Partido trampa para el Inter de Milán ante su afición. Visitaba la ciudad norteña el Palermo, uno de los equipos revelación de la temporada junto a Empoli y Sassuolo. Casualmente la semana pasada el Inter visitó el campo de estos últimos y perdió por tres goles a uno.

El equipo de Di Francesco controló en todo momento el partido y su tridente atacante volvió loca a la defensa interista. Marcaron Zaza, Berardi y Sansone mientras que Icardi anotó el gol del 2-1 y su equipo tuvo esperanzas. No tendría relevancia este capítulo en la crónica de la nueva jornada si no fuese por el encontronazo que tuvo Icardi con su propia afición al acabar el partido. Él y Guarín tiraron las camisetas a la grada visitante para agradecer a los desplazados el esfuerzo por viajar con ellos a lo que respondieron devolviendo las camisetas. Al joven argentino le sentó mal y se encaró con ellos lanzándoles algún insulto.

Guarín e Icardi se reivindicaron

Tenían ganas hoy Guarín e Icardi de reivindicarse y olvidar lo vivido en la ciudad de la Emilia-Romagna. El primero anotó cuando el rival todavía estaba desperezándose. Salió fuerte el Inter y encerró con la presión al Palermo, después de varios centros al área Guarín llegó con todo para marcar el primero. El colombiano lo celebró con ganas, era importante ir ganando desde los primeros minutos.

Ya en la segunda mitad Icardi decidió aparecer en el partido ya que su estadística de la primera mitad era nefasta: ni un tiro, ni un pase, desaparecido. Encontró espacios el Inter e Icardi fusiló dos veces la portería de Sorrentino.

En la primera ocasión recogió un pase peinado de Palacio para tirar raso a la meta del Palermo. Minutos más tarde y para cerrar el partido Icardi entró al primer palo como una exhalación para fusilar de cabeza la meta de los visitantes, el centro fue de Guarín. Noche de los enfadados. Icardi no celebró ninguno de los dos goles y se quedo parado en ambos. Sus compañeros fueron a celebrarlo con él.

Los fichajes cuajaron un buen partido

Jugaron de inicio tres fichajes invernales del Inter: Santon, Brozovic y Shaqiri. El primero de ellos tapó las subidas de Lazaar durante todo el partido al igual que las de Emerson cuando sustituyó al carrilero. Brozovic estuvo correcto los noventa minutos y tuvo más altos que bajos en el global del encuentro. Jugó bien al primer toque y aprovechó bien los espacios entre lineas. Shaqiri fue el más destacado en la primera mitad y se encontró muy cómodo con la alta presión de su equipo al rival. Ya es el encargado de los tiros de esquina e incluso Mancini ha cambiado el esquema para que juege en una nueva posición. Como enganche en el 4-3-1-2 se ha mostrado muy vertical y ha hecho mucho daño con sus diagonales.

El Palermo no apareció

Había muchas expectativas con la llegada de Dybala y Vázquez a Milán. Dos de los jugadores revelación de la temporada, el primero más, esperaban poner en jaque a la defensa nerazzurra. Salvo un lanzamiento de falta de Dybala y una múltiple ocasión en la segunda mitad no tuvieron muchas más ocasiones.

Barreto no estuvo acertado moviendo al equipo, Lazaar se equivocó en la mayoría de sus subidas y estaba bien contenido por Santon y Morganella tampoco tuvo incursiones por la derecha. La ocasión múltiple vino tras un fallo de marcaje en la defensa donde Barreto en vez de tirar cedió el balón a Dybala que se topó con Handanovic. El rechace llegó a Vázquez que tiró desequilibrado y aun así su tiro se estrelló en el palo. A la tercera ocasión tampoco llegó la vencida y Dybala a un metro de la portería mandó el balón al tercer anfiteatro como si de rugby se tratase. Mal partido para los del sur que reciben al Nápoles en la siguiente jornada.

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Sobre el autor
Raúl Ocaña
Actualmente, y desde abril de 2018, Editor in Chief de VAVEL España. Antes, Jefe de Contenidos. En mis inicios fui redactor -y también coordinador- en Calcio VAVEL. Desde febrero de 2014 jugando con la V en el pecho sobre una camiseta color azul.