Encuentro dramático por evitar el descenso. Si el Chievo ganaba se salvaba virtualmente, mientras que Sassuolo necesitaba puntuar, como mínimo para seguir vivo en la lucha por no retornar a la Serie B. El ambiente antes del encuentro era de tensión total y Eusebio Di Francesco calificaba esto como una final.

El partido comenzó con un Sassuolo más intenso, que buscaba atacar constantemente, aunque sin adelantar demasiado la línea defensiva; hoy tenían que ganar y sería más fácil si no recibían goles. Los comandados por Corini, por su parte, optaron por salir más replegados atrás, ya que el empate les valía para mantener su distancia con la zona de descenso. Aunque lo intentaban los de Di Francesco, había muchísimo respeto en el campo, y esto se traducía en pocas indicaciones. Olía a final. Los de Verona hacían muchísimo daño al rival por medio de contras, apenas elaboraban juego pero resultaban más eficaces que las largas posesiones sasolistas.

Avanzaba el crono y ese ímpetu visitante por crear peligro se había diluido totalmente, seguían teniendo la posesión pero no les servía para nada, además los locales ya no buscaban salir a la contra cuando robaban. El partido se había parado completamente y resultaba un tanto pesado para el público que comenzaba a enmudecer. Pero en torno al minuto 25 los de Di Francesco sorprendieron con una nuevo arreón ofensivo. En este caso a punto estuvieron de adelantarse. Primer saque de esquina que lanzaban, rematado por Cannavaro desde el punto de penalty con la rodilla y atajado fenomenalmente por Agazzi. Los de Sassuolo se animaban veían que no era tan difícil crear peligro.

Ida y vuelta que hacía presagiar el gol

Poco a poco el partido se rompía, esa ocasión había despertado a ambos del letargo. De nuevo a balón parado creó peligro el conjunto visitante. Falta que centra Magnanelli, que logra enganchar con una bonita volea Missiroli pero que, de nuevo, para Agazzi. Sufría de verdad el Chievo. Un minuto después fue Paloschi quien tuvo el 1-0, en la ocasión más clara hasta el momento. Contra de os de Corini llevada por Théréau, el cual centro para que rematara el delantero italiano y, bajo palos, Longhi sacara. Definitivamente esto estaba roto, cualquiera podía marcar. La tensión se podá cortar con un cuchillo y se vio reflejada en una tangana en el centro del campo con varios amonestados.

El partido ya corría por el minuto 40, se nos estaba pasando rápido. De nuevo tenía una ocasión el Sassuolo. Balón largo desde la banda izquiera de Floro Flores para que Berardi galopara sobre el verde y batiera al cancerbero local con un chut cruzado tremendo. La plantilla y los aficionados desplazados lo festejaban con locura, en esos momentos estaban fuera del descenso. El Chievo lo intento durante los últimos minutos pero nos marchábamos al descanso con un 0-1 que daba mucha vida a los visitantes y volvía a acercar a los veroneses al descenso.

Salieron con otra cara los locales tras el tiempo de descanso, ahora buscaban la posesión y no salir a la contras. Los verdinegros ahora sí creaban peligro a base de contras, especialmente, por medio de Zaza. Los primeros minutos del segundo tiempo lograron encerrar los locales a los ascendidos este año, pero sin demasiado peligro, simplemente les inquietaban. Pasaban los minutos y Sassuolo lograba estirarse y despojarse de ese dominio rival, tuvieron aproximaciones muy claras, pero sin concretarse en ocasiones claras. Ambos equipos tenían claras ocasiones a balón parado, ya que en defensa dejaban muchísimo que desear.

Corini introdujo en el terreno de juego a Stoian y a Lazarevic, buscando una mayor profundidad en el juego; mientras que Di Francesco optó por Ziegler y Rosi para encontrar más velocidad en las contras. Seguíamos sin tener ocasiones claras, pero con los cambios introducidos los locales llegaban con más facilidad al área rival. Apretaban cada vez más los de casa y Sassuolo se veía con el agua al cuello, casualmente cuando se marchó Paloschi del terreno de juego mejor jugaron y atacaron. Extraño al tratarse del máximo goleador del equipo (13 goles). Lazarevic tuvo dos cabezazos, sacados por Pegolo con grandes estiradas, para poner el empate, pero parecía que el balón hoy no quería entrar.

El partido, igual que sucedió en la primera mitad, se rompió en los últimos minutos. Floccari casi pone el 0-2, pero nada, el balón parecía no querer entrar en la segunda parte. Se volcaba el Chievo pero no podían crear peligro, estaban fenomenal atrás los de Di Francesco. Y con ese 0-1 se llegaba al final del partido. Resultado que deja al Chievo a dos puntos del descenso y a Sassuolo empatado con el Bologna por la lucha por no bajar.