San Jose Earthquakes se llevó una importante victoria en el partido inaugural de su nuevo estadio, Avaya Stadium. Los locales realizaron una gran primera parte en la que aprovecharon los dos fallos graves del portero visitante para adelantarse en el marcador. Chicago Fire no realizó un buen partido, y solo consiguió llevar peligro a la portería contraria en el único fallo defensivo de los locales.

Aprovechando los fallos

Los primeros minutos del encuentro fueron un continuo acercamiento de ambos equipos a la portería rival, sin que ninguno de ellos tuviera un claro control sobre el balón. Hasta que en el minuto 5, un córner a favor de San Jose acabaría en gol tras un fallo en la salida del portero. El ‘rookie’ del conjunto californiano, Alashe, remató a gol un balón que se encontraba suelto dentro del área pequeña.

Con el paso de los minutos Chicago se fue haciendo con el control del juego, manteniendo la posesión del balón y buscando una circulación de este, para buscar que se crearan espacios en la defensa rival. Pero ese modelo de juego no tenía efectividad ya que sus ataques no llegaban a crear peligro sobre la portería de Bingham. El conjunto californiano mantenía al equipo muy junto, tratando de no dejar opciones de peligro al rival. Destacaba por encima del resto el trabajo defensivo de Koval y Alashe en la contención.

Mediada la primera mitad, llegaría el segundo gol de San Jose Earthquakes. Un lanzamiento de falta lejana no fue bien despejado por el portero Johnson, el balón quedó muerto en el área pequeña, y Harden se anticipó a su marcador para poner más distancia en el marcador. Tras el gol se vio unos Chicago que parecieron tocados y que no encontraban la manera de llegar a portería rival, pero diez minutos después, los de Illinois consiguieron acercarse en el marcador. El único fallo defensivo de la defensa de San Jose fue aprovechado por Shipp para poner el 2-1 en el marcador. Este gol pareció espolear a los visitantes, que en su siguiente acercamiento a portería rival Gehrig remató un córner, que no fue gol gracias a una buena parada de Bingham.

Los últimos minutos de la primera parte fueron muy similares al inicio, ya que ambos equipos se acercaban a campo contrario, pero no llegaban a crear peligro sobre la portería rival. Los dos parecieron conformarse con el marcador a la espera de los que sucediera en los siguientes 45 minutos.

45 minutos para olvidar

La segunda mitad del encuentro comenzó con unos Chicago Fire volcados al ataque, buscando el gol del empate. Llevando la iniciativa en el juego tenían gran cantidad de llegadas sobre la portería contraria, pero sin crear peligro. San Jose cambió su modelo de juego, y con el resultado a favor trataba de mantener la firmeza defensiva de los primeros minutos para que las llegadas de los californianos y su presión, no les creara peligro.

Mediada la segunda parte, San Jose logró sacudirse la presión de Chicago y comenzaba a llegar sobre la portería de Johnson, que tuvo un par de apariciones para dejar el marcador como estaba. En estos minutos del partido, los de Illinois comenzaron a realizar las primeras sustituciones en el partido para tratar de dar la vuelta al marcador. La entrada al campo de los delanteros Accam e Igbananike dejaba ver perfectamente las intenciones de su entrenador. Los californianos, por su parte, comenzaron a realizar cambios defensivos para mantener la intensidad del equipo y que no sufriera en los últimos minutos del encuentro.

Imagen: chicagotribune.com

Los últimos minutos del encuentro fueron muy parecidos al resto de la segunda parte, en los que Chicago Fire continuó su asedio a la portería de San Jose, pero no encontraba el gol que les dejara llevarse un punto del Avaya Stadium. Por su parte, San Jose Earthquakes siguió estando muy serio en defensa y buscando los contraataques para tratar de sentenciar el partido, pero no lo consiguió. Con el resultado de 2-1 para los californianos acabaría un partido que quedará señalado, ya que era el día en el que los locales estrenaban su nuevo campo, y lo hacían con victoria.