Visitaba el conjunto toscano el Stadio Renato Dall’Ara tras una irregular racha en los últimos partidos y la derrota en Florencia ante la Roma, lo que generaba ciertas dudas en el entorno viola a la vez que Inter y Milan acechaban la zona de clasificación a la Europa League, sin embargo, la incontestable victoria en Bologna consolida esa cuarta plaza ante un conjunto rossoblu que en ningún momento dio la impresión de poder llevarse el partido a pesar de jugarse la permanencia. El tropiezo de los dos equipos milaneses certifica así una jornada redonda para la Fiorentina.

En esta ocasión, el tridente ofensivo formado por Joaquín, Iličić y principalmente Cuadrado funcionó a la perfección y pusieron en jaque a un Bologna que tuvo en el guardameta Curci su mejor hombre a pesar de recibir tres goles. El arquero fue puesto a prueba en no pocas ocasiones, por ejemplo, en un remate con clase de Iličić al cuarto de hora de partido que Curci atrapó cuando el balón se dirigía a la base del poste izquierdo. En la siguiente jugada, Robert Acquafresca protagonizó una contra peligrosa para el Bologna, pero fue un espejismo que se hundió en el mar de inoperancia local.

Fue Borja Valero el siguiente en probar fortuna con un disparo desde fuera del área que Curci envió a córner, pero poco después llegaría el primer tanto cuando Joaquín se internó por la banda derecha recordando al de sus mejores tiempos y centró al área para que Cuadrado rematase a la red ante la pasividad de la zaga local: hasta cuatro jugadores vieron de cerca cómo el internacional colombiano enviaba el balón a la meta rossoblu.

Tras el gol, la Fiorentina dominó la posesión del balón con la tranquilidad del marcador a favor, mientras el Bologna apenas inquietaba ni mordía al rival: cualquiera pensaría que se jugaban la permanencia e iban por debajo en el marcador. De esta manera llegó lo que parecía inevitable y la Fiore volvió a marcar cuando Iličić marcó lo que en principio parecía un golazo desde fuera del área por la escuadra de Curci, aunque en la repetición se observa que el balón rebota en un zaguero del Bologna. Buen partido del esloveno, del que se espera vuelva a mostrar la clase ofrecida en Palermo.

Un Bologna inoperante

La segunda parte volvió a ser de dominio viola, algo que quedaría certificado con una gran jugada de Cuadrado por la banda izquierda en el comienzo del segundo acto. El ex de Udinese se mostraba en todo momento como la referencia toscana y superior a la zaga local. El Bologna trató de reaccionar pero lo hizo sin peligro para la portería de Neto, y sólo un batallador Lazaros, con alguna ruleta ocasional incluida, parecía echarle arrestos suficientes. Desde la marcha de Diamanti al fútbol chino, el equipo se ha quedado cojo de creatividad en su zona ofensiva.

Era la Fiorentina quien seguiría disponiendo de las mejores ocasiones, como una de Cuadrado en un contra tras un largo pase de Iličić que Curci volvió a despejar a córner, y otra del lateral Tomovic que envió fuera. Fue de nuevo Cuadrado quien, tras otra gran jugada desde la banda zurda casi al final del partido, fue sorteando rivales hasta llegar al borde del área y batir a Curci con un fuerte disparo certificando la victoria visitante y su gran actuación. Con 0-3 en el marcador y un Bologna resignado, el colegiado Davide Massa decidió no dar un solo segundo de añadido y el partido tocó a su fin al llegar el minuto 90.

Con esta victoria y la derrota del Milan en Roma y el empate del Inter ante el Nápoles, la Fiorentina da un paso de gigante para consolidar su cuarta plaza. Respecto al tercer puesto, los de Benítez no lo han asegurado matemáticamente, aunque ocho puntos con nueve por disputar se antoja una renta más que suficiente. Por su parte, el Bologna sigue en la lucha por la permanencia, aunque las sensaciones ofrecidas no invitan al optimismo, pero aún quedan tres finales por disputar.