En el Luigi Ferraris se daban cita dos equipos con distinto fin. Mientras la Sampdoria buscaba una victoria, como finalmente ocurrió, para meter presión a la Lazio, el Inter quería resarcirse de su eliminación de Europa. Parecía que se avecinaba un partido de los más grandes de esta jornada en la Serie A pero cunado pasaron los 90 minutos, no dejaría esa sensación en los aficionados.

El partido comenzó con los papeles cambiados. Presuntamente, la Sampdoria tendría que dominar al ser el equipo que más arriba está en la tabla pero no fui así. El Inter fue quien mantuvo la pelota durante la mayor parte del partido mientras el equipo local se dedicaba a esperar tranquilo en su campo y salir al contragolpe. Esto no quita que iniciara algunas jugadas empezando desde atrás.

Los entrenadores pusieron a sus onces de gala

Mancini puso en ataque a toda la artillería posible con Shaqiri, Podolski e Icardi más los grandes llegadores como Guarín o Brozovic. Pero esto no fue suficiente para que al equipo de Milán le salieran las cosas en la noche de hoy. De hecho, las estadísticas hablan de que el Inter tuvo una posesión total del partido (70-30) pero la efectividad no la tuvo de su lado. Mihjalovic también dispuso de grandes jugadores y como viene siendo habitual, de su tridente con Muriel, Eto'o y esta vez Eder en detrimento de Okaka, que entraría posteriormente.

La primera parte se desarrolló con más pena que gloria por parte de los dos equipos. Salvo alguna ocasión aislada de Muriel, los dos equipos se estuvieron tanteando durante todo el tiempo y daban sensación de miedo ante el contrario.

Cuando los dos equipos volvieron de los vestuarios, el juego siguió como terminó la primera parte, con el Inter dominando y teniendo las mejores ocasiones mientras que la Sampdoria no conseguía hacer su juego. Pero un poco después de la hora de partido, llegó el mazazo para los milaneses. En una falta cerca del borde del área un poco centrada, Eto’o amagó con tirar pero finalmente el que lanzó directamente a puerta fue Eder. El disparo de éste fue recto sin efecto al palo que cubría Handanovic. Tras dar en el palo, la pelota entró y se marchó al lado opuesto de la portería.

El Inter no supo reaccionar al gol local

Estallaba el júbilo y la alegría en las gradas del estadio. Como viene siendo habitual en los jugadores genoveses, celebraron el gol con el baile que ha impuesto de moda Muriel. Después de la llegada del gol, los jugadores visitantes entraron en un cúmulo de desquicia constante. Llegaron a acumular seis tarjetas amarillas. El juego se paraba constantemente y corría en la contra de los visitantes.

Tanto fue así, que los dos equipos hicieron muy pocos tiros a puerta, en concreto, diez por parte de los locales y doce por los visitantes. En definitiva, fue un partido que dejó mucho que desear ya que los dos equipos se jugaban bastante y están en posiciones de mitad alta de la tabla y en ciertas fases del partido, defraudaron a los aficionados.

Empuje para la Sampdoria y palo para el Inter

Con esta victoria, y ya van cuatro seguidas, la Sampdoria se coloca cuarta en la clasificación con 48 puntos, a cuatro de la Lazio que está tercera y uno por arriba del Nápoles, que ha empatado con el Atalanta y dos de la Fiorentina, que empatado con el Udinese. El Inter por su parte, se queda en tierra de nadie en la novena posición con 37 puntos. Esta derrota deja muy tocado al equipo neroazzurro en sus pretensiones de intentar llegar a los puestos que dan paso a jugar competiciones europeas.