La Taça da Liga regresaba a Covilha y la afición sportinguista tenía el día marcado en rojo. El Olhanense llegaba a la Serra da Estrela desde el sur y desde primera. Pero el Sporting da Covilha, este año, es un Sporting muy a tener en cuenta. La cita era una prueba de fuego y los serranos la superaron con éxito. Los de Francisco Chaló mantuvieron su gran nivel y, con un tremendo esfuerzo durante los noventa minutos, se llevaron la victoria por la mínima. Una combinación estelar al filo del descanso les puso por delante y el Olhanense jamás llevó peligro a la meta de Taborda. Pudieron ser incluso más, si el acierto se hubiera correspondido con el juego local. Con todo, los covilhanenses deberán defender su renta en una vuelta que, seguro, será emocionante en Olhao. 

El Sporting da Covilha comenzó con ímpetu y voluntad de dominar la bola. Los verdiblancos se mostraron con ganas de demostrar por qué esta temporada viven en la zona noble de la Segunda Liga. Y qué mejor que ante un equipo de la Liga ZON Sagres. Pero en cuanto el Olhanense le arrebató el esférico a los serranos, se observaba a simple vista el escalón de diferencia. Al menos, en el comienzo de las hostilidades. Luego sería bastante diferente.

El Olhanense comienza mejor pero se diluye

Cada simple movimiento de los de Abel Xavier resquebrajaba la defensa de los locales en el inicio. Mucha facilidad para entrar hasta la cocina. Los nervios superaban al Sporting y su lateral derecho, Tiago Lopes, a punto estuvo de cometer penalti en una acción de un veloz Balogun, que hacía que gran parte del peligro visitante naciese desde la banda izquierda. 

Atacar por el flanco central era misión ardua para los de Olhao. En aquella zona imperaba siempre, poderoso, el covilhanense Nené. Precisamente desde que Nené apareció en combate, la tendencia cambió y el equipo de Segunda pasó a tener el control conforme avanzó el partido. Las pocas ideas iniciales y las llegadas erráticas desaparecieron. Lo que iba a llegar era la mejor ocasión local hasta el momento. Batá avisó al rematar un córner absolutamente solo desde el área pequeña. Una acrobática acción de Belec impidió la sorpresa. 

Tanto magistral del SC Covilha

Se animaba un Sporting da Covilha comandado por Carlos Manuel, que cada vez iba a más y repartía juego con calidad. El Olhansense se adormecía al tiempo que el Sporting se lavaba la cara. Los blanquinegros protestaron una acción que dejaba a Balogun y Coubronne solos ante Taborda y que el árbitro anuló por un fuera de juego inexistente. Pudo haber sido el 0-1 en un momento psicológico, pero el destino le reservaba un final muy distinto a la primera mitad. 

Al filo del descanso, las gradas del Complexo Desportivo vibraron con una acción combinada de auténtica clase. Al primer toque y con gol para rubricar Y más que meritoria viniendo de un equipo de Segunda Liga. Edgar, desde tres cuartos de campo, puso un pase milimétrico hacia Tiago Martins, que habitaba en la frontal. El dorsal número 20 de los serranos tocó, sutil y sin dejarla caer, para dejar en jaque a la zaga visitante. Ahí apareció como un rayo Batá, que se adelantó a todos para rematar de primeras y entre las piernas de Belec. Estético y simple, el Covilha se ponía por delante justo antes del descanso y lo celebraba haciendo una piña con todo su banquillo. 

Tras la reanudación, la gran dinámica local continuó. El Sporting da jugaba con alegría y se acercaba por diestra y siniestra. Al Olhanense le tocaba resistir y a Abel Xavier el panorama no le gustaba nada. Pero el centro del campo pasó a ser territorio fértil para los de Olhao desde que Nené dejó el terreno de juego sustituido. También abandonó el campo el otro estandarte covilhanense, Carlos Manuel. 

Coubronne deja a los visitantes con diez

Las escuadras comenzaron a partirse, el Olhanense tenía más espacios para buscar el gol que les diera vida para la vuelta. El recién ingresado Diego dispuso de una clara oportunidad a falta de veinte minutos, pero Taborda blocó con seguridad. Segundos después, Coubronne embistió a Forbes y Manuel Mota le mostró la segunda amarilla. Los visitantes se quedaban con uno menos en la fase decisiva del partido.

La euforia de la afición covilhanense pudo ir a más si el árbitro no llega a invalidar por fuera de juego el gol que marcó Forbes en la misma falta. El resultado por la mínima continuaba pero el peligro para los locales era menor. Aun así el Olhanense tenía el control y el Sporting de Covilha defendía con las garras su resultado, más que valioso. 

Y a punto estuvieron de aumentar la renta los locales. Aquello hubiera sido si Tiago Martins no hubiera cometido uno de los mayores fallos que la grada serrana recuerda. Solo, sin portero y a veinte centímetros de portería, el centrocampista desperdició un pase de la muerte Adriano. El lamento de todo el estadio fue ensordecedor. La sentencia estuvo demasiado cerca y el 1-0 lo deja todo pendiente para la vuelta.

El sabor de boca, pese a ello, no puede ser mejor para el Sporting de Covilha. Ganar a un equipo de Primeira Liga nunca viene nada mal para el expediente. La vuelta promete. El Olhanense debe ganar por obligación. El Sporting da Covilha disfrutará y sufrirá, al mismo tiempo. Avanzar a la siguiente ronda, para ellos, serían palabras mayores.

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Sobre el autor
Pablo Ramón Ochoa
Periodismo en la Universidad Jaume I de Castellón y redactor de NFL en vavel.com.