La Juventus quiere certificar el Scudetto cuanto antes mejor, en parte para centrarse en la Europa League a darlo todo y en otra para celebrarlo cuanto antes mejor con su fiel afición.

Hoy era una de esas últimas fechas que parecen complicades. Un viaje a un campo como Friuli, en el cual cuesta mucho sacar puntos si se juega de visitante, y con un equipo como el Udinese que aunque no ha hecho una gran campaña comparado con otras temporadas, sigue siendo un rival muy peligroso y con muy buenos hombres en sus filas.

Además el equipo del noreste del país transalpino prácticamente no tiene objetivos para este final de campaña. El mal inicio le privó de cualquier opción europea, y la salvación pareció certificarla virtualmente hace pocas fechas, por lo que llegaba a este partido sin presión ninguna y con la ilusión de darle una alegría a su afición que este año, tanto por la peor campaña como por el traslado de estadio por obras al principio de temporada, ha sido bastante maltratada.

Dos goles antes de la media hora cerraron el partido

El partido empezó equilibrado, con unos síntomas que hacían parecer un partido muy igualado en el que los detalles decidirían. Y así fue, porque en la primera gran jugada de la Juventus, Sebastián Giovinco culminó la combinación visitante con un disparo cruzado desde el borde del área que batió a Scoffet por su lado derecho. Era el 1-0 al cuarto de hora de encuentro.

Cogió fuerza Giovinco con su gol y llevó las riendas de una Juventus que quería cerrar el partido cuanto antes mejor. Y lo consiguió en el 26, cuando tras un barullo en el área en un saque de esquina, el delantero riojano Fernando Llorente sin oposición marcó el segundo y definitivo gol del partido, y daba una gran ventaja a su equipo.

El Udinese equilibró el partido tras el tanto, fue un duro golpe que se repuso con ocasiones y buen juego. Pero enfrente está el mejor equipo del país, o eso por lo menos dice la clasificación, y con muy poco generaba oportunidades para anotar el tercero. Finalmente, sin más goles, llegabamos al tiempo de descanso.

Un poste para cada equipo en la segunda mitad

La segunda mitad se inició con mucho centro del campo, excesivas interrupciones y poco, muy poco, fútbol. Esto sin duda le iba bien al que estaba ganando, la Juventus, que veía como el crono corría a su favor mientras que su rival se mantenía esteril en ataque.

Pudo caer el tercero para los de Antonio Conte con un certero disparo de Sebastián Giovinco que se estrelló en la boca del poste. Fue la última gran ocasión para los bianconeri, aunque ya era suficiente porque el partido estaba en su mano.

Esta gran jugada le dio miedo a Udinese, que lejos de atacar lo que se esperaba, se mostró como conformista por no recibir una goleada que además de escandalosa podría hacer daño en la relación equipo-afición, la cual había mejorado en los últimos tiempos gracias a los mejores resultados que garantizaron una permanencia.

La entrada de Luis Muriel volvió a ilusionar a los locales, y volvieron a intentarlo hasta el final. El colombiano mostró su habilidad las veces en las que participó y tuvo la ocasión más clara del partido para su equipo. Fue un remate al travesaño con la zurda tras una asistencia de Nico López, era la certificación de lo que fue Udinese en este tramo final, un quiero y no puedo.

Así acabó el partido, y así se alimentaron las opciones de la Juventus a alzar definitivamente el Scudetto. Los 8 puntos con los que supera a la Roma parece que serán suficiente ventaja para los de Antonio Conte, para que cuando acaben estas últimas 5 jornada se coronen campeoneones de la Serie A 2013/14.

El Udinese se mantiene a +13 sobre el descenso, por lo que se presupone que los de Friuli mantendrán la categoría simplemente con una victoria más o una derrota de los equipos en zona de descenso.

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