Debutaba el Sassoulo en Serie A en su estadio, y para los seguidores de este humilde equipo hoy era un día de fiesta y de celebración. Pero el partido ya daba respeto de primera hora pues el rival era otro recién ascendido, el Livorno, y se buscaba un buen resultado para comenzar la temporada con buena cara. El problema fue que el cuadro visitante convirtió la noche de celebración local, en una pesadilla.

No comenzó con mucho ritmo el partido, ambos equipos se estudiaban y las ocasiones destacaban por su ausencia. Poco a poco los delanteros de los dos equipos fueron tomando las riendas en ataque pero ni Laribi, ni Emeghara estuvieron acertados cara a puerta en el tramo inicial del choque llegando a la primera media hora con un empate a cero en el marcador y sin que el espectáculo fuera el esperado.

Tras pasar la primera media hora el equipo verdinegro avisó a su rival con un cercano disparo de Rossini de cabeza en el pico del área pequeña, el cual fue rechazado. Pero lamentablemente para los locales, el gol llegó en la otra portería. Fue en una espectacular falta lanzada por Greco, la cual se coló cerca de la escuadra izquierda del meta del Sassoulo y llevaba al Livorno con ventaja al descanso.

Empezó avisando el equipo visitante en la reanudación con un remate de Paulinho. Esto despertó al hasta entonces dormido Sassuolo que pudo empatar el choque con grandes ocasiones de Zaza quien perdonó en varias oportunidades, y comenzó a llevar la desesperación en una afición local que veía detrás a su equipo injustamente, ya que hacía méritos para mínimo equilibrar el marcador.

Pero la mayor desesperación todavía estaría por llegar. Y eso que primero vino la felicidad para la escuadra local, gracias al participativo Simone Zaza que esta vez sí acertó con su cabezazo para batir a Bardi y equilibrar el choque. Pero la felicidad duró bien poco para los hinchas verdinegros, ya que Emeghara muy escorado marcó un gol que pasó por el primer palo en un balón que Rosati pudo hacer algo mal. De nuevo el Sassuolo iba por detrás en el marcador.

El gol llevó al ataque a los locales, y el equipo blanco aprovechó los espacios para acabar goleando a su rival. Primero con un gol de Paulinho dentro del área a quince minutos del final del encuentro.

Y solo diez minutos más tarde, Luci fue derribado en el área por el meta Rosati para que Emeghara anotara de penalti su segundo gol de la noche. El resultado no reflejaba la igualdad vista en el campo, pero los verdinegros se llevaban un severo castigo dado entre otras cosas por la inexperiencia en la categoría.

Con este resultado el Livorno queda en novena posición con tres puntos. Peor está el Sassuolo que es colista, todavía sin puntuar.