El contexto hacía del Parma-Inter un encuentro más que apetitoso. El Inter de Milán llegaba como quinto clasificado con 53 puntos y el Parma sexto con 51. Ambos equipos ocupaban plazas que dan la clasificación para la próxima Europa League, ya que la final de Coppa entre Nápoles y Fiorentina (los dos en puestos europeos) hace que el sexto de la tabla vaya a competición europea. Por tanto, el Inter tenía la tarea de desmarcarse de sus perseguidores en su intento probable de volver a Europa, mientras que el Parma podía adelantar al los nerazurri o bien quedar a la espera de que la tabla clasificatoria se apretase.

La otra razón por la que destacaba el encuentro era Antonio Cassano. Si él está sobre el terreno, los focos ya tienen un objetivo al que señalar. Si el seleccionador italiano Cesare Prandelli ocupaba un asiento en el Ennio Tardini, la focalización era casi completa hacía ‘Il Talentino’. Su temporada le convierte en candidato para estar presente en la lista para ir al Mundial de Brasil, y disputar esa competición única por primera vez en su carrera. Además, tenía en frente a su ex equipo y a Walter Mazzarri, quién no quiso a Cassano en la plantilla del Inter con su llegada al banquillo el pasado verano.

El Parma fue lo que duró Cassano

Los elementos eran perfectos para hacer un cóctel con el que ‘Il Talentino’ poder crecerse. Y así fue, al menos, en los primeros 20 minutos de juego. El Parma fue mejor que el rival, y al frente de ellos estuvo Cassano. Su movilidad fue la principal arma de su equipo, cayendo atrás y a los costados. Apareció por los espacios que dejaban los jugadores del Inter, quienes le seguían de cerca, sobre todo con un marcaje de Samuel, e intentaban cortarle rápidamente, con o sin falta. Los de Donadoni incomodaron a los nerazurri  e hicieron que las ideas rivales no sucedieran. El centro del campo mordió bien, y los de Mazzarri lo intentaban con juego directo buscando a sus puntas, pero sin premio.

En el minuto 9, Cassano tuvo una clarísima ocasión en su testa, a la salida de un córner, pero Handanovic decidió comenzar a amargarle la tarde, y se estiró para evitar el tanto. A los pocos minutos, Antonio volvió a tenerla, controlando en el área y fallando en la finalización. Con el paso de los minutos, el Parma se fue diluyendo, y los papeles se tornaron. El Inter, fruto del empuje, comenzó a tener más protagonismo. El físico y la intensidad llevaron a los de Milán a sufrir menos y verse más en campo contrario. Los choques y segundas jugadas eran suyos, minimizando el peligro que hasta entonces había llevado el Parma.

A pesar de ello, los de Donadoni pudieron ponerse por delante tras un fallo de Samuel, en lo que se convirtieron en los minutos más locos del encuentro. El defensa argentino agarró dentro de su área un despeje, y cuando quiso quitárselo de encima golpeó el tobillo de Parolo, cometiendo penalti. Cassano fue el encargado de transformar la pena máxima y Handanovic de atajarlo. El guardameta esloveno acertó la dirección, desviando el lanzamiento a la madera y dejando el marcador tal y como estaba. El juego siguió y en la siguiente, Hernanes condujo con diferentes cambios de ritmo, adentrándose en el área rival y centrando el balón. Tras dos disparos y dos rechaces, Cambiasso hizo el tercer intento. Ahí la física rompió sus leyes, e inexplicablemente su tiro primero tocó el palo y acabó fuera, tocando en los pies de Mirante, quien se había estirado para intentar atajar el disparo. Solo el efecto del balón evitó el 0-1. En la siguiente, Icardi se apresuró a definir por encima del portero, recibiendo un balón largo que le dejó solo. Su disparo se fue alto, eligiendo la peor opción, pues tenía tiempo y espacio para haber controlado.

Doble golpe del Inter tras el descanso

Eso fue antes del descanso y tras la reanudación sí llegó el tanto interista. Paletta perdió su duelo en velocidad ante Palacio, se tiró para que el delantero no llegase al balón y lo que hizo fue derribarle. Segunda amarilla y el Parma se quedaba con 10 jugadores. Ese fue el primer golpe. El segundo lo construyó Hernanes y lo remató Rolando. El brasileño colgó con su zurda la falta al segundo palo, por donde apareció solo el central portugués para, con un gran remate, adelantar al Inter.

El Parma, ante las dos adversidades con las que se vio en un minuto, siguió intentándolo igualmente que si estuviesen en igualdad numérica. La más clara para empatar la tuvieron en la cabeza de Lucarelli, quien estrelló su remate en la madera, y Felipe, enviando su disparo de rechace desviado. Sí sufrieron los de Donadoni a la hora de replegar, pues los contragolpes interistas eran más complicados de contener y se sucedieron en un mayor número de veces.

El gol que certificaba la victoria del cuadro de Mazzarri fue obra de Guarín. El colombiano nada más ingresar en el terreno de juego controló su primer balón e hizo gala del enorme disparo que atesora en sus botas. Tuvo espacio en la frontal y sacó a pasear un derechazo cruzado y por bajo, ante el que Mirante poco pudo hacer.

El 0-2 sigue dejando al Inter quinto y al Parma sexto, pero con 56 puntos para los de Milán, que han vencido en un estadio como el Ennio Tardini, donde esta temporada solo Roma y Juventus habían cosechado la victoria. Quedan 4 encuentros y el Inter tiene un colchón de 5 puntos para estar la próxima temporada en competición europea, aunque los enfrentamientos que le vienen son duros: Nápoles, Milan y Lazio. El Parma por su parte se ha visto empatado a 51 puntos por el Milan, y por detrás están con 49 Torino, Lazio y Hellas Verona. La sexta plaza queda al rojo vivo, y el Inter hoy ha dado un gran paso para no darle una tonalidad aún mayor a esa posición.