Con la Serie A vista para sentencia y la final de la Coppa Italia en un lejano horizonte, la Juventus tiene ojos, en este momento, sólo para la Champions. Como en la primera etapa de una pareja. Como un hijo único al que entregarle toda tu dedicación. Eso es lo que representa hoy la competición europea para el conjunto que dirige Massimiliano Allegri.

Aunque lo de la 'Juve' con la 'Orejona' no sea precisamente una historia estable, lo cierto es que la situación actual del club bianconero permite soñar a sus seguidores, entre los que se incluye la propia plantilla. Pirlo, Bonucci, Morata y compañía saben que esta noche tienen una ocasión de oro para devolver a la Vecchia Signora al lugar que nunca debió abandonar en el viejo continente. El 1-0 de la ida -gracias al tanto de penalti de Vidal- deja a los de Turín en una posición privilegiada en la eliminatoria.

Un gol en el Estadio Luis II terminaría de despejar su camino hacia las semifinales. Y nadie duda a estas alturas de la capacidad anotadora de la delantera juventina, personificada en Tévez y Morata. Los pupilos de Allegri ya demostraron en Dortmund que saben defender un resultado corto fuera de casa -en Turín el partido acabó 2 a 1-. Y, sobre todo, que la presión y los complejos europeos son cosas del pasado.

Pirlo, foco de todas las miradas

El único handicap con el que contará la Juventus será la baja de Paul Pogba, un encuentro más. El francés, jugador con más peso de la plantilla, sigue recuperándose de su lesión. Inquieta también el estado de forma de Pirlo, al que el partido de ida pareció quedársele grande tras abandonar la enfermería y volver a los terrenos de juego. El mediocentro ralentizó la circulación de balón de su equipo, aunque casi suene a blasfemia tratándose de él.

El bajo nivel de Pirlo fue una de las cosas que permitió que el Mónaco se creciera en Turín, donde ofreció una imagen muy buena y dejó un tanto helados a los aficionados bianconeri. Tanto así que un empate habría sido el resultado más justo. Pero esto no es justicia, sino fútbol. Y es precisamente a eso, a su fútbol, a lo que tendrán que recurrir los hombres de Jardim, quienes tendrán que hacer valer su solidez defensiva también en el Principado.

La Juventus como en casa

Allí, el conjunto local parece no saber aprovechar demasiado bien el factor campo. Bien lo sabe el Arsenal, que apunto estuvo de remontar en la eliminatoria de octavos de final, ganando en el Luis II por 2-0, un resultado que no anuló el 1-3 de la ida pero que sí dejó claro que al conjunto monegasco le puede la presión de saberse en casa. Algo que también le sucede en la Ligue 1, donde no ha sido capaz de ganar ni al PSG, ni al Olympique de Lyon, ni al Girondins -todos ellos acabaron 0 a 0-, rivales directos en la competición.

La falta de experiencia en partidos tan importantes de alguno de sus jugadores puede ser otro de los factores clave en el duelo de esta noche. Una inexperiencia que compensarán hombres como Carvalho, ex de Real Madrid y Chelsea; o Berbatov, a quien Jardim concedio solamente 20 minutos en la ida. El premio al esfuerzo de todos ellos no es de subestimar. El Mónaco se juega en casa la posibilidad de reeditar las semifinales, y posterior final, de 2003/2004.

Las semifinales del triplete

En las 'semis' de este año esperan ya dos temibles rivales -aunque a estas alturas todos lo sean-, como son el Barcelona y el Bayern de Múnich. Ambos conjuntos aspiran a conseguir el tan famoso triplete. Una pugna a la que esta noche se podría sumar un equipo más: la Juventus.

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