Era el día perfecto para terminar con las dudas. Tras un nefasto inicio de campaña, el Nápoles de Benítez recibía al Palermo para acabar con los fantasmas que han acompañado a los del sur durante este comienzo.

La eliminación en la Champions League y una única victoria en Serie A ha hecho incluso temer el puesto de Rafa Benítez en el Nápoles. Por eso era importante para el técnico español vencer hoy, para devolver la calma a uno de los equipos más sentimentales de toda Italia.

Enfrente estaba el conjunto siciliano del Palermo, un recién ascendido que está dando buenas sensaciones en su comienzo pero que no lo muestra en resultados. De momento contaba con dos empates y una derrota en su casillero.

Como un rodillo salió el Nápoli, con muchas ganas de gustar y arrasar. A los dos minutos ya ganaban los locales, con un inapelable cabezazo de Koulibaly que parecía aparentar una buena noche para su equipo.

No le dio tiempo a reaccionar al Palermo cuando empezó el recital de Hamsik. Primero con un buen disparo que se estrelló en el larguero, pero sobre todo con un magnífico pase a Durván Zapata para que este definiera a la perfección y pusiera el 2-0 en poco más de 10 minutos.

Pero quien rie último dicen que rie mejor. Y eso le pasó hoy al Palermo, que sin hacer demasiada cosa empató el choque. El primer tanto fue de cabeza por parte de Belotti, quien en el área pequeña batió a Rafael y empezaba a traer el miedo a la grada.

Solo cinco minutos después empataba Vázquez con un buen derechazo, era el empate a dos en menos de 25 minutos. San Paolo estaba viviendo un auténtico espectáculo, aunque ellos mas bien lo definirían como un drama.

Tras unos minutos de calma, apretó el Nápoles en el tramo final del primer tiempo. Así consiguió deshacer el empate Callejón en el descuento. Fue tras un remate cruzado que superó a Sorrentino y cerraba una primera parte espectácular para los ojos de los espectadores.

Belotti devolvió la preocupación a San Paolo

Salió muy fuerte el equipo local tras el descanso, no quería que le pasara lo de otras ocasiones y tenía miedo a perder un partido que tenía en su mano. Este planteamiento era valiente pero peligroso, pues Belotti generaba mucho peligro al contraataque.

Y así llegó el empate del mismo Belotti, quien desde el centro del área transformó con calidad el buen pase de Dybala. Era el gol definitivo del choque, algo que traía miedo y tristeza a San Paolo.

Salió Higuaín por Zapata tras el tanto y el argentino lo intentó de todas las formas. Muy entregado, Gonzalo realizó un buen encuentro aunque sin la definición final que aconstumbra. Por lo que acabó desesperado, como todo su equipo.

Al final, empate a tres que aumenta las dudas del Nápoles y que confirma las buenas sensaciones de un Palermo, que aunque no haya vencido todavía, ha demostrado que tiene muy buena pinta de cara al futuro.

Ahora Rafa Benítez se enfrenta por primera vez desde que está a la filas del equipo del Nápoles a la complicada situación de vivir al filo de la navaja, con muchos ojos encima de él y con la presión del despido. Esta situación ya no le fue nada bien al técnico español en su paso por el Inter de Milán, también italiano, por lo que deberá mantenerse al margen de esta polémica.

Por su parte los sicilianos ven como se acercan peligrosamente al descenso, algo que preocupa bastante a la entidad rosa pues otro retorno a la Serie 'B' sentaría realmente mal a sus aficionados. Pese a esto las sensaciones son buenas y el equipo trabaja para sumar puntos con rivales más asequibles.