Cuenta  el saber popular que después de la tormenta siempre llega la calma, que tras una tempestad las aguas suelen volver al cauce que le hicieron tranquilo y apacible. No sé si se puede afirmar eso después del partido de hoy de Benfica ante Paços, pero sí se puede decir que el temporal es menor.

La vuelta de Cardozo  al once inicial pone fin a la lucha entre Jorge Jesús y el delantero, no porque se hayan perdonado, sino más bien porque se necesitan para ser competitivos. Un mal menor que da a las águilas alma y sentido en ataque. Es cierto que hoy no fue el mejor partido del paraguayo, pero su sola presencia ayuda a amarrar defensas como los cabos amarran las barcas a los puertos.

Ahora bien, los protagonistas, los de verdad, los que dieron los tres puntos al conjunto encarnado fueron otros. Uno de ellos inesperado, Garay, que logró dos tantos para librar de la presión de la victoria a su equipo y Enzo Pérez, un pulmón que nunca falla. De hecho fue él quien abrió el marcador en el min. 4 de partido cuando en una apertura a la banda Lima pone el balón al punto de penalti y Enzo –que celebró el gol con la camisola de Salvio- le da sentido batiendo a Degra.  1-0 y un comienzo tranquilo. Por fin.

El 2-0 llegaría después de una jugada maravillosa de estrategia. Como aquellas jugadas de billar en el que se consiguen varias carambolas. Benfica aprovechó una falta lateral para que Matic y su guante de seda le dieran el balón a Enzo que de primeras pasó a Markovic y éste cual dibujante que traza una línea, pusiera el balón a Garay que remachó el segundo.

Sin embargo, el partido no fue nada sencillo. Los de Costinha desarrollaron un juego atractivo y en ocasiones fueron ellos los que llevaron el peso del partido, sobre todo en la primera mitad, aunque lo cierto es que el peligro no acababa de llegar. Sergio Oliveira, en el min. 7 puso el balón junto al palo en un potente saque de libre directo y Bebé en el 44 estuvieron a punto de recortar distancias.

No obstante, hasta la segunda mitad, a los 51, minutos no lo lograrían. Rúben aprovechó una imprecisión de la defensa encarnada y de Artur Moraes para poner 1-2 que metía el miedo en el cuerpo a los aficionados benfiquistas. Más que nada porque el inicio no ha sido el mejor y las águilas no son el equipo más fiable hasta el momento.  Pero la alegría les duró poco, puesto que Garay, de nuevo el argentino, aprovechó un saque de esquina y un error de la defensa amarilla para elevarse cual soldado hercúleo por encima del muro y remachar de cabeza un balón que engulló la red de Degra.

En el 53 Garay libraba la tensión de la grada y a partir de ahí, el desierto. Los de Costinha bajaron los brazos y el partido no dio más de sí. Ya pesan las derrotas y si no desean meterse en un bucle del que es difícil salir, Paços de Ferreira debe mejorar de manera inminente para lograr parecerse al equipo que deslumbró el curso pasado.

Malas noticias

Las malas noticias se le siguen acumulando a Jorge Jesús que a las bajas de Salvio, Silvio, Gaitán, Sulejmani y Bruno Cortés hay que sumarle la de Rubén Amorim que tuvo que ser sustituido en el minuto 34 por Fejsa.

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Sobre el autor
Miguel Á. Ortiz
Licenciado en periodismo, antes seducido por la historia y con un máster en Periodismo deportivo, sigo buscando la oportunidad de contar historias. He encontrado el mejor sitio: Vavel.