El terreno de juego del Nereo Rocco no invitaba a un juego fluido y mucho menos con los dos equipos que lo pisaban en el día de hoy. Ni Cagliari ni Inter son clubes que se caractericen por un fútbol creativo, así que se adaptaron bien a las condiciones del césped, muy mojado y con bastantes charcos por la zona cercana a los banquillos. Aun así, uno de los dos tenía que llevar la iniciativa y el Cagliari no tuvo problemas en cedérsela al Inter, sabiendo que le cuesta mandar en los partidos.

De todas formas, no fue una mala primera parte de los hombres de Walter Mazzarri. Sin muchos alardes, asumió bien el mandato en el encuentro, manteniendo la posesión de la pelota con cierto criterio, permitido por la continua participación de los hombres más capaces para ello, Mateo Kovačić y Ricky Álvarez. El croata entró en el equipo favorecido por las rotaciones del técnico italiano, como así hicieron también Rolando, Pereira y Belfodil.

Con este equipo, el Inter volcó mucho su juego hacia el costado derecho de su ataque, el más perjudicado por la lluvia en la primera parte, pero sin sufrir mucho el exceso de agua. Combinaron ágilmente entre Nagatomo y Álvarez, pero no encontraron fácilmente a Belfodil, que solo dispuso de una ocasión en todo su partido, mérito también en buena parte a la actuación de Davide Astori, sensacional en el corte.

La táctica de Diego López para su Cagliari era clara. Quería controlar los ataques posicionales del Inter con un centro del campo rocoso e intenso, con Conti y Nainggolan como líderes, para luego salir rápido buscando la explosividad a la contra de Ibarbo. Lo probaron mucho sin demasiada suerte en el intento. Los tres centrales del Inter estaban atentos a los desmarques del delantero colombiano y no le dejaron espacio para correr y desbordar.

Mazzarri sorprendió en el descanso dejando en la caseta a Ricky Álvarez, probablemente por problemas musculares, aunque era uno de los jugadores que no habían rotado hasta el día de hoy, por lo que no es descartable que fuera para darle un descanso. Entró Icardi para establecer una referencia ofensiva entre los centrales sardos ante los movimientos de Belfodil, muy tendente a caer a banda. El Inter seguía teniendo el balón y las oportunidades, pero faltaba el gol. Cambió al argelino por Palacio y el partido viró. El Trenza lo hizo todo bien, cada balón que le llegaba era una ocasión de peligro al jugar en su posición ideal, de segundo delantero, con libertad para caer a banda, de asociarse con el centro del campo. La jugada del gol es posible por el primer toque del argentino que habilita a Nagatomo. El japonés después solo tiene que ponérsela en la cabeza a Icardi para que marque su segundo gol como interista.

Pero para desgracia de Icardi, los dos goles que ha marcado solo han servido para dos empates. Marcó en la igualada contra la Juve, y con su tanto de hoy solo consigue un punto después de que un disparo de Nainggolan desde la frontal, sin demasiado peligro, sorprendiera a Handanovic tras rebotar en Rolando apenas a siete minutos del final del partido. En los últimos instantes, ambos equipos se volcaron para ganar el partido, siendo el Inter el que tuvo las ocasiones más claras, pero sin suerte. Ahora, el Inter se aleja de Nápoles y Juve a la espera de lo que haga esta noche la Roma.

-Foto: Ansa.