La remontada en la recta final (7 victorias en 9 partidos, incluyendo 5 triunfos consecutivos) no le alcanzó al Milan para maquillar su pésima temporada. El rossonero llegaba a la última fecha con la ligerísima esperanza –pues no dependían de sí mismos– de clasificar a la Europa League, y a pesar de ganarle 2–1 a Sassuolo, el último boleto a Europa se lo llevó el Parma.
El equipo de Seedorf necesitaba que el de Roberto Donadoni –voceado para ser el nuevo entrenador en caso cesen al holandés– cayera ante Livorno, el colero, pero la lógica terminó imponiéndose. Además requería que Fiorentina derrote a un Torino que, como el Parma, ha hecho un gran trabajo en la temporada, pero el encuentro terminó igualado a dos.
Milan, de todos modos, se fue de pie. Peleando y mostrando mejoría y ganas de salir adelante. Lo malo es que este ímpetu guerrero afloró muy tarde, cuando el equipo ya caminaba sobre la cornisa. Ante Sassuolo, a modo de gratitud a un público que acompañó hasta el final, los jugadores mostraron una vez más ese juego atractivo y veloz del que son capaces.
Muntari marcó un gol soberbio apenas iniciado el encuentro. El equipo avanzó con toques rápidos y, desde fuera del área, el ghanés la clavó en un ángulo. Minutos después Rami fusiló a Pomini, pero en fuera de juego. Luego llegó el tiro libre de De Jong, que se desvió en la barrera y se coló en el arco rival. En menos de media hora el rossonero ya ganaba 2 a 0.
Ya en el segundo tiempo, Mexes hizo lo que mejor sabe, que es pelearse, y vio la segunda tarjeta amarilla a los 68’. Ello motivó a Sassuolo y el partido, que estaba controlado, se volvió dinámico, con el visitante volcado hacia el ataque buscando el empate, pero dejando espacios para que el Milan –ya con Balotelli y El Shaarawy en cancha– lo liquide.
Dos horrores arbitrales provocaron que los verdinegros se queden sin Paolo Cannavaro –la falta que cometió no era para expulsión– y que, en el 90’, Zaza descuente tras un penal que nunca debió ser cobrado ni siquiera. Pero pese a la corta distancia del resultado final, Milan gozó de muchas oportunidades y demostró, una vez más, que cuando quiere golpear, pega fuerte.
¿Qué le falta al equipo?
El comandante de este ejército que sale a velocidad desde su propio campo es Taraabt. Desde que llegó el marroquí ha dejado de lado las indisciplinas, se dedicó a jugar y nunca ha hecho un partido por debajo de los 5 puntos. Luego está Kaká, con ese talento que quiere salir pero que su rodilla no le deja hace algunas temporadas. La calidad de Balotelli no está en duda así como la capacidad de Pazzini para cabecear, ubicarse bien y definir. A ello sumémosle la vuelta de El Shaarawy, que Honda está en el banco y que, detrás, Montolivo y De Jong empujan. ¿No es suficiente?
"35 puntos en una rueda (19 partidos) son bastante dignos. ¿Mi futuro? Antes del Mundial lo definiré con Berlusconi",
Clarence Seedorf
Quizá lo que falte son laterales y un central de nivel que acompañe a Rami, pero el equipo debería producir mejor en materia ofensiva. A lo mejor tampoco está del todo bien el cerebro de la organización, que vendría a ser Seedorf. La impresión que deja es que está hallando el camino de a pocos, con paciencia. Luego de 17 años seguidos, el rossonero no participará en torneos europeos. Se ha tocado fondo, pero esto es necesario. Existe una base rica en nombre. Sobre ellos tiene que empezar la reestructuración.