Hubo un tiempo en el que los Inter-Milan decidían títulos, aún cuando la Juventus se preocupaba de volver a la élite. Atrás quedan los gloriosos días de José Mourinho en el Giuseppe Meazza y la época dorada de Carlo Ancelotti en San Siro. Hoy, tanto Inter como Milan, dan la sensación de competir por ver quién da menos pena de los dos, algo que, al parecer, hace conforme a sus aficiones; "si nosotros estamos mal, ellos tienen que estar peor". Mal de muchos, consuelo de... La poesía y la grandeza del Derbi quedó reflejada únicamente en las coreografías de las dos curvas, aunque bien es cierto que el Inter hizo ligeros méritos para conseguir la victoria, símplemente porque fue tras ella, mientras el Milan era salvado por Diego López.

Dos bambinos debutantes, invitados a un funeral

Partamos desde el principio; Inventar algo es siempre la mejor receta para salir de la crisis. Dicho lo cual, Mancini e Inzaghi debían hacerlo con el material disponible, que, por cierto, no era precísamente de las primeras opciones: En los Nerazzurris, el técnico italiano hizo debutar al jóven de 18 años Gnoukouri. En los Rossoneris, Inzaghi lo intentó con Suso, un desconocido hasta hace dos semanas, donde anotó un doblete en un amistoso contra la Reggiana.

La ausencia de ideas de equipo y la poca iniciativa individual marcaron la sosera de un derbi sin apenas marca de registroEl marfileño interista fue uno de los bonitos rostros de los locales en el primer cuarto de hora, junto a Kovacic y la inspiración de Hernanes, preferido antes que Shaqiri, que calentó los guantes de Diego López ya con 11 minutos de juego. El empuje Nerazzurri, sin embargo, se agotó demasiado pronto cuando el centro del campo no era capaz de recuperar rápidamente la pelota, por lo que ni Icardi ni Palacio obtuvieron suministro de gol. El otro "bambino" debutante, Suso, no hizo ningún encanto, pero al menos sí fueron suyos los dos primeros lanzamientos a puerta del Milan. Uno de ellos, en el minuto 29, derivó en el gol en fuera de juego de De Jong en el gol anulado a Alex, quién, por cierto, volvía a ser titular después de un mes y medio de banquillo. Los Rossoneri se cubrieron con el talento de Poli en el mediocampo de Bonaventura en el tridente y ayudando en la mediana. La combinación del equipo de Inzaghi fue escasa, también debido a que Ménez regresó al falso 9 en uno de sus días más pobres en ataque. La clave del Derbi se resume en una reflexión: Más allá de las bajas notas del registro, que en sí representan un hecho, es la ausencia de ideas colectivas y las iniciativas individuales lo que dieron una marca de mucha pobreza al duelo.

Gol anulado y ciclo de ocasiones interistas sin premio

Inzaghi pidió a los suyos nivelar el partido, lo que acabó teniendo un efecto contrarioInzaghi entendió que se podía ser mas audaz sin la necesidad de cambiar a sus intérpretes sobre el césped, por lo que, en el descanso, pidió a su equipo mover el centro de gravedad, lo que acabó resultando ser un efecto contrario al deseado. El único mérito del Milan en el primer tiempo fue haber dejado las líneas muy juntas y con poco espacio para Icardi y Palacio, por lo que el Inter comenzó a intentarlo desde fuera del área de Diego López. Kovacic tampoco lograba atinar en los combinaciones con Palacio. En el minuto 72, Icardi, en fuera de juego, sirve un balón a Palacio. El balón toca en Mexes en el rechace y entra en la portería. Todo el mundo da gol, hasta el marcador, pero Banti señala falta del argentino sobre Antonelli mientras se internaba en el área.

En el mini-ciclo de ocasiones interistas, los de Mancini pidieron mano de Antonelli en un disparo de Hernanes. El balón toca en su brazo de manera involuntaria. Los minutos finales encogieron al Milan y el Inter siguió recogiendo ocasiones de manera consecutiva; Bonaventura achicó el cabezazo de Ranocchia en el minuto 78, Diego López salvó antes de Juan Jesús en el 79, y después una doble ocasión de Icardi y de Palacio. El 0-0 acabó siendo el justo castigo para los dos, más para un Milan que, en cualquier caso, no sale de la crisis. Y el Inter tampoco, con una victoria en sus últimos siete partidos. Los Rossoneri visitarán al Udinese en la próxima jornada (sábado a las 18:00). El Inter recibirá a la Roma ése mismo sábado a las 20:45.