El Verona ha conseguido su quinta victoria de la temporada y continúa con su marcha triunfal por la Serie A. Tras 11 años vagando por las catacumbas del fútbol italiano, este histórico del Calcio, campeón del Scudetto en la temporada 1984/1985, ha regresado con la firme intención de recuperar el tiempo perdido. De momento ya se ha situado en la cuarta posición, que da acceso a la Uefa Europa League, convirtiéndose en la sensación de este arranque de temporada en Italia.

Esta vez tuvo que tirar de oficio ante un Parma, que vendió cara su derrota en el estadio Marc´Antonio Bentegodi. El conjunto de Roberto Donadoni se marchó al descanso por delante en el marcador merced a los tantos de Parolo y Cassano. El comienzo del partido fue trepidante, propio de esta Serie A que asegura goles y emoción a raudales. Los equipos se han empeñado en desprestigiar a aquellos que tiran del tópico de que el fútbol italiano es defensivo. A los 25 minutos el Parma ya mandaba en el marcador tras remontar el tempranero gol de Cacciatore para el Verona.

Reacción del Hellas Verona

El equipo de Verona saltó al terreno de juego con el ánimo renovado tras el descanso. Así a los quince minutos de la reanudación Jorginho empató la contienda al anotar el primero de los dos penaltis que el colegiado señaló en el transcurso del encuentro. El Parma tenía en Amauri y Cassano sus dos principales bazas para llevarse la victoria de un estadio que tiene visos de convertirse en uno de los feudos más díficiles de visitar a lo largo de la temporada.

A pocos minutos del final Maurizio Mariani, árbitro del encuentro, decretó el segundo penalti de la tarde. Jorginho no desaprovechó la ocasión, y, completó su doblete desde los once metros. El gol fue un mazazo para el Parma que no tuvo tiempo ni capacidad de reacción. El resultado del partido premió la mayor determinación del Hellas Verona en la segunda parte. Con esta derrota el Parma se queda con nueve puntos, en una cómoda decimotercera plaza.