Catania y Roma soñaban. Ambos equipos tenían dos objetivos prácticamente imposibles. Utópicos. El Catania, con tan solo cinco victorias, llegaba al encuentro con la intención de recortar los cinco puntos que le separan de la salvación. Su rival, la Roma, estaba a ocho puntos de la Juventus a falta de tres jornadas. Difícil sí, pero no imposible. Y así, con ambos equipos soñando, se iba a disputar un partido completamente loco.

Izco fue la pesadilla romanista

Como aturdido, mejor dicho, dormido, la Roma saltó al campo como si el partido no fuese con ellos. Quizás el viaje a Sicilia, siempre pesado, iba a ser el motivo de un inicio paupérrimo ante el colista. El Catania sabía que sus opciones pasaban por un inicio fulgurante. Intensidad y presión. No hizo falta más para desarticular a una Roma que tenía las sábanas pegadas mientras soñaba con el Scudetto. A los 26 minutos, tras un gran taconazo de Leto, Izco se iba a plantar ante De Sanctis para hacer el 1-0. Un gran robo en el centro del campo dejó vendida a la defensa visitante que quedó totalmente petrificada tras el taconazo. 

La Roma, todavía en cama, confiaba en poder marcar dos goles ante el colista. Pero ni por esas, ni el Scudetto pudo despertar a los de Rudi García. Los locales siguieron a lo suyo, viendo que la Roma parecía no dar un paso al frente. Ocho minutos después del primero, Izco se volvía a plantar ante De Sanctis. Esta vez con el exterior de su pierna derecha iba a fusilar la portería visitante. La Roma no despertaba y el título volaba a Turín.

Totti apareció pero la Roma se volvió a echar a dormir

El sueño romanista se había convertido en pesadilla. Catania estallaba con el 2-0 viendo como su equipo iba a pelear hasta el final el poder jugar en Serie A. Pero Totti salió al rescate. Florenzi peinó un gran balón al centro del área para que Totti rematase, como es habitual, con temple al fondo de la red. Como el que se despierta a medianoche por una pesadilla, la Roma parecía abrir los ojos. El partido llegó al descanso sin novedades. La Roma quería despertar pero la dulce textura de la cama parecía no dejar dar un paso adelante.

Cuando el Catania bailó a la Roma

Diez fueron los minutos que aguantó la Loba en la segunda mitad. Bergessio apareció para dar alas a su equipo y confiar en la salvación. De Sanctis no pudo blocar un buen disparo de Leto y dejó en bandeja el tercero a Bergessio. La Roma se había quedado dormida. Como cuando uno tiene una pesadilla, se despierta y vuelve a dormirse. La Loba estaba en fase REM.

Pasaron los minutos y la fiesta iba a más en Catania. Llegaron los "oe" en la grada con cada pase local. Los jugadores se crecieron y mostraron la cara más negativa de una Roma que no confió en sus posibilidades. La guinda del pastel iba a ponerla Pablo Barrientos a falta de diez minutos para el pitido final. Un gran chute de fuera del área, imposible de rechazar por parte de De Sanctis, iba a convertirse en el 4-1. 

Con este resultado, la Juventus es la campeona de la Serie A ya que aventaja con ocho puntos a los de la capital. La Roma no quiso pelear para morir en la orilla y ahora debe centrarse en un verano que se prevé movido. Por su parte, el Catania se coloca a tres puntos de la salvación a falta de seis por jugarse. Todo abierto en la zona baja de la tabla.

(Fotos: La Gazzetta dello Sport | Ansa)