La temporada no está siendo sencilla para SL Benfica y, por lo tanto, tampoco lo es para Jorge Jesús, su carismático entrenador.
 
Tras el desastroso final del ejercicio 2012-13, parecía un hecho que Luis Filipe Viera no apostaría por su continuidad en el banquillo, por lo que la decisión fue una sorpresa en Portugal y provocó que el equipo nadara en un mar de dudas durante todo el verano.
 
El equipo no perdió a ninguna de sus estrellas, ni siquiera a Cardozo, que fue perdonado una vez que el campeonato comenzó, pero comenzó de la peor manera posible, con una derrota.
 
En la primera jornada de la Liga Zon Sagres, en Barreiros los detractores de Jorge Jesús vieron, de nuevo, motivos para criticar su supervivencia y más tras el empate ante Sporting de Portugal, que dejaba a los encarnados a 5 puntos de la cabeza en apenas tres jornadas.
 
En cierto que el equipo fue mejorando su nivel, una vez que Cardozo y  Matic fueron encontrando su mejor forma, pero es cierto que no es el equipo brillante que estuvo la temporada pasada a punto de pasar a la historia como un equipo mítico.
 
Jorge Jesús está siendo menos rígido en sus planteamientos, es cierto. Por ejemplo, busca dar apoyos a Matic en el centro del campo, rota al equipo para llegar fresco al último tramo de la temporada e incluso le está dando cabida a la "última esperanza encarnada", Ivan Cavaleiro.
 

20 goles en 14 partidos, poco para SLB.

 
Pero los puntos en contra también son claros, el equipo necesita demasiado dominio para cerrar los partidos, ya que la efectividad ante el marco contrario ha bajado mucho. A pesar de tener momentos puntuales de calidad,  a lo largo de la temporada, Rodrigo, Lima, Markovic o Cardozo no está siendo decisivos y Benfica solamente ha hecho 20 goles en los 14 partidos oficiales que ha jugado.
 
En este contexto, el duelo copero ante Sporting parece más decisivo de lo que en realidad es. Aunque la Taça no es un objetivo prioritario para Benfica, caer ante su renacido rival lisboeta podría ser el principio del fin para un equipo que ve como la lucha por la liga será cosa de tres y que en la Champions apenas tiene opciones para pasar a la siguiente ronda.
 
Según hacia donde se incline la balanza en Da Luz, Benfica encontrará un impulso moral o una pared y quizás comience a decidirse el futuro de un técnico que, sin duda, ha merecido más suerte en su etapa en el banquillo de un club que solamente ha ganado una liga en los últimos 5 años.