Llegó el título 27. Desde luego que no se le podía escapar el triunfo al equipo de Vítor Pereira. Todo acompañaba, incluso el rival, un Paços que llevaba una semana de celebraciones tras lograr un hito histórico, su tercer puesto y su clasificación para disputar la próxima Champions League.

Tras darle la vuelta al campeonato en la jornada anterior venciendo a Benfica, FC Porto ha apostado por la eficacia en un juego que siempre controló y que comenzó a definirse en el minuto 22. En ese momento llegó la expulsión de Ricardo, en una jugada algo confusa, en la que James encaraba la meta de Cassío con claridad.

Lucho, decisivo.

Lucho hizo el gol de penalti, evitando así caer en las prisas y que el equipo se atenazara. En el campeón de liga han tenido una buena actuación jugadores como Silvestre Varela, muy insistente por la banda, y João Moutinho, que ha marcado el ritmo del partido, a pesar de que André Leão, junto a Jossué, quizás haya sido el mejor de Paços. 

En la primera mitad los castores apenas tuvieron opciones en ataque, Moutinho y Defour aseguraban la posesión de FC Porto, más incluso tras la expulsión, ya que Paulo Fonseca tuvo que dar entrada a un central (el paraguayo Javier Cohene), perdiendo entonces a Poulson (extremo).

La segunda mitad comenzaba con Benfica perdiendo ante Moreirense, por lo que los de Vítor Pereira tenían casi todo el trabajo hecho. Aún así, el equipo buscó sentenciar el partido y justo al volver de vestuarios Jackson tuvo una ocasión que Cassio detuvo de una manera increíble.

En el minuto 51 llegó el 0-2, Jackson definió de manera fantástica tras controlar con el pecho un balón servido por un Lucho que ha firmado un gran partido.

Desde entonces, y con el partido igualado en cuanto a efectivos por la expulsión de Danilo, FC Porto siguió controlando. El marcador no se movió, a pesar de que Javier Cohene conseguía imponerse en las jugadas a balón parado de Paços y de los disparos al palo de Lucho y Jackson.

Minutos para Kelvin.

Vítor Pereira supo además ser justo en los cambios, dando entrada a André Castro, magnífica temporada en su rol de quinto centrocampista, Kelvin, héroe del clásico, y Liedson que ha sabido llevar el papel secundario que le tocó.

Pese a que Benfica le dio la vuelta al marcador de su partido, FC Porto había hecho su parte, como cabía esperar en un equipo que domina el fútbol portugués desde hace 30 años, desde la llegada a la presidencia de Pinto da Costa, el constructor de un equipo mítico.