La jornada diecinueve de la Serie A comenzaba con un Empoli-Inter en busca de los tres puntos que les hagan subir en la clasificación. Con el recién llegado Shaqiri en el banquillo el Inter llegó al estadio Carlo Castellani.

El técnico italiano del Inter comenzó con un once en el que entró por primera vez como titular Lucas Podolski y en el que dejo fuero a Kovačić, por su parte Marizio Sarri jugó con un once bastante habitual intentando romper la racha de 3 partidos sin marcar en casa. El partido comenzaba con unas estadísticas demoledoras para Empoli, puesto que llegaba con diechiocho partidos jugados contra el Inter de los cuales vencieron en tres, empató dos y perdió trece.

Comenzó una gran tarde de fútbol en la ciudad de Empoli, con un gran duelo directo, el partido comenzó brusco con varias faltas para ambos equipos pero pronto se decantó el juego para el conjunto local, por parte de Croce, quien dejó varios detalles de calidad técnica, y provoco que Handanovič, guardameta interista realizara una gran parada. El Inter salía a la contra puesto que no era capaz de encontrar su juego, sin embargo producía peligro a balón parado, ya que, es el equipo que más tantos anota de este modo (11), y precisamente a balón parado llego una ocasión clarísima en el minuto veintiuno, por parte de Rodrigo Palacio quien de cabeza no fue capaz de encontrar portería.

El Empoli continuó durante toda la primera parte realizando grandes combinaciones que no llegaban a buen puerto, de este modo llegaron a obtener durante la primera mitad seis lanzamientos a portería por dos del Inter, a quien le costaba mucho salir con el balón jugado debido a que Empoli estableció su presión en tres cuartos de campo, lo que le produjo varias ocasiones tras robos, como la de Verdi tras una jugada colectiva que lanzó por encima del larguero. Posteriormente Rugani tras saque de esquina produjo otra ocasión de gol que se marchó lejos del palo alto de la portería, el propio Rugani cuando moría la primera parte del partido realizó la ocasión más clara de este, llegando como un misil desde atrás y conectando con el balón pero lanzándolo fuera.

En la primera parte el jugador más atacante de Inter fue Guarín con varios lanzamientos exteriores. Durante esta la posesión fue muy desfavorable para Inter quien obtuvo un 35% mientras que Empoli obtuvo un 65%, y aunque se cobraron un gran número de faltas ningún jugador fue amonestado.

La segunda parte comenzó con el cambio de Ranocchia, quien había sufrido un golpe en los minutos finales de juego de la primera parte, fue sustituido por Andreolli. El partido comenzó con un ritmo tremendo, en el que destacaba la ausencia de medio campo, lo que hacía que se produjeran muchas ocasiones claras de gol, la primera de ellas protagonizada por Vidic que realizó un testarazo durísimo en la línea del área pequeña, pero que no fue capaz de direccionar a la red, inmediatamente después de esa grandiosa ocasión, Vecino por parte del Empoli realizaba una enorme jugada que no acababa en gol por poco.

El Inter seguía atacando esta vez tras una jugada fenomenal de Palacio, que cede a Hernanes, y pone un centro desde banda derecha que el propio Palacio dentro del área y sin marca alguna a su alrededor, no acierta a introducir el balón en la portería, y en esta batalla de ocasiones le tocaba el turno a Pucciarelli quien con una gran balón interior y delante de Handanovič, realiza un tiro cruzado que despeja bien el guardameta para que posteriormente D´Ambrosio aleje el peligro del área.

Tras este vendaval de ocasiones comenzó la realización de cambios por parte de ambos entrenadores, Sarri quitó a Verdi e introdujo a Zielinski quien en los minutos posteriores realizaría gran parte del torrente ofensivo del conjunto que hoy vestía de azul, primero con una gran ocasión que golpeo fuera y después con un gran asistencia que Croce, el jugador más destacado de Empoli, golpea por encima del larguero.

Desde el minuto cincuenta de juego hasta el sesenta el Empoli fue el dueño y señor del partido con grandes ocasiones que no entraban, enfrente un Inter con la defensa muy hundida y sin saber a qué jugar, ante esta situación Manccini movió ficha y saco a Kovačić por Icardi. El Empoli siguió moviendo ficha también y Mchedlidze se marchó del campo por Maccarone, la salida del 7 del Empoli dio más juego al ataque local y seguía el asedio en el área de Handanovič, el Inter se valía de sus contras para intentar pescar en rio revuelto, fue entonces cuando en el minuto treinta de la segunda parte el recién llegado Shaqiri entró en el campo como un aliento de aire fresco en un Inter que agonizaba en su propia área, el ex-jugador del Bayern de Munich contragolpeaba con fuerza y con mucha decisión pero no servía para conseguir ese tanto que tanto ansiaba el Inter de Milan.

En los minutos finales el Empoli siguió moviendo ficha y entró Tavano por Pucciarelli que había echo un partido esplendido, la tónica del partido siguió siendo la misma, el Empoli triangulaba con peligro y el Inter esperaba para que después con la gran velocidad de Shaqiri intentar anotar, esto sirvió para que el nuevo jugador de Inter realizase una gran serie de disparos, que no llevaron peligro, pero que hizo estremecer a la afición de Empoli y sin más dilación el partido finalizó entre faltas y una tarjeta amarilla a Gary Medel, lo que provoca que este sea el cuarto empate a cero consecutivo en el estadio Castellani.

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Sobre el autor
José Ramón Díaz Navas
Afiionado al deporte y Periodismo en la UCM.