Pese a que Vitória comenzó sin miedo, Oporto muy pronto dejó claro que no iba a poner en cuestión su superioridad y que no dejaría pie a que hubiera en el comienzo del ciclo dirigido por Paulo Fonseca..
 
Muy pronto marcó el equipo campeón de Liga, en el minuto 5, Licá aprovechó un centro de Lucho por banda derecha, sector que fue  clave en el ataque de los dragones.
 
Oporto fue un equipo sin fisuras en una primera parte en la que el control fue casi absoluto, En este aspecto destacaron especialmente Defour y Fernando muy sólidos, pero también fue importante ver como los laterales (Fucile y Alex Sandro) conseguían que los laterales de Vitória se encontraran con situaciones de inferioridad.
 
Jackson hizo el segundo gol de cabeza a centro de Varela, llegando entonces Oporto a un momento espléndido, con un Lucho, en la media punta, muy libre y aumentando las posibilidades del equipo.
 
Vitória sufría para robar el balón, sus hombres persiguieron sin descanso el balón, pero fue un esfuerzo en vano. Aunque se vieron detalles de Crivellaro y André André, el tercer gol de Lucho, al borde del descanso puso el partido casi imposible para los vigentes campeones de Copa.
 
Tras el descanso, Rui Vitoria introdujo un doble cambio, Olimpio y Maazou, muy activo, por Crivellaro y Tomané, y es cierto que fue un equipo con más presencia, sobre todo en el primer tramo de la reanudación.
 
Maazou buscó su espacio, pero tuvo un duelo muy desigual con Mangala que resultó insuficiente para hacer daño a un equipo muy bien ordenado, quizás su mejor virtud, y brillante a la vez.
 
Los de Paulo Fonseca tuvieron opciones de ampliar la ventaja, especialmente en una chilena de Jackson, que en el minuto 72 estuvo muy cerca del gol y como en la primera mitad apenas sufrieron en defensa. 
 
Oporto comienza la temporada como viene siendo un hábito, venciendo la supercopa, lo hace, por quinta vez consecutiva, pentacampeonato, por cierto, conquistado en el estadio municipal de Aveiro en su totalidad.