El fútbol solo responde a una ley. La del gol. Da igual todos los factores que influyan en el transcurso del encuentro, todos se reducen a que la pelota traspase la línea. Ahí es donde Moreirense falló y donde Académica acertó para clarificar su camino a la salvación.

Dos equipos que empezaban igualados e hicieron caminos inversos en un encuentro que dejó a unos mirando directamente al vacío y otro agarrando con las dos manos la primera categoría. Porque los "estudiantes" comenzaron con la posesión del balón y queriendo mandar, aprovechando un Cidade de Coimbra como nunca se había visto en esta campaña.

Sin embargo, los orígenes de este equipo, los cimientos en los que se construyó a esta Académica, fue el contragolpe y de ahí salieron los mejores ataques de los de Coimbra. Pasado el cuarto de hora, Edinho bajó un despeje de su defensa a la salida de un córner y Wilson Eduardo lanzó a Marinho. El siete se coló entre los centrales, recorrió medio campo hasta pisar el área y entonces puso la pausa que ponen los más grandes.

La resolución desde la frontal fue exquisita. Paró y los defensas siguieron la carrera. El disparo cruzado engañó tanto a Ribeiro como a los centrales. Coimbra explotaba y Briosa era el único grito que se escuchaba. Marinho terminaría por mostrar la mejor versión de sí mismo. Junto con Flávio se mostró como el líder que debe ser.

Visto los primeros 20 minutos del encuentro, todos esperaban que todo fuera cuesta abajo para Académica y un remar contra corriente para Moreirense. Pero el camino que ambos conjuntos recorrerían en el choque iba a deparar angustia para las dos aficiones.

El peso de los tres puntos fue una losa grande para los "universitarios". El balón comenzó a quemar en los pies de los locales y el centro del campo de Moreirense comenzó a mandar. Alguna salida local avisó de lo que podía pasar, pero la sensación de que el siguiente gol caería en la portería de Ricardo aumentaba con el paso de los minutos.

Las faltas laterales y lejanas suponían un problema para Briosa, que en un buen puñado de ocasiones vio como Ghilas fallaba al conectar con el balón y hacía dar un vuelco al corazón de la "Mancha Negra". Espinho y Pintassilgo enviaron sendos disparos al larguero y la afición de Académica reaccionó con silencio.

La buena reacción de los de Moerira de Conégos y los cambios de Sergio Conceição, acabó con un cuatrivote,  solo aumentaban las dudas en la grada. Augusto Inácio se quedará nuevamente con la sensación de que el fútbol no ha sido justo con los suyos y ya van unas cuantas veces esta temporada.

 Para los de Coimbra, la idea de acabar un partido que supone medio futuro del club con Cissé y  un Marinho fundido por delante de una línea de cuatro jugadores más de corte que de jugar la pelota, únicamente se camuflan por el resultado tras el pitido de Proença.

Así se ha cruzado el camino de Moreirense y Académica durante 90 minutos, aunque la trayectoria con la que se van es bien distintas. A los visitantes les queda la imagen como base para lo que viene y los locales se van con tres puntos que hacen que sus cuentas empiecen a cuadrar ante las tres finales que se vienen para ambos.