encuentro habían estado en algún momento en algún club español. Con todas estas estrellas es normal que se hagan comparaciones entre unos equipos y otros.

Thibaut Courtois - David De Gea

Para muchos, junto a Manuel Neuer, estos son los mejores porteros del momento. Durante el partido ambos no tuvieron excesivo trabajo, aunque sí vieron como los postes estaban de su lado. Primero el español vio como Hazard estrellaba un balón en la cruceta, mientras que, 25 minutos más tarde, era el belga quien se salvaba del empate gracias a que la madera repelió el disparo de Falcao.

Dos intervenciones por parte de cada uno hicieron que los guardametas no fueran los artífices ni de la victoria del Chelsea ni de la derrota del Manchester United. Desde luego este partido no recuerda a otros de la temporada donde han tenido que echar horas extras.

Laterales muy ofensivos

Si por algo se caracterizan ambos equipos es por las subidas de sus laterales. En el cuadro de Stamford Bridge, Ivanovic y Azpilicueta volvía a aparecer en escena. El serbio es titular indiscutible, mientras que el español no se ha visto amenazado por la llegada de Filipe Luis. Ya en los red devils, Valencia volvía a penetrar por la banda derecha mientras que Luke Shaw reemplazaba a Blind.

Los laterales locales estuvieron más pendientes de defender que de atacar, tanto que es uno de los partidos que menos veces han pisado campo contrario en lo que va de temporada. Branislav Ivanovic fue, de los dos, el que más trabajo tuvo, ya que Luke Shaw se mostró muy participativo. No obstante, las ayudas de Oscar facilitaron el trabajo del serbio.

Luke Shaw recordó al del Southampton

Ya en el bando contrario, Luke Shaw merece una atención especial. Desde su llegada al equipo de Manchester, este es el primer partido que recordó a aquel inglés que corría la banda izquierda del St. Mary’s Stadium con la camiseta del Southampton. Las estadísticas demuestran que estuvo más tiempo en campo rival que en el propio, por lo que dio a su equipo más en ataque que en defensa.

Duelo por todo lo alto

En el sentido literal de la palabra, se vivió un duelo por todo lo alto. Mientras que Fellaini es utilizado por van Gaal para bajar los balones aéreos y surtir de segundas jugadas a sus compañeros, Mourinho dio entrada a Zouma para desbaratar los planes de su homólogo holandés. No obstante, tras el francés, esperaba una línea formada por Terry, Cahill e Ivanovic que tenían como principal misión evitar cualquier balón aéreo.

Pugna de Zouma y Fellaini por un balón (Foto: BBC)

Muchas eran las sorpresas cuando Zouma aparecía en el once, pero viendo que jugó pegado a Fellaini gran parte del partido, se puede decir que el objetivo principal era evitar la recepción de balones por parte del belga. Una gran lectura de Mourinho anterior al encuentro con la que evitó problemas en su zaga. No obstante, de los cinco duelos aéreos que tuvieron entre ambos, cuatro fueron ganados por el centrocampista de los red devils, que hizo valer sus 194 cm para imponerse a los 187 cm del francés.

Centro del campo ofensivo - centro del campo defensivo

El planteamiento inicial por parte de ambos técnicos daba una idea de qué buscaban desde el primer minuto. José Mourinho deshizo la pareja formada por Matic y Fábregas para adelantar al español hasta la posición de Oscar y desplazar al brasileño a la banda derecha, ocupada habitualmente por Willian, y dar entrada a Zouma. Un doble pivote defensivo con un jugador portentoso, como el francés, y un recuperador de balones nato como el serbio.

Ante ellos estaba Ander Herrera, Fellaini y Rooney acompañados de Mata y Young por las bandas. Los cinco son jugadores de corte ofensivo que contrastan con lo dispuesto por el técnico portugués. El bilbaíno ocupó la posición de mediocentro puro, ante la lesión de Carrick, aunque da mucho más dinamismo jugando más adelantado. Mata y Young estuvieron participativos, aunque no tanto como en otras ocasiones. Rooney no disfruta tan lejos del área y Fellaini quedó neutralizado.

Chelsea - Manchester United - Football tactics and formations

Lo que se puede destacar de estos planteamientos opuestos es que cada uno de ellos realizó su función a la perfección. Los hombres del Chelsea debían defender y lo hicieron bien, mientras que los del Manchester United debían crear y lo hicieron bien. Faltó algo de juego entre líneas y la definición final, pero crear juego lo crearon.

Drogba - Falcao

Con la lesión de Diego Costa y de Remy, José Mourinho tuvo que dar entrada a Didier Drogba. El costamarfileño de 37 años iba a ser el encargado de poner a prueba a los centrales de los red devils. En el otro área, Falcao se mediría a Cahill y Terry.

Ninguno de los dos delanteros demostraron aquello que se esperaba de ellos. El del Chelsea estuvo bastante desaparecido durante todo el encuentro. Al igual que Fellaini en el Manchester United, su cometido era bajar balones aéreos, pero Smalling y McNair le mantenían muy lejos del área. Que su equipo no tuviese la manija del juego tampoco ayudaba, por lo que solo dos disparos, que no llegaron a portería, fue lo que dejó en el partido.

Falcao sigue sin aprovechar las oportunidades.

Por su parte, Radamel Falcao, estuvo un poco más participativo, pero deja la sensación que sigue sin aprovechar las oportunidades que le da su técnico. Jugando más en medio campo que cerca del área de Courtois solo pudo realizar tres disparos, aunque uno de ellos acabó en el palo tras un gran desmarque. Su mal control que propicia el gol de los blues hace ver que su rendimiento no es el demostrado en campañas anteriores.

José Mourinho - Louis van Gaal

Ambos fueron compañeros en el FC Barcelona y una gran amistad les une. Lo que está más separado son sus estilos de juego. Mientras que el holandés demostró el pasado sábado que quiere hacer jugar al fútbol a su equipo, el portugués quería destruir juego y rentabilizar las pocas ocasiones que tuviera. Ambos acertaron con sus onces basados en sus ideas y Van Gaal se quedó la posesión de balón, mientras Mourinho recogió los tres puntos.

José Mourinho y Louis van Gaal (Foto: Eurosport)

La conclusión final que se extrae del partido entre estos gigantes del fútbol inglés es que ambos plantearon un partido tan opuesto como complementario. El Chelsea quería defender y salir a la contra, algo que hicieron a la perfección, mientras que el Manchester United era quien intentaba elaborar el juego por medio del esférico. Los pupilos de van Gaal lo consiguieron aunque les faltó el gol. Lo que está fuera de toda duda es que el partido no acabó en el minuto 90 y, a día de hoy, se pueden seguir sacando conclusiones.