Real Salt Lake consiguió llevarse la victoria del Avaya Stadium en un partido que ninguno de los dos equipos demostró un gran fútbol. Sólo el gran momento por el que pasa el centrocampista Morales, declinó el partido del lado de los visitantes. San Jose no se encontró cómodo en ningún momento del partido, tan sólo consiguieron realizar un disparo peligroso a la portería de Rimando.

Las reglas de Morales

El partido comenzó con los dos equipos disputándose la posesión del balón, y con constantes llegadas a las porterías contrarias. Con un planteamiento similar, los dos equipos buscaban los desplazamientos en largo a los delanteros, buscando una segunda jugada. Esto facilitaba el trabajo de los defensas rivales, que sólo tenían que esperar y anticiparse al pase.

Con el paso de los minutos San Jose comenzaba a ser un equipo predecible, buscaba constantemente atacaba por la banda izquierda de Emeghara, esto hizo que los ‘Reales’ ejecutara un dos para uno defensivo. En el minuto 17 vino la mejor jugada de peligro hasta el momento con un pase en profundidad a Saborio, que la defensa de San Jose pudo interceptar antes de que el delantero se quedara solo delante del portero.

Muy activo en los primeros minutos estuvo el lateral derecho de Real Salt Lake, Beltran. Muy presente en labores defensivas para tapar las subidas de Emeghara al ataque, y también estuvo muy presente en el ataque con continuas incorporaciones.

Cuando la primera mitad pasaba de su ecuador, los visitantes comenzaban hacerse con mayor presencia en el juego ofensivo con la movilidad que daba en estas zonas el centrocampista Morales. En el minuto 35, San Jose tuvo que realizar su primer cambio debido a un golpe en la cabeza que sufrió Francis en un encontronazo con un jugador rival.

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Cuando la primera parte estaba llegando a su final, Morales dispararía una falta en el borde del área, en la cual el balón saldría rechazado hacia él mismo y con el balón botando, realizó una volea que introdujo el balón dentro de la portería. Este gol ponía el 0-1 en el marcador, complicándole el partido a los locales.

En los minutos finales, los San Jose tuvo un par de oportunidades para igualar el marcador, pero no tuvo la suerte de su lado, y sus delanteros no consiguieron materializar las oportunidades.

45 minutos para olvidar

Los inicios de la segunda mitad fueron de control sobre el balón de Real Salt Lake, el centro del campo formado por Mullholand y Beckerman, dominaba completamente al del rival. Con el paso de los minutos, esta intensidad en el juego de los visitantes comenzaba a diluirse, y eran los de Kinnear los que con el marcador en contra. Los locales comenzaban a llegar a la portería rival, y en una de esas acciones, el balón golpeó en la mano de un defensor de los visitantes, pero el árbitro no concedió la pena máxima.

Mediada la segunda mitad el partido pareció dejar de tener un dueño, y los dos equipos buscaban la posesión del balón. San Jose dejó de abusar del desplazamiento en largo y buscaba la creación de la jugada desde la defensa. Esto se vio reflejado en una mayor participación de Wondolowski en el juego, ya que Pérez García no estuvo muy acertado durante gran parte del encuentro. Real Salt Lake siguió con el mismo planteamiento de mantenerse serios en defensa, sin cometer errores, y buscar el fallo del contrario para tratar de acercarse a la portería rival.

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Con el partido llegando a los últimos minutos se veía claramente que los visitantes trataban de pausar el encuentro y que este terminara lo antes posible. San Jose por su parte buscaba la portería rival pero todos sus ataques eran detenidos por la bien organizada defensa de Salt Lake. El partido finalmente acabaría con el resultado de 0-1 para Real Salt Lake, una victoria que se resolvió con una genialidad de Morales. Ambos conjuntos no realizaron un gran partido ya que no estuvieron acertados en la elaboración del juego. Dese el primer momento buscaron un juego directo que sol beneficiaba a las defensas rivales. San Jose estuvo lejos del nivel ofrecido en las últimas jornadas, y Real Salt Lake se aprovechó del gran momento de forma que está pasando Morales.

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Sobre el autor
Manuel Vaquero Rodríguez
Apasionado del deporte rey. Disfruto con todo lo que tenga que ver con el fútbol, ver, escuchar, jugar, escribir. Entrenador de fútbol base, disfruto enseñando, pero más aprendiendo. Un buen entrenador es aquel que se hace así mismo, de campos de tierra a grandes estadios. Amante del fútbol internacional y poder descubrir jugadores desconocidos.