El partido comenzaba con la imperiosa necesidad de ambos conjuntos por sumar. Los de Bérgamo comenzaban el encuentro con cuatro puntos, empatado con equipos de zona de descenso; los gialloblú estaban ya en descenso con tres puntos.

Con este contexto, Donadoni decidió que su equipo sería el que iba a empezar teniendo la posesión. Así que Mauri, Jorquera y Acquah fueron los encargados de llevar el control del Parma, ayudándose de un Cassano que venía a zona de trescuartos a recibir y como consecuencia atraía algún defensa. Coda parecía que seria la referencia arriba. Con este panorma a los de Colantuono sólo les quedaba buscar salir a la contra, así fue como inquietaron la meta defendida por Mirante. Mauri y Cassano lograban asociarse bien. El italiano surtía algún balón al argentino, y ahí era cuando creaban cierto peligro a los locales. Aún así no había ocasiones claras a su favor.

Casualmente, o no, con la lesión de Joquera en el 21' cambiaron las tornas del partido. Ahora el conjunto que tenía la posesión era el de Bérgamo. En estático tenían que atacarle a una defensa que formaba con 5-3-2, el centro estaba muy poblado de jugadores, así que su peligro llegó a partir de centros laterales. A base de insistir llegó el peligro. Primero un centro desde la derecha de Zappacosta quedó muerto en la frontal del área, Moralez disparó y rozó el palo; minutos después, en el otros costado, centró Dramé para que Migliaccio cabeceara y Mirante viese como la pelota se paseó por delante de su portería. Se llegaba al descanso con pocas ocasiones, mucho centrocampismo y un Parma que fue claramente de más a menos. Iba a resultar complicado deshacer el empate.

Colantuno cambia a los suyos tras el descanso

La segunda parte comenzó como había terminado la primera. De hecho, los crociati estuvieron metidos atrás los cuarenta y siete minutos que duró el segundo acto. Colantuno apenas permitió que el rival creara peligro en su área. Cigarini llevaba la batuta en los locales, el juego giraba en torno a él. Nutría de balones a ambas bandas y tenía la capacidad de dar ese pase entre líneas que tanto incomodaba a la zaga gialloblú.

Ante esta situación Donadoni decidió dar entrada a Galloppa y Ghezzal para buscar salir rápido a la contra cuando lograban robar la pelota. Pero nada, aquello tampoco funcionaba. La intensidad que imprimía el rival sólo les permitía salir por medio de balones en largo, y cuando parecía que se encontraban en una situación de peligro, el rival ya se había replegado. El conjunto dirigido por Colantuno realizó un esfuerzo tremendo, aunque de momento no tenían la recompensa merecida.

Los de Bérgamo movían también el banquillo, dando entrada a Bianchi, Baselli y Boakye. Con estos cambios el dominio era, si cabe, aún mayor. Baselli generó peligro en los últimos metros y dispuso de un disparo desde la frontal del área que rozó el larguero. Se sucedían los centro laterales, realizaron un total de 37, que en la mayoría de los casos ponían en serios apuros a la zaga rival. Pese al dominio más que claro, existía la posibilidad de que el Parma les anotara a la contra, por lo que no deicidieron adelantar líneas hasta los minutos finales. 

Conforme nos aproximábamos al final, el peligro de las jugadas locales era cada vez mayor. En el 88´ Moralez tuvo una clamorosa ocasión, con un disparo que se paseó por el área pequeña y no acertó a rematar Bianchi en el segundo palo. En la siguiente jugada Cigarini disparó desde la frontal, Mirante no logró atajar el balón, que quedó muerto para que Boakye lo introdujese en la portería crociati. Todo el banquillo, a excepción del entrenador, corrieron a abrazar al ghanés. Tras el gol apenas restaron unos segundos, que lo único que hicieron fue certificar la victoria local.

Con estos tres puntos toma aire el Atalanta, sin embargo el Parma se hunde en la clasificación y acabará la jornada en zona de descenso.

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