Los Lilywhites golpean primero. Simon Grayson y sus chicos se ponen por delante en la carrera por llegar a la Championship (equivalente a la Segunda española), tras la decepción de quedarse fuera de forma directa en la última jornada del campeonato regular, perdiendo su encuentro ante el Colchester y cediendo su segunda posición al MK Dons, que sí ganó, goleando, en su último envite.

Beckford golpea rápido

El cuadro del Deepdale se enfrentaba al Chesterfield en un duelo directo por intentar colarse en la final por el ascenso que tendrá como premio el verse el año próximo a un paso de la Premier, competición que en su actual formato, no ha logrado pisar, a pesar de ser uno de los equipos con más solera del fútbol británico.

En apenas seis minutos, el Preston se adelantaba gracias a un fallo defensivo, un buen pase de Humphrey y el acierto de Beckford

Una buena temporada terminó con los chicos de Grayson en tercera posición, lo que les permitía jugar las eliminatorias previas a la gran final con ventaja de campo, y enfrentándose a un rival en teoría 'peor'. El sexto clasificado, el Chesterfield, campeón el pasado año de la League Two y que ha visto cómo su temporada les llevaba hasta los puestos punteros a pesar de ser un recién ascendido.

Los dos conjuntos saltaron al verde del Proact Stadium con la confianza de encarrilar la eliminatoria hacia sus respectivos lados, pero apenas tardó seis minutos el Preston en inclinar la balanza. Jermaine Beckford, la referencia en punta de los Lilywhites, aprovechó un gran servicio de Chris Humphrey para inaugurar el marcador con algunos espectadores aún ocupando sus asientos.

Estalló la hinchada visitante, pero no se descompuso el cuadro local. El partido, marcado por la tensión, acumulaba pequeñas tanganas por doquier. La más significativa, la que protagonizaron Jimmy Ryan y Paul Gallagher, después de que el primero le enseñase el codo al segundo, acción que el colegiado cortó mostrándole una amarilla a ambos, aunque la espiral de desencuentros no se frenó ahí.

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Pudo aumentar la distancia en el marcador el Preston, si el disparo de Joe Garner que detuvo Lee estirándose y buscando el cuero abajo hubiese entrado. Pero de igual modo, el Chesterfield también pudo haber igualado la contienda, gracias a una gran acción buscando el ángulo por parte de Gardner, pero a la que Johnstone respondió de manera soberbia.

Espiritual intento sin éxito

Con más bronca que juego, el primer tiempo se extinguió sin ocasiones de peligro para las porterías de ninguno de los dos equipos, pero no así la tensión. Y es que en el túnel de vestuarios, los jugadores de los Lilywhites y los Spireites tuvieron otro momento de dudosa deportividad, encarándose varios miembros de ambos equipos.

El Chesterfield dominó claramente en la segunda mitad, pero fue incapaz de doblegar la férrea defensa del Preston

Con la intención de olvidar el juego sucio y comenzar a hacerlo en busca del gol, el Chesterfield tomó la iniciativa en la segunda mitad. Casi convertido en un monólogo, los jugadores de Paul Cook arrinconaron a su rival, y solamente el buen entramado defensivo y la solvencia del arquero del Preston evitaron la igualada.

Las ocasiones más claras las tuvieron Gary Roberts y un recién ingresado Ollie Banks, pero la defensa se impuso al ataque, y finalmente el Chesterfield no encontró el premio que buscó - y mereció - sin descanso durante toda la segunda mitad.

Al final, el partido llegó al final con el 0-1 que firmó Beckford al inicio, y que le da la iniciativa a los Lilywhites de cara al partido del domingo. Por su parte, los Spireites tendrán que remontar fuera de casa, lejos de su público, si quieren optar a estar en la final del día 24 de mayo en Wembley.