Se notaba la tensión en los prolegómenos del encuentro. La victoria de la Fiorentina prácticamente dejaba claras las cuatro primeras posiciones de la tabla, ya que se hubiese abierto una brecha de once puntos entre Inter y Fiorentina. Por otro lado, si ganaban los interistas, se apretaba todo, y la lucha por la zona de Liga de Campeones sería para alguien más que Roma, Nápoles y Fiorentina, que hasta ahora parecían ser los únicos que peleaban por el segundo y tercer puesto, pero que con la victoria de hoy, se les une el Inter de Milán.

Las ausencias eran la peor baza de la Fiorentina. Sin Guiseppe Rossi ni Borja Valero ni Savic, la columna vertebral del equipo estaba completamente rota. En su lugar aparecieron Compper y Mati Fernández, mientras que nadie ocupó la posición de Rossi, ya que para este partido Montella optó por jugar sin ‘9’, juntando a Ilicic y Joaquín en punta.

El Inter de Mazzarri llegaba al encuentro tras ganar al Sassuolo, y la victoria en el Artemio Franchi se convertiría en una buena oportunidad de enlazar dos victorias consecutivas, algo poco usual en el conjunto de Mazzarri y que no se producía desde Noviembre de 2013. El tribote del Inter volvió a dejar detalles. Kuzmanovic como pivote, y dos interiores como Hernanes y Guarín, parece ser la pareja de tres elegida por el técnico interista para el resto de la temporada.

El partido comenzó con idas y venidas de ambos conjuntos. El Inter parecía ser mejor, y su superioridad se hacía notar en el Franchi. Fruto de esa superioridad se fabricó el primer tanto del partido. En una jugada fortuita, el argentino Rodrigo Palacio ponía el 0-1 en el luminoso. La defensa Viola no estaba acertada en esa jugada, y tras un rebote, Palacio se disputaba el esférico frente al guardameta brasileño Neto, que se confió y no llegó al balón, un balón que empujaba Palacio al fonfo de las mallas.

Tras el gol, la Fiorentina siguió con su pasividad. La línea del centro del campo de tres no respondía, y al no llegar balones arriba, tanto los carrileros Vargas y Cuadrado, como los puntas Ilicic y Joaquín, no aparecían en el partido. Esto propició varias ocasiones claras del Inter que los milanistas no supieron aprovechar. Se llagaba así con el 0-1 al descanso favorable al Inter.

La segunda mitad arrancó diferente a la primera. A los dos minutos de comenzar, la Fiorentina empataba el encuentro, aunque con algo de fortuna. Tras una gran circulación del chileno Mati Fernández, el balón le caía en los pies al colombiano Juan Cuadrado, que disparó sin reparos hacia la portería de Handanovic, quien no estuvo nada afortunado en el bloqueo, lo que propició el empate de la Viola.

Con cuarenta minutos de partido por delante comenzaba el carrusel de cambios. Mazzarri optó por dejar fuera a Diego Milito que no estuvo fino en el partido y hacer saltar al campo al joven argentino Icardi. A su vez, Montella dejaba en el banquillo a Gonzalo y daba entrada al montenegrino Tomovic y metía en el campo a Mario Gómez, quien fue la gran alegría del partido, ya que volvió a los terrenos de juego tras cinco meses lesionado.

El partido se decidiría sobre el minuto 65, cuando Icardi, en una jugada de pillo, se adelantaba a la defensa viola y colocaba el balón fuera del alcance del brasileño Neto. De ahí hacia delante el partido sería totalmente de la Fiorentina. Se sucedían las ocasiones pero el empate no llegaba. El Inter se supo defender y logró los tres puntos que le dejan muy cerca del club de la Toscana y con opciones de llegar a la Liga de Campeones.