Génova es una de las ciudades portuarias más importantes del Mediterráneo. Allí, el Genoa y un diluvio casi constante contribuyeron a que el Inter de Milán perdiera tres puntos más en la Serie A. De ese modo, se aleja así lo que Thohir de finía esta misma semana como el verdadero objetivo de su equipo: "En comparación con la temporada pasada el equipo ha mejorado. Pero creo que el objetivo más plausible para este año es la cuarta posición", afirmaba. Se reconocía así que las opciones de entrar en Champions resultaban más que utópicas, pero es que la Fiorentina, que ahora mismo ostenta esa cuarta plaza que sueña con alcanzar el Inter, se encuentra a 8 puntos de distancia.

Mazzarri cambió para esta ocasión el esquema. Dio entrada a Milito junto a Palacio y situó tras ellos a Ricky Álvarez, jugando con una línea de cuatro en el centro del campo. Rompía así el 3-5-1-1 que llevaba empleando casi toda la temporada y trataba de paliar una de las grandes debilidades de su equipo: la dificultad para generar ocasiones claras de gol. Precisamente el tridente ofensivo titular le dio la razón, y en apenas unos minutos el Inter demostraba llegar con relativa facilidad al área de Mattia Perin.

Para entonces la lluvia había hecho acto de presencia y empezaba a condicionar el juego cada vez que el balón se acercaba a la portería de Handanovic. Por si fuera poco, Ricky Álvarez tenía que dejar el campo por un golpe en la pierna, dejando su puesto a un Kovacic que permanecería desaparecido durante casi todo el partido. Aun así, algunos errores del Genoa daba lugar a varias ocasiones claras de los nerazzurri, pero Palacio y Jonathan no acertaron.

Con esta derrota el Inter acumula siete partidos en los que solo ha logrado una victoria

Poco a poco el Inter bajó el ritmo y los de Gasperini se aprovecharon de ello. El objetivo era más que evidente: Gilardino se pegaba con los centrales interistas, permitía a su equipo avanzar y a partir de ahí se originaba todo el juego de los ligures.

Desde ese momento hubo un jugador que destacó por encima del resto. Fetfatzidis pasó a convertirse en un incordio para Juan Jesus y Nagatomo. El griego, escorado a la derecha a pesar de ser zurdo, dio una exhibición de desbordes y regates continuamente, y pese a ser sustituido antes del gol de Antonelli, fue el más destacado de los rossoblú.

Mazzarri se desesperaba en el banquillo. El Inter ejercía un control del partido que no se veía reflejado en el marcador, mientras que en defensa, tal y como viene demostrando durante todo el curso, demostró ser un equipo más bien blando.

Tras el descanso, el dominio del Inter se intensificó aún más su dominio. El problema era que, además de la falta de puntería, la portería que defendía Perin se había convertido en un barrizal donde era más que difícil mover el balón. Pese a ello, no fueron pocas de todas formas las acciones en las que el Inter pudo lograr el gol, pero Palacio, Milito, Cambiasso y Guarín -que había sustituido a un insulso Kuzmanovic- se toparon con Perin. Un Perin que, junto con Bardi, actual portero del Livorno, representa el futuro de la portería en la Nazionale una vez que Buffon diga adiós.

El Génova no dejó de tener opciones aun sin estar Fetfatzidis sobre el césped. Gilardino daba aire a su equipo, y la debilidad de los Campagnaro, Rolando y Juan Jesus hacía el resto. En el enésimo acercamiento de los locales, un disparo de Gilardino se marchaba desviado a córner y de ahí nacería el gol: Antonelli se adelantaba a Jonathan en el área pequeña y batía a bocajarro a un Handanovic que se había mantenido bastante seguro durante todo el partido. Quedaban entorno a 10 minutos, pero resultaba bastante evidente que lo que el Inter no había podido hacer en 80 minutos, difícilmente iba a lograrlo en lo que restaba.

Otro descalabro más del Inter. Y son ya siete partidos en los que solo ha logrado una victoria. Su problema no es solo la imagen del equipo en las últimas jornadas, sino que a corto plazo, y a no ser que llegue algún fichaje que marque las diferencias, no se espera un cambio que mejore la dinámica actual. Si el Verona consigue al menos un punto en su visita al Milan, los nerazzurri se quedarán fuera de los puestos europeos, a nada menos que ocho puntos de lo que Thohir definió como el objetivo más realista.

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