El arranque de competición de la Sampdoria estaba siendo asombroso. Era imposible pronosticar algo así. Llegaba al encuentro en estado de gracia, con Gabbiadini como estandarte. Por su parte, el Atalanta llegaba muy mal, con Colantuono muy cuestionado. Está acusando mucho las bajas de Bonaventura y Livaja, hombres que, junto a Denis, dieron muchos puntos el año pasado, y le cuesta mucho llegar al área rival. No parecía que la Sampdoria lo fuese a tener excesivamente complicado y así fue.

Entre Gabbiadini y Éder llegó el peligro

El partido no pasará a la historia, ni mucho menos, pero si nos diesen la opción de elegir una parte, desde luego nos quedaríamos con la primera. El Atalanta empezó queriendo tomar la iniciativa, pero nada más lejos de la realidad la Sampdoria fue haciéndose con el partido con el paso del tiempo encerrando a los de Bérgamo en su propio campo. El tridente ofensivo alineado por Mihajlovic era muy potente (Gabbiadini, Éder, Okaka) y sobre todo los dos primeros crearon mucho peligro. De las botas de Manolo llegaría el gol a finales del primer tiempo.

Obiang, que era el encargado de iniciar la jugada desde atrás, vio rápido un buen desmarque de Gabbiadini y le mandó un balón que le colocó solo frente a Sportiello. El italiano, que es muy bueno técnicamente, definió bien, raso y a la derecha, para encarar el partido al filo del descanso. Y desgraciadamente, tras el gol comenzamos a aburrirnos.

Segundo tiempo marcado por el dominio blucerchiati

El Atalanta, curiosamente, no se presentó en el segundo tiempo con ninguna gana de remontar el resultado pese a su mala situación en el campeonato. Aunque los cambios dieron un nuevo aire al equipo (sobre todo Maxi Moralez y Bianchi), nunca llegó a poner en aprietos a la Sampdoria, que se dedicó a dominar muy placidamente desde el balón.

Y con el gol de Gabbiadini se terminó un partido que no se presentaba como el más entretenido de la jornada en Italia, y así ocurrió. Para los genoveses el resultado supone una inyección de confianza bestial, pues de momento, a expensas de lo que hagan Juventus y Roma, es tercera a un punto de ambos. Sin embargo, el Atalanta se hunde y prolonga su negativa racha de cuatro partidos consecutivos perdiendo. La semana que viene recibirán al Parma en Bérgamo, y puede ser una gran cita para romper dicha racha.

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