Ni oro, ni incienso, ni mirra. Este año Sus Majestades de Oriente harán parada en el país del calcio, donde se les espera desde hace más de una semana, para llevar a todos los hogares el presente más deseado: un derbi de Italia.

A partir de las 21:00h, Tévez, Pirlo, Guarín y compañía se convertiran en Reyes Magos improvisados sobre el césped del Juventus Stadium. De ellos depende quién se llevará al final a casa el regalo más esperado estas navidades, si los seguidores bianconeri o los neroazzurri. Todo un partidazo como colofón de estas fiestas que terminan.

El conjunto dirigido por Massimiliano Allegri llega a la cita tras perder en Doha -en la tanda de penaltis- la Supercopa de Italia contra el Napoli. Un trofeo menor, pero no por ello desdeñable, pues sirvió, al menos, para disparar la moral en la ciudad del Vesuvio. Los daños colaterales en el perdedor, si es que los hay, están aún por comprobar.



A pesar del traspiés sufrido en Catar, se espera que el técnico bianconero mantenga el sistema de juego impuesto desde hace casi dos meses, con la defensa a cuatro y Arturo Vidal como enlace entre la medular y la delantera. La punta de ataque volverá a estar formada por Llorente y Tévez, a quienes el míster toscano se ha encomendado en casi todos los partidos de alto vuelo disputados hasta la fecha por la Juventus. El argentino está en boca de todos desde su partidazo en Doha, aunque desde hace unos días los motivos son otros.

Y es que el encuentro frente al Inter podría servir como bálsamo para apaciguar los ánimos de unos aficionados nerviosos desde que Tévez expresara, al inicio de sus vacaciones, su deseo de regresar a su Argentina natal apenas finalice el contrato con el club de Turín. Marcar un gol y dar los tres puntos a su equipo ayudaría, y de qué forma, al 'Apache' a recuperar el cariño de sus tifosi, quienes esperan todo el año el partido contra la Bienamada, rival indiscutible desde el escándalo 'Calciopoli'.

Los fichajes, única tabla de salvación

En Milán, sin embargo, han acogido como agua de mayo esta pequeña crisis en la Casa Agnelli. Los de Mancini son conscientes tanto de la dificultad del encuentro, como de su inferioridad técnica, plasmada en la clasificación -ocupan una discreta undécima posición con 21 puntos, frente a los 39 de la 'Juve'-, por lo que un hipotético bajón anímico en el rival multiplica sus esperanzas de victoria.

Una esperanza que flaquea entre los neroazzurri después de cuatro meses de naufragio en la Serie A. Tal es su situación, que a punto de llegar al ecuador del campeonato italiano el Internazionale aún no ha sido capaz de ganar tres encuentros seguidos. Su balance, con cambio de entrenador incluido, es de cinco victorias, seis empates y cinco derrotas -una de ellas contra el Parma, último de la tabla con sólo siete puntos-.

Foto: inter.it

A falta de resultados positivos, Tohir y sus dirigentes se han encargado esta Navidad de repartir ilusión entre los aficionados interistas gracias a una cesión proveniente de Londres. A las filas del 'Inter' ha llegado Lukas Podolski proveniente del Arsenal, donde su papel estaba siendo el de suplente. El delantero alemán de origen polaco, a quien, por cierto, la Juventus seguía desde el pasado verano, aterriza en Milán con el objetivo de acabar con la sequía goleadora de los neroazzurri, quienes han marcado sólo 25 tantos en 16 partidos.

La estadística es bianconera

Fichajes a parte, el horizonte del 'Inter' también se dibuja negro en el mundo de los números. Y es que los milaneses se han enfrentado hasta en 180 ocasiones a la Juventus, 82 de las cuales acabaron en derrota lombarda, 52 en victoria y 46 en tablas. La estadística es todavía más favorable a los bianconeri si tenemos en cuenta únicamente los encuentros disputados en Turín: los locales se llevaron los tres puntos en 59 partidos, empataron 17, y perdieron 14.

A pesar de estos datos, el Inter de Milán tiene el honor de haber sido el primer equipo en batir a la Juventus tras la llegada de Antonio Conte al banquillo. La Vecchia Signora atesoraba 49 encuentros sin perder en Italia hasta que el 'Inter', dirigido en aquella época por Stramaccioni, puso patas arriba su estadio, ganando por 1-3 con un gol de Palacio y un doblete de Diego Milito, héroe neroazzurro tras la conquista de la Champions League con Mourinho al frente.