Lluvia, frío, humo provocado por algunos aficionados... y más lluvia. Los lunes por la noche no están hechos para el fútbol. Y menos si el tiempo es tan otoñal como el que hacía presencia en Bolonia. Esto lo deberían de pensar los pocos aficionados que acudieron al Renato Dall'Ara para ver un choque entre dos escuadras que luchan por la permanencia. El Bologna de Stefano Pioli empezaría el partido 16º, pero empatado con Sampdoria y Sassuolo, que ocupa el primer puesto de descenso. Por contra, el Chievo, que puso en aprietos al líder en el Olímpico el pasado jueves, llegaba como colista y a cinco puntos de los puestos de permanencia. 
 
Escaso de emoción y con apenas ocasiones, el partido se ahogó entre pelotazos y pérdidas de balón antes de que los equipos llegasen a las áreas. El remate en el primer minuto de Sardo tras un córner fue un espejismo. Y si bien es cierto que el Chievo dominó más durante los primeros 25 minutos, el Bologna seria el que intentaría llevar el peso del partido aunque sin superar totalmente a su rival. Uno de los pocos que conseguía realizar buenas acciones fue el delantero local, Cristaldo. Él y Diamanti provocarían la jugada más peligrosa del primer tiempo cuando el internacional zurdo colgaba un balón difícil de rematar, pero que el argentino, gracias a una buena flexibilidad, conseguía rematar. La pelota se marchó cerca de la portería en una de las pocas veces que Puggioni trabajó en el primer tiempo. 
 
El Bologna dominó más tiempo, pero no estuvieron acertados en sus pocas ocasiones
Ya en la reanudación, los entrenadores buscaron soluciones para intentar llevarse los tres puntos o, como Sannino, conservar el que estaban consiguiendo. Stefano Pioli sí quiso ser más ofensivo y dio entrada al Ruso Pérez por el amonestado Pazienza, y también dio entrada a Moscardelli y más adelante a Bianchi. Los dos últimos mencionados fueron los protagonistas de las últimas ocasiones de peligro del partido, con permiso de una arrancada de Acosty, que pudo cambiar el marcador a favor del Chievo. Primero, Moscardelli disparaba con la zurda desde la frontal haciendo trabajar a Puggioni, que rechazó mal y casi a los pies de Kone, pero el griego remató muy forzado y flojo para sorprender. Y segundo, Rolando Bianchi. El ex-Torino se adentró muy escorado en el área tras un magnífico control, pero su fuerte disparo sólo pudo tocar la red por fuera de la portería.
 
 
Con este aguado empate a cero (no paró de llover en todo el partido), el Chievo sigue siendo colista de la Serie A con cinco puntos; mientras que el Bologna se mantiene 16º pero ahora empatado con el Cagliari a diez unidades. En la próxima jornada el Chievo recibe al Milan y el Bologna visita al Atalanta.